Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Literatura

Signos Corrosivos

Los que se van… La explosión del
realismo social ecuatoriano
(Parte 2 de 3)


Por César Espinosa

Con la publicación, en 1930, de Los que se vanCuentos del cholo y del montuvio»), de Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y Demetrio Aguilera Malta, integrantes del llamado Grupo de Guayaquil, se abrió el ciclo del realismo pleno en la literatura ecuatoriana.



Asombra por lo radical de su planteamiento estético y la unidad temática que consigue. Son cuentos del cholo y el montuvio; todos ellos tienen un estilo conciso, hecho de frases cortas y rotundas, regadas en párrafos mínimos que guardan perfecta armonía con los pasajes que fragmentan cada historia, también corta y rotunda. Destacan localismos, malas palabras, expresiones directas: así, los personajes hablan como en la realidad. Puede decirse que con la fuerza de un manifiesto, asevera Abdón Ubidia.

Escáner Cultural nº: 
208
Reseñas


 

Opinan los escritores argentinos en “Documentales IV”

Por Luis Benítez

Recientemente Ediciones Richeliú, de Buenos Aires, publicó el cuarto tomo de la serie ‘Documentales. Entrevistas a escritores argentinos’, que recopila las opiniones y los pareceres de una selección de autores de dicha nacionalidad. Gracias a la recopilación en sus páginas de las entrevistas realizadas por Rolando Revagliatti (1), antes publicadas en diferentes medios de comunicación, es posible para el lector acceder a este interesante material de consulta. En ‘Documentales IV’, poetas y narradores se explayan acerca de una gran variedad de temas, que van desde las peculiaridades de la obra propia hasta sus criterios en cuanto a la ubicación en el panorama de las letras contemporáneas, sus preferencias y rechazos literarios, los movimientos estéticos a los que han pertenecido o corresponden en la actualidad, así como su paso por el acontecer político y social en que se gestaron sus trabajos. Simultáneamente, los entrevistados proveen precisa información respecto de su modo de plasmar los trabajos y la manera en que cada título dialoga con los demás de su autoría.

Escáner Cultural nº: 
208

Impresiones / texto espacial / georeferenciado
Sobre Directiví Abakuá de Samuel Ibarra


Moro Maxwell Ilabaca.


El consultorio

En el consultorio del Barrio Yungay estoy leyendo unos escritos materialistas, fruto de una copiosa inmersión en la vida… y en la materia, son la escucha del mundo-ruido. Y todo pa dentro. Devorando el mundo, devorando al otro. Al conquistador, al migrante, al esclavo. Todo pa dentro. La antropofagia de Oswald de Andrade, de Tarcilia do Amaral, el antídoto contra la invasión. Deglución, con saliva, vengan los europeos, vengan los afrodescendientes, vengan los amerindios, vengan los gringos con su fanfarronería, vengan los migrantes, vengan los exploradores con short y cucalón, aquí cultivamos el primitivismo, pero crítico. Antropofagia crítica, "Tupy, or not tupy that is the question. (...) Sólo me interesa lo que no es mío. Es la ley del antropófago", y todo para el mito, materiales de construcción del mito, mi mito, nuestro mito.

El matriarcado de Tera, la comunidad de los primitivos. No crean que nos civilizaron, seguimos siendo los bárbaros, pero los bárbaros críticos. Abanico de interpretaciones. Todas validas. En la antropofagia no hay, por lo tanto conquista posible, todo pa dentro, el otro yo, pa dentro, somos el otro, con el otro. Todas las lenguas, en un consultorio de barrio Yungay, a las 6:30, cambiando de canal, haciendo zapping.. Lleno de antenas, la parabólica, lleno de cámaras, Directivi televisión satelital, tus mejores series, podis pasarte las medias películas. TV or not To be. Chile acontece en la tele, en el matinal. Y seguimos, del reguetón a la cumbia villera. De la poesía de Nicolás Guillén, al medusario de Echavarren y Perlonguer. A las Congas y Comparsas de Cuba. Aquí está Cecilia Valdes, y Macunaíma, el héroe sin ningún carácter. Nos comemos todo, lo incorporamos, lo digerimos, y seguimos adelante, como uno de esos seres de Miyasaky.

