Cien años de soledad. Cincuenta años de gloria
Por Antonio Landauro
A la manera de Los Buddenbrook, la primera novela importante de Thomas Mann, Cien años de soledad ofrece la historia de una familia en el transcurso de varias generaciones. Comienza con el recuerdo que el coronel Aureliano Buendía hace de los momentos en que estuvo frente al pelotón de fusilamiento, cuando “Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras… como huevos prehistóricos”, y termina con el frustrado amor de Aureliano y Amaranta Úrsula, descendientes suyos.
Esta novela publicada en 1967, que simboliza la cumbre del boom latinoamericano, logra que Macondo cautive con su hechizo los ojos del mundo, y los Buendía guíen los pasos de la narrativa del siglo XX de la mano del realismo mágico. Vargas Llosa la compara con el Amadís de Gaula, por la aureola de misterio y mitificación de la realidad que ella presenta.
Aracataca y Macondo donde no existe el tiempo
La pequeña aldea de Aracataca, donde nace Gabriel García Márquez en 1927 –localidad situada al pie de la sierra de Santa Marta, en los Andes colombianos, sobre la costa del Caribe– le sirve para crear el mítico Macondo, en cuyas calles se entrecruzan espíritus benévolos y malévolos con los que se puede hacer negocio; varones más que centenarios que procrean eternamente; tías absurdas que tejen sus propias mortajas; guerras civiles y fiebres extrañas, como la del banano, que deja enormes secuelas de desgracias como cicatrices y llanto de cataratas.
El tiempo no existe en Macondo, está congelado. Es un lugar ardiente, cenagoso, lleno de episodios donde el encantamiento seduce como un choapino mágico y transporta más allá de la verosimilitud. Aquí todo es posible, hasta lo imposible: mito y realidad, magia e historia, brutalidad y la poesía. El autor, que transforma este pueblo en clave de ficción, logra una fascinante alegoría de la sociología latinoamericana e invita a descubrir la laberíntica fisonomía de la condición humana.
Rodolfo Nieto, fuente de expresión e inspiración para muchos pintores mexicanos, por su lírico sentido poético y fantasía que va de lo más delicado a lo más violento. Nieto supo dominar con extraordinaria calidad plástica el óleo, la serigrafía, la litografía, el grabado, la acuarela y el collage gracias a su sensibilidad.
El apotegma “el respeto al derecho ajeno es la paz” de Benito Juárez, es un pensamiento vanguardista universal inspirado por el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1808) en su ensayo La paz perpetua o Zum ewigen frieden: "El gobernante y el pueblo o un pueblo y otro, no son injustos entre sí si se hostilizan por violencia o por astucia; la injusticia cometida se ejerce únicamente en el sentido de que no respeta el concepto del derecho, único principio posible de la paz perpetua”. Immanuel Kant, a su vez, fue inspirado por el filósofo suizo-francés Benjamin Constant (1767-1830).
De la sentencia al pensamiento, la reflexión y la intención oculta en cada acto, cabe recordar a Heidegger cuando decía "el artista no es un sujeto que se pone a pintar un cuadro, sino un ser humano a través del cual se nos hace presente el mundo y la verdad en el mundo". La verdad en un mundo donde el arte es susceptible a intereses ocultos colocando al artista como peón, dando cabida a un todo invisible al amparo del poder donde cualquiera puede trasgredir el respeto al trabajo del otro, como sucedió en el Museo de los Pintores Oaxaqueños, con la muestra plástica: "Rodolfo Nieto, Pilar del Arte Contemporáneo en México", al ser cancelada de manera definitiva por razones no del todo esclarecidas que justifiquen lo injustificable.
En un manifiesto publicado el 29 de agosto por Alejandro Varela Castillo, se lee en voz alta lo que el pensamiento no calla:
"Me encuentro triste por lo ocurrido el pasado viernes 18 de agosto en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO) respecto a la fallida exposición “Rodolfo Nieto pilar del Arte Contemporáneo en México” al punto de replantearme si los oaxaqueños realmente merecemos que denominen a nuestro estado como “la capital cultural de México”. Tengo algunas dudas al respecto: ¿Por qué los responsables de la cultura de nuestro estado no han asumido su responsabilidad ante una falta tan grave? es claro que nuestro expertise puede fallar -todos podemos equivocarnos- pero ante un error de esta naturaleza ¿no sería de esperar que los responsables ofrecieran su renuncia al no poder manejar las funciones propias de su puesto? ¿Acaso no resulta patético que se haya pretendido hacer pasar una serie de cuadros de pésima factura como obra de Rodolfo Nieto e intentar validarlos como auténticos a través de una exposición en el MUPO? ¿Por qué los responsables del museo al enterase que las obras eran falsas no las retuvieron para evitar que estas piezas fraudulentas puedan salir al mercado? ¿Por qué la comunidad artística no ha manifestado su indignación ante lo ocurrido? ¿Por qué solo la expresan en grupos cerrados? ¿Acaso tienen miedo de ser vetados? ¿Por qué los artistas y galeristas no hemos exigido de manera más enérgica que se investiguen los delitos que proceden de falsificar, vender e intentar autentificar obra falsa? pues si esto ocurrió con uno de los máximos exponentes del arte mexicano del siglo XX, no quiero pensar lo que nos espera si actuamos con tanta laxitud y apatía ante un hecho de esta magnitud. ¿Por qué estamos dejando que una pésima explicación les sirva de escudo a los responsables? ¿A quién protegemos? ¿Por qué no hay renuncias, marchas, investigaciones y repudio ante un hecho que pone en tela de juicio todas las virtudes del arte Oaxaqueño? Sólo la renuncia de los involucrados resarcirá el daño producido por su falta de profesionalismo, sin embargo, considero que, si se tratase de un acto realizado con mala fe, deben emprenderse las acciones legales pertinentes en contra de quienes resulten responsables, pues este hecho vulnera la credibilidad del arte oaxaqueño y afecta a un amplio sector relacionado con el medio, pues junto a la gastronomía el arte es uno de los pilares que sostienen el turismo en nuestro estado, generando una importante derrama económica que beneficia a toda la población".
"Algunos quieren un texto (un arte, una pintura, lo que sea, pero 'creación') sin sombra, separado de la 'ideología dominante', pero es querer un texto, un arte, sin fecundidad, sin productividad, un texto estéril, como el mito de la Mujer sin Sombra. El texto (el arte) tiene necesidad de su sombra: esta sombra es un poco de ideología, un poco de representación, un poco de sujeto: espectros, trazos, rastros, nubes necesarias. La subversión debe producir su propio claroscuro." (Roland Barthes, El Placer del Texto).
He de confesar que me fascina la expresión "un poco de sujeto", tan inteligentemente humilde, tan elegante y precavida, tan conocedora, en definitiva, de los peligros -estéticos- que acarrea la inflación de un Sujeto que se auto presenta con la brutalidad y grosería de su propio Absoluto. ¿Y qué decir de la no menos hermosa frase, insuperable, de "la subversión debe producir su propio claroscuro"? que parece estar diciéndonos de la importancia de escenificar (eso es, de 'teatralizar') lo 'ilegible' de toda creación artística, como si ese caravaggiesco fundido en negro, o ese claroscuro, fuera la cifra de todo aquello que no hemos podido decir, que no lo podremos decir jamás, como siempre sucede en toda relación amorosa. Pero lo hemos intentado.
De ahí que la imagen (el texto), "toda imagen", se encuentra siempre en el límite de la visibilidad. Incluso la más fielmente representativa no es más reconocible que un "Cuadrado" de Malévich. Lacan, hablando sobre la experiencia amorosa, dice lo siguiente (habla el sujeto activo, el que necesita amar más que ser amado): "No te amo por tu bello rostro, tus labios, tu cuerpo... sino que encuentro bello tu rostro, tus labios y tu cuerpo precisamente porque te amo". Es decir: mientras te amo escribo un texto que únicamente puedo leer yo, pues está escrito en la lengua indescifrable que únicamente yo conozco: cuando me muera, o cuando el amor finalice, esa lengua se habrá perdido para siempre. Se diría que la frase de Lacan también la podría haber dicho Werther por boca de Roland Barthes en "Fragmentos de un discurso amoroso". Insisto: toda imagen se encuentra siempre en el límite de su propia visibilidad, como también sucede en toda realidad sentimental y afectiva. Y paradójicamente esa "falta de luz" es la mejor representación posible para significar (contemplar) un rostro, unos labios y un cuerpo profundamente amados y vividos hasta la más incuestionada ceguera, hasta la más luminosa y bella obscuridad. O al menos mientras la pasión (otro "texto") sea capaz de producir la subversión de su propio claroscuro.