Invitado

Marcos Rosenzvaig:
“A partir de Tadeusz Kantor desarrollé un lenguaje teatral singular”

 

Entrevista realizada por Rolando Revagliatti

 

Profesor de Letras y Doctor en Filología Hispánica, Marcos Rosenzvaig es también un experimentado hombre de teatro, ensayista y novelista. Con nosotros conversa extensamente, entre otros tópicos, sobre su formación teatral en la Argentina y en Rumania, así como sobre sus investigaciones en Polonia a partir de la obra de Tadeusz Kantor, las realizadas tras imbuirse del universo creativo de Copi y la entrevista que le efectuara a Paul Bowles, la última que el octogenario escritor concediera, dos meses antes de fallecer.

 

Marcos Rosenzvaig nació el 22 de junio de 1954 en San Miguel de Tucumán, capital de la provincia de Tucumán, la Argentina, y reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es Profesor de Letras (1982), por la Universidad Nacional de Tucumán, y Doctor en Filología Hispánica, por la Universidad de Málaga. Dictó seminarios, cursos y conferencias en varias universidades de su país, Colombia, Ecuador y España. En los ‘70 se formó en actuación, dirección y pedagogía teatral. Actuó en espectáculos teatrales (por ejemplo, en “El último padre” de Rodolfo Braceli, en Estocolmo, Suecia, 1985, “Homenaje a Federico García Lorca” en Viareggio, Italia), algunos de los cuales dirigió siendo suya también la dramaturgia (“El Vía Crucis”, en Livorno, Italia, 1979, “El pecado del éxito”, en Quito, Ecuador, 2010, etc.), y obtuvo en 1978, otorgada por la Embajada de Rumania, una beca de estudio en la Universidad de Teatro, en Bucarest, así como entre otros reconocimientos, la Faja de Honor de la ADEA Asociación de Escritores Argentinos, por su libro “Teatro” (1994), el Premio Fondo Metropolitano para las Artes y las Ciencias, por su libro “Teatro y enfermedad” (2008) y el Primer Premio Argentores Metrovías por su monólogo “Una cabeza en apuros” (2009). Es el compilador de los volúmenes “Epístolas terrenales” y “Monólogos filosóficos, teatrales, cinematográficos”. Libros publicados en el género dramaturgia: “Regreso a casa” – “Qué difícil es decir te quiero”, “Niyinsky” (en volumen con otras piezas suyas), “El pecado del éxito y otras obras”, “Monólogos teatrales”, “Tragedias familiares”, “El veneno de la vida”, “Sacrificios”, etc. Libros publicados en el género ensayo: “Tadeusz Kantor o los espejos de la muerte”, “El teatro de la enfermedad”, “Copi: sexo y teatralidad”, “Las artes que atraviesan el teatro”, “Técnicas actorales contemporáneas”, “Técnicas actorales contemporáneas II”, “Breviario de estéticas teatrales” y “Monólogos teatrales”. Entre 2010 y 2018 se editaron sus novelas “Madres fuck you!”, “Qué difícil es decir te quiero”, “Monteagudo. Anatomía de una revolución”, “Cabeza de tigre” y “Perder la cabeza”.

 

 

1 — Tucumán, noroeste argentino, allí tu niñez y adolescencia, y por ejemplo, aquellos trenes cuyos nombres tanto me resonaban: el expreso “Estrella del Norte” y el lujoso “Cinta de Plata”. En ellos habrás viajado. Viajemos, Marcos: a tu niñez y adolescencia.

Escáner Cultural nº: 
206
Escritos en Zig Zag

Cicatrices plebeyas. Más de sí de Cristian Condemarzo.

Samuel Ibarra Covarrubias.
Periodista.

 

Todo texto interesante, instala problemas. En nuevo libro de Cristian C. deja entrever tramas de sentido que hacen estimulante un abordaje crítico. En primer lugar porque trabaja un lenguaje rico y prolífico de gran raigambre en la América Hispana y otro por que su mismo autor es en sí un texto, una estructura polivalente donde se libran las duras batallas de la significación.