LAURA SZWARC: “Mis acciones cuestionan la colonización impuesta sobre el tiempo y el espacio”
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
Laura Szwarc nació el 11 de enero de 1978 en Buenos Aires —ciudad en la que reside durante una parte del año—, República Argentina. Es artista, pedagoga y activista cultural. Es directora de Akántaros, entidad multicultural y transdisciplinar. Ha realizado guiones y llevado a escena: “El fruto al árbol, el pez al agua y la paz al mundo”, “Otra historia de hadas”, “Para mirarte mejor”, “Del castillo a tu jardín” (teatro para todas las edades); “¡Qué brisa, la risa!” y “Caricias en tus pies” (obras para bebés); “Amor como pomelo”, “Palabras cómplices” y “Kamidaraque” (performance para adultos). Ha sido convocada por diferentes compañías para realizar tareas puntuales como dirección, puesta en escena, coreografía. Su quehacer se desarrolla en América y Europa participando en jornadas, encuentros, seminarios, festivales y ferias vinculadas a las artes escénicas y literarias. Participó en el volumen “El paseo de Jane. Tejiendo redes a pie de calle” (2016). Fue incluida en la antología “Poemas de las dos orillas” (selección de Luis Cabrera Delgado; Centro Benjamín de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras de Bolivia, Santa Cruz, Bolivia, 2016). Junto a Adolfo Colombres tuvo a su cargo el Tomo I, “Literatura breve” de “Literatura popular de Santiago del Estero” (2016). Es la autora de los libros “Obras teatrales para todas las edades” (2014), “Palabras cantadas” (2015), “Para mirarte mejor” (2015), “Entre láminas” (2015), “Cántaro de letras” (2017), “Entonces baila. El cuerpo como texto” (2017), todos a través de Editorial Las Parientas, así como de “Los primos y los tesoros escondidos” (literatura infantil, con ilustraciones de Paloma Abate, Editorial Abran Cancha, 2017). En 2013 publicó, también por Ediciones Las Parientas, el poemario “Harina en vuelo” (con el nombre de An Lu).
1 — ¿De qué te habrás sentido sostenidamente próxima a través de tu evolución?
LS — Hay una ilustración de Isidro Ferrer en el “Libro de las preguntas” de Pablo Neruda, editado por Media Vaca, con la que me siento muy cercana: es un collage donde Pablo Neruda lleva consigo su casa de libros. Así me sentí de pequeña y lo sigo sintiendo, una casa libro, el libro–la casa.
NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XXXVIII
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
FRIVOLIDAD Y DRAMA
Rosario me ha llamado preocupada; nunca pierde el control, y me alegro. Es la única de esta familia que no me intranquiliza, pero últimamente sus llamadas como que anuncian pronósticos macabros: Debemos hablar personalmente. Sabes que no deseo interrumpir tus actividades, pero… ¿puedo verte ahora? Ninguna actividad interrumpes; sigo en la cama; lente apuntado a la mejilla interior de la techumbre. No tienes que hacerte la irónica. La imagino sonriendo en la distancia. ¿Qué sucede? Luego te digo; pero trata de no entrar en pánico. Trataré. Te veo, entonces; y dale vacaciones a tu paranoia.
En tanto Rosario atraviesa la avenida central -no lejos- inicio los preparativos de un breve manifiesto, con boceto incluido, acerca de mi Nueva Liga Monárquica, que pudiera ser un reciclaje, o jodedora variante, de la república platónica conmigo como único miembro… El plan es imprimir mil tarjetas de presentación con este nombre, número de teléfono y correo electrónico para mostrarle mi desdén a los palurdos de Bajagracia.
Rosario se acomoda, aferra la taza de café que ya la espera, trenza piernas y expulsa: A Julia le han detectado un tumor en un seno. Sudoroso en torso, labios ácidamente expugnables, me exalto: ¡No me digas en cuál! Pero, ¿es que nunca vamos a tener tranquilidad en esta puta vida? Rosario bebe impertérrita; sus ojos no mienten. Al fin expele: Sería estúpido que te recomendara tomarlo con calma; además, mejor que lo sepas por mí, ¿cierto? Sí; ¿está confirmado? Porque, Julia es también propensa a la hipocondría.
ESCÁNER CUTURAL
CELEBRA SUS 200 NÚMEROS PUBLICADOS EN 18 AÑOS DE VIDA
Por Marcela Rosen, directora de la revista
Escáner Cutural llega al número 200 con el apoyo de una gran comunidad que trabaja de forma colaborativa con confianza y cariño, Escáner es una obra en común, comunitaria por excelencia donde cada colaborador (columnista) pone una parte para generar el todo y cada mes su suman más artículos que la directora reune en la portada que va numerada y estamos celebrando que ya tenemos 200 publicadas.