Mas de si es un poemario de Decimas. Ellas son la reflexión en voz alta de una vida, el retrato textual de una experiencia significativa. El autor habla de penas y alegrías, heroísmos y miserias, lugares recónditos y lumínicos de la intimidad pero siempre puesta en disposición coaxial con el afuera del yo.

Es una operación transgresiva. A nivel lingüístico, es una forma de irrumpir en el canon y las reglas literarias. A nivel de estructura subjetiva del hablante, es trabajar con lo intimo y lo “menor”, la autobiografía la memoria, la carta, el recado. Formatos siempre asociados a lo popular, siempre al borde de la hilaridad, la chabacanería y lo poco culto. Dicen.

Las Décimas como formato narrativo permiten la construcción de un mundo donde la memora del sujeto es base para una liberación personal. Dialoga con la tradición culta de la cultura nacional y la sabiduría popular y desde el juego de la musicalidad, transgrede las estructuras culto- formal de la modernidad literaria.

Escáner Cultural nº: 
206
Signos Corrosivos


Juan Ramírez Ruiz                            Enrique Verástegui

La estética del “Poema integral”.
¿Sigue vivo el aporte de Hora Zero?

(Parte 4)


Necesario es, pues, dejar las nubes en su sitio. Si somos iracundos es porque esto tiene dimensión de tragedia. A nosotros se nos ha entregado una catástrofe para poetizarla. Se nos ha dado esta coyuntura histórica para culminar una etapa lamentable y para inaugurar otra más justa, más luminosa
(Ramírez y Pimentel 1970)

Desde México: César Espinosa


LA HORA DE LOS “DISPARADORES POÉTICOS”

Se debe reconocer que lo propuesto por Hora Zero no sólo profundizaba la dinámica ya iniciada en los sesenta en el Perú, sino que forma parte de una constelación de propuestas que surgían en todo el subcontinente, desde inicios de dicha década y hasta fines de los setenta, prolongada en algunos casos con acentos o énfasis diferenciados según su contexto de aparición, pero pugnando por algo semejante, anotan Biviana Hernández y Luis Fernando Chueca en su acucioso, esclarecedor ensayo sobre el proyecto del poema integral (2017).


Tzánticos, primer manifiesto, Ecuador (1962-1969)

Por citar algunos de esos movimientos pueden mencionarse El techo de la ballena (Venezuela, 1961-1968), Tzánzicos (Ecuador, 1962-1969), Tribu No (Chile, 1966-1969), Tucumán Arde (Argentina, 1968), Infrarrealistas (México, 1975-1977); La Sagrada Familia (Perú, 1977-1979). Los cuales representarían una estructura de sentimiento (Williams), que como enunciaba Saúl Yurkievich en “Los disparadores poéticos” (1984) involucraba a los poetas jóvenes de América Latina.
Dentro de ese espíritu colectivo, que se caracterizaba por ampliar los límites del lenguaje poético, los poetas de HZ encabezaban un exaltado ímpetu de compromiso hacia un mundo y una poesía nuevos, haciendo suyo el proyecto de una “toma de situación y conciencia” que llamaba a poner en obra los postulados del deber ético del poeta en el cruce entre poesía y sociedad, arte y vida.


“Tucumán arde”, Argentina (1968)

Escáner Cultural nº: 
206

Carlos Yusti

Vladimir Nabokov, en su introducción a su Curso sobre el Quijote, escribió que era bueno hacer todo lo posible por no caer en el fatídico error de buscar en las novelas la llamada “vida real”, y subrayaba: “Vamos a no tratar de conciliar la ficción de los hechos con los hechos de la ficción. El Quijote es un cuento de hadas, como lo es Casa desolada, como lo es Almas muertas. Madame Bovary y Ana Karenina son cuentos de hadas excelsos. Pero sin estos cuentos de hadas el mundo no sería real”. Con esto más o menos claro, de que las grandes novelas no son más que inventos bien estructurados de la imaginación, el lector se encamina hacia la ficción dispuesto a creerlo todo, a tenerle pasión (o descuido) a determinado personaje e incluso a darle más cualidades reales que a nuestros propios vecinos.