Dirigir esta revista es velar por mantener el espíritu de camaradería que la solventa en estos 18 años y realizar tareas técnicas que la soportan en la web, es encausar lo que nos llega hacia el interior para fijarlo y mostrarlo de vuelta completando el ciclo de fluidos de Internet, espacio de comunicaciones cruzadas, bipolares, tripolares, multipolares en el afán de comunicar, de expresar, de decir, sacar la voz, la pluma, la digitación del teclado y plasmar los pensamientos en el espacio de la web y cada publicación se propaga, en redes sociales, en otros sitios en citas y referencias y se entrecruzan las palabras los saberes el conocimiento, es el fluir de la cultura que no se detiene y que afortunadamente en www.escaner.cl sigue y se propaga. Agradezco a las columnistas, a los columnistas, al lector y a la lectora que nos envía sus artículos por si pueden publicarse y casi siempre es posible, es difícil a veces, porque no hay tiempo y hay mucho trabajo por hacer, pero se logra, este mes fue uno de los más complicados porque postulamos a un fondo estatal de cultura en Chile y es muy complejo, pero ya lo terminamos y enviamos dentro de los plazos,
Cuando tomé la dirección de la Escáner en enero de 2014 no muy convencida porque me sorprendió que mi amiga de la escuela de arte de la Universidad de Chile y compañera de tantas vivencias, la Yto (Isabel Aranda), de pronto quisiera irse de la dirección de la revista para dedicarse a su arte, se lo merecía después de 15 años de crear y dirigir esta revista dedicándole muchas horas de su vida, yo fui subdirectora desde 2004 con muchas tareas pero no con toda la responsabilidad y me ha costado mucho, sólo leer y responder los correos es un tiempo diario, ahora es más fácil con el teléfono móvil, pero más gente escribe y es complicado, pero sigo aquí porque me gusta esta revista, la libertad de publicar todo lo que quiera..., pero es sólo una idea porque desde que soy directora ya no tengo tiempo para escribir artículos, por suerte estoy escribiendo ahora quitandole tiempo al sueño, pero me gusta porque somos muchos, somos una comunidad y tenemos la posibilidad de exponer nuestras ideas y de escribir sobre todos los temas, porque no es sólo de arte, este escáner es cultural y la cultura está en todo lo que hacemos y en cómo lo hacemos, este medio es social y tiene una opinión politica, no está escrita pero si lees la línea editorial ya te das cuenta de que la hay, si lees los artículos de diversos autores y países también te das cuenta que hay un punto de vista. Creo que los únicos artículos que he escrito en este último año son 2 de mi columna Del origen, uno por la libertad la machi Francisca Linconao y el otro para hacer un recuento del manejo mediático que hay en Chile en las noticias relativas al Wallmapu (territorio mapuche) que oficialmente llaman Araucanía.
NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XXXVII
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
EL OTRO
¡Frente a frente! El tipo que avanzaba hacia el edificio y parecía nunca llegar está sentado en la butaca observándome de tal rojiza forma que se me erizan los hilos de los brazos y un ramalazo me sacude el Partenón de vértebras. Me ha provocado un susto del carajo verlo ahí, con su esmoquin negro y manos pálidas sobre los antebrazos del mueble regordete. Emergía del baño en mis viejos pantalones cuando percibí la silueta erguida formando L perfecta y enseguida su mirada antigua, agotada de un amarillo más solar que tísico, su monstruosamente amuecada sonrisa, los aplastados cabellos de sulfuro. Sin mover un músculo, estúpidamente dudoso, intento apelar en impecable sigilo al desenlace de la ventana… Nada, el camino se presenta limpio, aunque con una diferencia: aparenta avanzar en avenidas hacia el edificio con ademanes de breoso oleaje, originando en el sucio diamante de mi pecho las más grotescas taquicardias.
Pestañeo sigiloso tras percibir la mirada clavada sobre ambos ojos a la vez, o sobre mi frente; no lo sé. No puedo descifrar hacia dónde se enfoca. Tras la ventana se percibe ahora la silueta usual caminando en dirección al edificio y la respiración acompasada del hombre apunta a mis párpados. De pronto suelto un grito ronco y espero en guardia. Nada. ¿Un extraño caso de bilocación?, me pregunto tratando de disimular el temor ridículo. Su desconcertante sonrisa se suma a la mirada y al hálito infernal en lo que pierdo el equilibrio y me voy en tropezones yendo a parar contra un estante y aporreándome la pierna derecha. El tipo es como una estatua y al caminar yo de un lado a otro las canicas siguiéndome son lo único que se mueven en su pulcra pero, no obstante, repugnante carrocería ósea que se antoja de metal pulido. Me amparo en el sofá lejano: ¿Quién eres? ¿Demonio…vampiro… robot asesino… bugarrón sideral, extraterrestre? La sonrisa permanece cruelmente tallada en el blanquecino rostro, la mirada pretende anuncio de oasis no festivo.
El transitar de las llamas misteriosas - Omar Gatica- 2017 - oleo sobre tela- 160x200cm
OMAR GATICA: LA REDENCIÓN DEL VALLE
Por Mario Fonseca
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Omar Gatica parte al monte, se repliega en las últimas estribaciones accesibles desde la gran capital y la remite, en la distancia, a lo indispensable. Allá se pone a pintar; acá expone. Ha vivido –ha disfrutado y ha sufrido– lo suficiente como para ascender el valle de Alhué a decantar una vida y erigir otra sobre esos cimientos ahora lejanos. No hace una escisión con el pasado pues construye sobre él, pero los muros ya no dejaban ver el horizonte, necesitaba abrir el cielo para observar la existencia, su existencia. Un pintura, Antes de la calma y el recogimiento, despliega la vorágine de la que finalmente se sustrae: quizás no la hubiera podido pintar sin partir. Hay mucha energía en esa pintura así como en las demás que conforman su última producción; también hay, a manera de contrapunto, una evocación de tratamientos antepenúltimos ahora en piezas frescas y vitales. El gran río de su obra fluye así abriéndose curso por las vicisitudes del valle, remontando aguas impregnadas con los colores intensos que inspira el estero Pichi, descolgado de allá arriba, de Rao Caya, la nueva fuente.
Antes de la calma y el recogimiento - Omar Gatica- 2017 - oleo sobre tela - 120 x 200 cm
El Ojo del alma viene cargado de conflictos, si bien su dinámica –ninguna obra descansa– refleja intensas discusiones interiores antes que algún compromiso forzado por las circunstancias. La lucha es difícil pero se da de frente. Desde esta pintura parecieran surgir varias otras, como si fuera el eje centrífugo del conjunto. Propone un centro sólido y al mismo tiempo la energía para expulsar a los demás clústeres que no obstante se mantienen en tensión gracias a su fuerza de gravedad. Fuerza para la vida anuncia el nuevo hábitat con su explosión de rojos y naranjos –que los azules celebran en cuanto no saben cómo contenerlos. El marcado giro por arriba emula una galaxia joven en formación, asertiva en su destino irrevocable (¿será la dirección de las agujas del reloj la misma del Universo? –no lo recuerdo). Asimismo, la obra descubre una tridimensionalidad inédita en el pintor, generada desde el movimiento. Más tarde cae la noche y los cielos de allá, que sí dejan ver el firmamento, también emiten luces quea veces suelen confundirse con otros fuegos no necesariamente humanos, como en El transitar de las llamas misteriosas. Esta pintura, marcada igualmente por el giro sideral de la anterior, se instala esta vez en el reino intermedio, aquél al que dan acceso el aislamiento del valle y una prosapia que se remonta a La Quintrala y más atrás: al reino de los espíritus que nos acompañan, pero a quienes solo podemos ver si nos lo permitimos. Allá se lo permiten.
(((KO))) Ɛ>-<((aQua_esfera))>-<3 / Yto Aranda / Muro Este / Metro Quinta Normal Santiago / www.yto.cl/ko
KO - AQUA ESFERA: MEDIACIONES CONTEMPORÁNEAS
ENTRE LA NATURALEZA Y LA TECNOLOGÍA
Por Valeria Radrigán[1]
KO es un mural electrónico, sonoro y visual, realizado por Yto Aranda, instalado en la estación Quinta Normal del Metro de Santiago de Chile. Se compone de ocho obras electrónicas con forma de hexágono, construidas a partir de un concepto pictórico aumentado, actualizado mediante tecnologías contemporáneas. Fusión multidisciplinar entre la pintura, la electrónica, el sonido y lo digital, utiliza programación mediante microcontroladores, circuitos integrados, tecnología led, láser y pintura/ pigmento. El tema de este mural es la naturaleza; en específico, los ciclos y movimientos del aguaen sus diferentes estados. A través de un diálogo electrónico y visual, esta obra fue creadapensando en la ciudadanía.[2]
(((KO))) Ɛ>-<((aQua_esfera))>-<3 / Yto Aranda / Muro Este / Metro Quinta Normal Santiago / www.yto.cl/ko
1. Transitar- vaciar
Marc Augé(2000) propone el concepto de los no-lugarespara hablar de aquellaszonas de tránsito por excelencia, donde es imposible o muy difícil hacer un eco de la persona, encontrar algo propio o un sentido de permanencia. Son, según el autor, espacios despojados de las expresiones simbólicas de identidad, sitios cuyo origen y finalidad es el traslado o el intersticio.El permanecer en ellos mucho tiempo nos da una profunda sensación de incomodidad, y el habitarlos supone incluso una suerte de tabú: no se debe ni puede vivir allí. Ejemplos de estos no-lugares son los aeropuertos, salas de espera, la calle o el mismo metro, escenario donde se ubicaKO, el mural electrónico, sonoro y visual de Yto Aranda.