    De joven llega uno a ser un lector depredador que lee de todo sin discriminar nada, luego la madurez se encarga de colocarlo todo en perspectiva.
 


Me inicié como lector leyendo suplementos y comiquitas, luego pasé a las novelitas vaqueras y después a Corín Tellado, Barbara Cartland y las fotonovelas del Santo y otras con ribetes más pornos que eróticos.

El primer libro que leí de verdadera literatura fue uno de Stendhal, Rojo y negro. Ese libro me hechizó. Las razones: me identifiqué con el personaje principal. Julián Sorel era un autodidacta sin escrúpulos dispuesto a ser alguien en la sociedad decimonónica francesa. Su visión era lo militar (con sus sueños afiebrados e infantiles sobre el pasado napoleónico) o lo eclesiástico (aunque su espiritualidad se apoyaba sólo en el conocimiento al caletre de la Biblia). Aunque yo no tenía un pelo de arribista, pero sí algo de autodidacta, ese personaje decidió mi destino lector.

En esa etapa de juventud (improductiva y vaga) leí casi todo lo que había escrito Thomas Mann, excepto La montaña mágica que nunca llamó mi atención. Me gustaba en sus novelas esa arquitectura compositiva del lenguaje, esas catedrales imponentes de palabras concatenadas con una belleza limpia y perfecta. No me importaban las tramas ni los personajes, sino el lenguaje, que en Thomas Mann era faustuoso, brillante y casi milagroso. Luego, con algunos años encima, he tratado de leerlo, pero me ha resultado infructuoso, y esa fascinación que sentía por sus frases, sus párrafos construidos con exquisitez y armonía se había esfumado. Algo similar me sucedió con Hermann Hesse y su novela El lobo estepario. De joven llega uno a ser un lector depredador que lee de todo sin discriminar nada, luego la madurez se encarga de colocarlo todo en perspectiva, es decir de agrisarlo todo y untarle una pátina de solemnidad y almidón a la existencia para no incordiar a los administradores de esa caricatura que llaman Estado.

Signos Corrosivos

HORA ZERO y KLOAKA, Perú 1950-80
(política y poesía)

soy un aullante canto ambulatorio,
mi cuerpo está lleno de poemas y
salgo a la calle a repartirme como obsequio.

Juan Ramírez Ruiz (1946-200)

 

Desde México: César Espinosa

Neovanguardias: quiebres y mutaciones

En el periodo que veremos aquí los giros y cambios de horizonte de la poesía hispanoamericana son vistos como un proceso de mutaciones y migraciones interdisciplinarias, acentuado desde los años 60 en adelante si bien registra antecedentes que se remontan a la primera vanguardia.


Eielson, Otro lado del lenguaje

A diferencia, tal vez, de las expresiones más radicales de las vanguardias europeas, las vanguardias hispanoamericanas, aunque con excepciones, no se manifestaron plenamente antiartísticas, sino que más bien lo que hicieron fue aprovechar los recursos que les ofrecía el nuevo repertorio para rescatar el arte, atravesado ya por un gesto metacrítico (Galindo V., 2002,2004).

A partir de los años 60 se acusa en la poesía y las artes visuales de Latinoamérica una amplia variedad de enfoque para cuestionar los modelos de representación, tanto artísticos como políticos: Diagonal Cero, Tucumán Arde, Nosferatu y El Lagrimal Trifulca en Argentina, CADA en Chile, Hora Zero en Perú, El Techo de la Ballena en Venezuela, el Nadaísmo en Colombia, que surgieron no sólo como un quiebre en las disciplinas que originaba expresiones heterogéneas y mutantes, sino que también de manera directa u obliterada expresaban el gesto político de su ruptura. Para tales expresiones en general existe la denominación "neovanguardistas".

Escáner Cultural nº: 
205
Invitado

Ricardo Rojas Ayrala: “La certeza es un estado definitivo de la inteligencia”

Entrevista realizada por Rolando Revagliatti


Ricardo Rojas Ayrala nació el 30 de julio de 1963 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, capital de la Argentina. Fue fundador y uno de los directores de Editorial La Bohemia. Conjuntamente con Marta Miranda organiza los encuentros literarios “VaPoesía Argentina”. Es secretario de Cultura de una Asociación Fraternal de Trabajadores y prosecretario del Sindicato de Escritoras y Escritores de la Argentina. Ha recibido diversos reconocimientos por su labor literaria. Fue incluido, entre otras antologías, en “La erótica argentina” (Editorial Catálogos, 1995; y con el título “Poesía erótica argentina”, Editorial Manantial, 2003) y “El arcano o el arca no – Poesía argentina de fin de siglo” (Instituto del Libro Cubano, Cuba, 2005; Ediciones Casa de las Américas, Cuba, 2007). Publicó los poemarios “Sin conchabo corazón” (Editorial El Caldero, 1993), “Caligramas: A espinazos locos de amor” (Editorial La Bohemia, 2000), “La lengua de Calibán” (Fondo de Cultura Económica, México, 2005), “Obispos en la niebla” (Editorial Tintanueva, México, y Editorial La Bohemia, Argentina, 2005), “Argumentos para disuadir a una jauría y otros usos civiles” (Editorial Desciertos, 2013), “Un sauzal para Kikí de Cundinamarca” (Editorial Ponciano Arriaga, México, 2013), “Las nubes” (Editorial Desciertos, 2015) y los volúmenes de narrativa “Fabulosas alimañas de la pampa” (1996, en Argentina; 2010, en Italia), “Hazañas y desventuras de Amulius y Numitor” (1999, en Argentina; 2010, en Italia), “Miniaturas Quilmes” (2001), “Quaestiones politicae” (2006, en Argentina; 2010, en Italia).

 


Libro Rojas Ayrala - Sin conchabo corazón
 

1 — “El artista es un trabajador” se titula un Manifiesto de tu autoría que inicia una veintena de párrafos así: “Sabemos al artista un trabajador…”

RRA — Es un manifiesto sobre el artista como un hacedor que rechaza las viejas formas heredadas con su práctica y sabe que todo el arte es, fue y será hecho por el pueblo. Que no existe esa diferencia interesada entre la cultura popular y la Cultura, con mayúsculas, más que como una impostura y un fraude articulado por los que nos dominan, nos atropellan y nos sojuzgan. Todos tenemos algo que decir, único, maravilloso, trascendente, que si no lo decimos se pierde para siempre y nadie más en el mundo lo dirá. Sencillamente eso. El escritor es un sujeto político que debe participar activamente en su tiempo, en su sociedad, en el lugar que le toca como intelectual, como ciudadano y como trabajador. Un actor principal de su tiempo que cuenta, a su favor, con una herramienta terrible y poderosa: la palabra. No hablo, sólo, de filiación política sino de intervención social, de participación efectiva, que cuestione el estado de las cosas pero que proponga, que movilice, que actúe. Quien no participa de su tiempo, quien prescinde, quien se dice neutral, apolítico, escoge el partido de los que nos oprimen. Ya lo decía el poeta cubano José Martí [1853-1895]: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra”. Hay una desigualdad notoria e insoportable en nuestras sociedades latinoamericanas que requiere una urgente participación transformadora de todos, de los escritores en primera fila, para construir colectivos justos, libres, fraternales, soberanos, donde todos los hombres y todas las mujeres valgan por lo que son y no por lo que tienen.

Escáner Cultural nº: 
205
Invitado

Reynaldo Jiménez: “El lobo estepario me sigue pareciendo inquietante”