Es interesante pensar en la instalación de obras de arte en estos espacios de tránsito. Acción de larga data en el arte moderno (desde las vanguardias en adelante), hoy en día adquiere nuevos rasgos: los no-lugares y el tránsito son, podríamos decir, el entorno por excelencia del sujeto contemporáneo, habitante planetario que continuamente se desplaza tanto física como electrónica y telemáticamente.
Acción Contracultural “25 de Noviembre”
Performance: Cheril Linett
Colaboran: Mariella Silva, Fernanda Lizana , Isidora Sanchez y Daniela Parra.
Texto: Lucia Rey
Fotografia: Gonzalo Tejeda.
Esta acción contracultural llamada: “25 de Noviembre” consistió en el tensionamiento de los límites institucionales a partir de la perspectiva de género y la violencia contra la mujer, ocupándose del desvelamiento simbólico de las prácticas violentas normalizadas en contra de la mujer. Comienza en la “Pérgola de las flores” y finaliza en las afueras del Palacio Presidencial La Moneda. Cinco mujeres caminan con dificultad, como en una procesión, portando cada una en sus manos una corona fúnebre que dibujaba con flores rojas una cruz. Además de portar esta corona, iban vestidas con un vestido de terciopelo corto y los calzones abajo, de manera que el acto de caminar era dificultado por tener que lidiar las piernas con esta prenda, obligando a las mujeres a mantener un paso fijo y generar la tensión necesaria en la tela, para evitar su caída al piso.
Luna Acosta
EL PESO DE LA NACIÓN en Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos de Santiago
Paula B. Pailamilla y Luna Acosta
Despues de un año de comenzar el proyecto “El Peso de la Nación”, este 21 de julio en el Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos de Santiago de izará la bandera. Se trata de una acción performática que vincula el concepto de nación, migración, cuerpos y explotación laboral.
Tejemos una bandera de 6.5 x 4.5 mts con ropa donada por personas migrantes (en distintas situaciones y de distintas características) residentes en Chile y por chilenxs, la que convertimos en trapillo (hilos hechos a partir de cortes de tela) y tejemos a crochet en jornadas de 5 a 9 varias horas en espacios públicos. La bandera está hecha de la bandera de Colombia y de Chile unidas por la franja roja.
Usamos la bandera como símbolo de territorios políticos que se ven mezclados por medio de la migración, unimos las banderas como un llamado urgente a replantear la relación de los sujetos y las sujetas y de los marcos educativos y legales con respecto a la migración, particularmente dentro de Latinoamérica. Por otro lado, siendo Colombia el país en nuestro continente con más población migrante, nos parece urgente hablar de la situación de los cientos de colombianas y colombianos fuera de las fronteras nacionales, que en su mayoría han adoptado la condición migratoria debido al conflicto interno en territorio colombiano, que no sólo ha dejado un gran número de refugiados a nivel mundial sino que ha afectado a nivel educativo y económico la estabilidad de millones de personas.
En 1999, la revista Escáner Cultural nació con el ímpetu de una urgencia: la de contar en nuestro medio con un espacio alternativo que permitiera difundir la diversidad de autores y prácticas comúnmente excluidos del sistema de mercado y de los medios de comunicación. (Carolina Lara)
“Lo mágico de la creación es que a partir de un pensamiento unido a la imaginación, una idea intangible se desarrolla de forma que toma cuerpo en la realidad. De nuestro esfuerzo y tenacidad, entre otros factores, depende la calidad de concreción de nuestras ideas. Mayor es el encantamiento cuando otras personas se suman a esta idea inicial, confían y aportan con su tiempo y trabajo en lo que comenzó siendo un impulso individual, convirtiéndolo en un proyecto colectivo. De esta forma comenzó Escáner Cultural. Una idea, las herramientas que estuvieron al alcance, buena voluntad y el apoyo de decenas de personas que se fueron uniendo al proyecto; sumando entusiasmo, investigación, conocimiento y creatividad. Un objetivo relevante para nosotros es la educación y difusión de la cultura, pero desde una mirada crítica, renegando un poco (y nunca suficiente) de la cultura ‘heredada’, buscando en lo local elementos de identidad propia, con el fi n de reconocerlos y darlos a conocer a nuestra propia comunidad latinoamericana como público objetivo central, que se expande por consecuencia lógica al mundo hispanoparlante. Desde estas premisas hemos desarrollado nuestro interés en ser un puente no sólo entre el público no conocedor y los especialistas, sino que también entre creadores de distintas áreas.”. (Yto Aranda)
TÍTULO: Páramo multicelular / AUTORA: Rosa Matilde Jiménez Cortés / TÉCNICA: Acrílico sobre cartón / MEDIDAS: 40 X 50 cm / AÑO: 2017 / (Colección particular Skrs).
FRACTAL ARTERIAL, TAPICES DEL ALMA.
Intrincada serie de pinturas como urdimbre tiene el pensamiento y recovecos el alma, “El viento sobre el bambú”, sugiere una lectura poético-visual cargada de sugerencias y onirismo plástico. Adaptabilidad y determinación, perseverancia y desafío, Rosa Matilde Jiménez Cortés plasma el nervio óptico de la condición humana ante el difícil dilema de la vida. Razón y sentimiento, sensatez y pasión, ¿cuál es la relación entre la materia orgánica del pensamiento, la esencia onírica del sentimiento y la carne viva del alma? ¿Qué hacer cuando la voluntad es doblegada a capricho por lo inevitable? ¿Permanecer apacible inmerso en la ventisca o perseverar anclado a un átomo de esperanza?
La metáfora del ‘bambú’ como sinónimo de fortaleza y constante regeneración, sugiere en la obra de Rosa Matilde, hilos de pensamiento que tejen entre sí una red cálida y amorosa donde transmutar la universalidad de su ser, dejándose caer sobre pequeños tapices construidos a partir de una búsqueda interna en constante evolución; representaciones simbólicas provenientes de su tiempo y circunstancias traducidas en pulsiones cromáticas, como resultado de los distintos estados emocionales que la inquietan, pero también, la llevan a encontrar caminos que liberen su mente.
Guardianes de un alma exploradora de sus jardines internos, los arabescos liberadores en el subconsciente en Rosa Matilde, son la huella que se encuentra impresa dentro de esas hebras tan acertadamente imbricadas a modo de neuronas; secreto que se intuye en los espacios perfilados en las atmósferas pictóricas que la autora recrea, entre líneas salpicadas de color que tan difícil resulta de aprehender.
La línea en la obra de Jiménez Cortés, es una pincelada de delicada armonía que cede el paso a la palabra táctil de los sentidos, porque la materia pictórica en su obra enhebra sobre un mismo espacio la tenue música que transforma el azar en significación. Los vibrantes colores y las sutiles atmosferas derrotan al vacio, convirtiendo la bidimensionalidaden arterias sobre las que se mecen los bambúes de sus hermosos cuadros.
Subyugantes bocanadas de aire, El viento sobre el bambú, posee intensas contenciones de cordura ante el aliento que se entreabre imperceptible buscando sofoco, auxilio. Vida y arte, crear momentos y cosas de valor imposible de calcular, tender puentes de fe y abrir puertas que nunca antes se construyeron; existencia, búsqueda, transformación y entrega. Océano de pálida piel neuronal, también es posible hallar arrebatadoras olas e insondables remolinos en medio de la tempestad.
RENZO TEFLÓN Y LOS DUENDES
“Al duende hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre”
Federico García Lorca
Por: Marcelo Olivares Keyer
I INTRODUCCIÓN
La movida musical ochentera en América del Sur no sólo produjo una decena –o menos- de excelentes bandas, junto a un centenar de improvisadas y desechables agrupaciones para el olvido, dadas las evidentes potencialidades comerciales que la aclimatación de laNew Wave en nuestras tierras conllevaba desde la aparición de Virus, Lobao, Barao Vermelho y la Banda Metro en el inicio de la década. Eso sin contar a los que venían de los setenta, quienes, aunque ya treintones, eran lo suficientemente jóvenes como para entusiasmarse y dejarse llevar un rato por los raros peinados nuevos. También hubo una suerte de “clase media”, compuesta de unas cuantas bandas que si bien no remecieron cimiento alguno ni movilizaron tanta gente como para juntar suculentos ahorros para los días de vacas flacas, demostraron tener discurso propio y la suficiente claridad u osadía como para saber que no bastaba con imitar a The Police y/o The Clash, ir a la tele y así, tan fácilmente, dárselas de rockeros. Quizás el número de grupos que alcanza esta categoría también se acerca a la decena, y las hubo en toda la región, desde el Brasil hasta Chile (pienso en Kid Abelha e os Abóboras Selvagens, Don Cornelio y la Zona, Banda Pequeño Vicio, y unas pocas más), y sus canciones, que sobrevivieron dormidas en los pocos caséts cuyas cajas no se quebraron y cuyas cintas no se arrugaron, hoy, gracias al bienvenido traspaso de soportes hacia lo digital y de ahí a internet, se pueden escuchar sin fruncir el ceño e inclusive con cierta cuota de admiración o mejor dicho de complicidad.
No es sorprendente que a la música producida en Uruguay le haya costado irradiar más allá del Plata; semiocultos entre dos países de dimensiones colosales, los músicos y melómanos uruguayos conocen bien las dos caras de esa moneda: Pueden libar en primera fila de dos focos culturales peso pesado, pero al mismo tiempo lo creado en la pequeña república oriental rara vez resuena en los demás países del barrio. Fuera de la época del tango, por cierto, en la que varios orientales se encaramaron al panteón de la edad dorada, sólo Los Iracundos llenaron teatros en toda América.
II MARCO TEÓRICO
En 1985, alguien en Montevideo tuvo la buena idea de lanzar al mercado un long play (vinilo de larga duración) que incluyese canciones de casi todas las bandas emergentes en el país. El disco, una inteligente manera de afrontar la realidad en un mercado pequeño, se llamó Graffitti, y resultó tan bueno que no sólo se vendió en la otra orilla del estuario y dio para una segunda versión, sino que llegó –por ejemplo- hasta un par de disquerías de Santiago de Chile, en donde, junto a los codiciados discos de The Cure, Sumo o Los Prisioneros, no desentonaba para nada. Sin ir más lejos, fue en la disquería Fusión –a donde íbamos, dada la escases de circulante de la época, a mirar discos (y no es chiste)- en donde no sólo lo pude mirar, también me dejaron escucharlo y yo, de puro tonto (o de puro pobre) no lo compré.
En Uruguay el disco al parecer fue un batatazo; su esperable eclecticismo permite tomarle el pulso a la variedad dentro de la unidad. Entre tantas formas de sentirse post punk, desde la más grave y gótica hasta la más festiva y liviana, la canción que saltó a las radios, y ahí se quedó hasta la saturación, fue una titulada Himno de los Conductores Imprudentes, más conocida como la “canción del puré”, obra y gracia del grupo Los Tontos.
Como suele suceder, la canción de marras no era la mejor de esta banda de tan poco glamoroso nombre, pero su letra desquiciada y su estribillo hinchapelotas sirvieron para que Los Tontos adquiriesen fuerza propia y – aprovechando la ola de los quince minutos de fama- darse el lujo de grabar dos álbumes (Los Tontos, 1986, y Tontos al Natural, 1987); el segundo más cargado al ska estilo Madness y con menos matices que el primero. Y no sólo eso, también tuvieron su propio programa de televisión, “La Cueva del Rock”, en el que presentaban bandas en vivo, y –cruzando la pampa y la cordillera- tocaron una noche de invierno de ese 1987 en el Teatro Providencia de Santiago de Chile junto a los locales Valija Diplomática. Esta vez, a mis veinte años de edad, si que no lo dudé: junté las monedas, crucé la ciudad, y los vi.
Era un típico trío new wave a lo Police: un bajista vocalista (Renzo “Teflón” Guridi), un guitarrista piola (Fernando “Calvin” Rodríguez), y un baterista, (Leonardo “Trevor Podargo” Baroncini) quien, dicen, tenía que andar disfrazado porque era oficialmente baterista de Los Estómagos, la otra banda que la rompía en el Uruguay. Es difícil creer que nadie se haya dado cuenta de esta doble militancia del baterista, pero la historia suena divertida, como lo suenan todas las canciones de Los Tontos, quienes no fueron los únicos en considerar las letras de canción como un propicio terreno para la joda (en España hubo varios grupos con vocación humorística, pienso en este momento, por ejemplo, en los Ilegales, la excelente banda asturiana liderada por el cáustico Jorge Martínez), pero a diferencia de lo que hacían desde Buenos Aires grupos como Los Twist, con su propuesta de fiesta permanente, parodia y vodevil, en las letras de Los Tontos, y en la manera de cantar de Renzo Teflón, predomina un aire de crispación y de historieta, el relato de un hombre solitario e irritado, cual Johnny Rotten clase B.