Entrevista realizada por Rolando Revagliatti


Reynaldo Jiménez nació el 27 de marzo de 1959 en Limá, Perú, y reside en Buenos Aires, capital de la República Argentina, desde 1963. Ha sido editor y director de la revista-libro y editorial “tsé-tsé” entre 1995 y 2008. Coordinó la colección de antologías “Poesía Mayor” de Editorial Leviatán entre 1997 y 2001. Integró consejos editoriales de plataformas-e y revistas en soporte papel de Argentina, Brasil, Estados Unidos y Perú, así como colaboró con artículos y poemas en decenas de publicaciones gráficas y electrónicas de América y Europa. Participó en festivales y diversos eventos realizados en Argentina, Perú, Chile, Paraguay, Brasil, Costa Rica, México, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos, España y Alemania. Ha sido traductor de numerosos poetas brasileños y responsable de una veintena de antologías y muestras poéticas. Fue incluido en ediciones colectivas y antologías (“Medusario. Muestra de poesía latinoamericana”, “Antología crítica de la poesía del lenguaje”, “Pulir huesos. Veintitrés poetas latinoamericanos”, “Nosotros, los brujos. Apuntes sobre arte, poesía y brujería”, “Jinetes del aire. Poesía contemporánea de Latinoamérica y el Caribe”, “Divina metalengua que pronuncio. 16 poetas transbarrocos 16”, “Déjalo beat. Insurgencia poética de los años 60”, etc.). Se editaron dos antologías de su obra poética: “Shakti” (selección de Claudio Daniel, 2005) y “Ganga” (selección de Andrés Kurfirst, 2006). Publicó —además de libros ensayísticos (“Por los pasillos” —incorporado en el volumen “¡Kwatz!”, compartido con Ricardo Gilabert—, 1989, “Reflexión esponja”, 2001, “El cóncavo. Imágenes irreductibles y superrealismos sudamericanos”, 2012, “Informe”, 2014, “Nuca”, 2015, “La inspiración es una sustancia, etc.”, 2016, “Intervenires”, 2016, “Arzonar” (2018), entre otros)— desde 1981 los siguientes poemarios: “Tatuajes”, “Eléctrico y despojo”, “Las miniaturas”, “Ruido incidental / El té”, “600 puertas”, “La curva del eco”, “La indefensión”, “Musgo”, “Sangrado”, “Plexo”, “¿Cómo llamar a un tigre?”, “Esteparia”, “Piezas del tonto”, “Funambular”, “Ello inseguro”, “Antemano” y “Olla de grillos”.

Escáner Cultural nº: 
204
Signos Corrosivos

LA “REVOLUCIÓN SURREALISTA” EN EL PERÚ

(Parte 2)


El fuego y la poesía
En el agua quemante el sol refleja la mano de cenit
1
Amo el amor
El martes y no el miércoles
Amo el amor de los estados desunidos
El amor de unos doscientos cincuenta años

César Moro, De La tortuga ecuestre 1936-1939

Desde México: César Espinosa

La vanguardia en Perú es vista como el producto final de una asimilación de distintas corrientes europeas que predominaron a comienzos de siglo, sin tomar la forma de un movimiento dominante, nutrido de todos los ismos como lo fueron el ultraísmo argentino o el estridentismo mexicano.


André Bretón (1896-1966)

A su vez, la irrupción del surrealismo (superrealismo, suprarrealismo o sobrerrealismo, como se le llamaba en los primeros años) es considerada como resultado de varios artículos publicados por Mariátegui a partir de 1925, y de las tertulias celebradas en su casa de Washington Izquierda, plantea Yasmín López Lenci. También señala que de enero de 1925 data el deslinde en Mariátegui entre razón y fe, y la adhesión a la fuerza movilizadora y creativa del mito, que impulsó su afinidad hacia el surrealismo manifestada en marzo de 1926.

                                     Xavier Abril J.C. Mariátegui César Vallejo

Tres autores se estiman como muy ligados a la recepción del surrealismo francés en Perú: Xavier Abril (1905-1990), José Carlos Mariátegui (1894-1930) y César Vallejo (1892-1938).

Escáner Cultural nº: 
204
Reseña

JESÚS I. CALLEJAS Y SU NOVELA: LA CASA DESBARNIZADA

Un “escritor maldito” en nuestro patio

 

Por José Diaz


Jesús I. Callejas habita Miami desde hace muchos años. Aquí vino a despojarse del “American Dream”, que muchos ingenuos aún persiguen.

Es evidente que para Callejas Miami no es la imagen de la ciudad que venden las compañías turísticas. Y él prefiere más bien utilizar el recurso literario para mirar crecer su dimensión ética personal y de relación con la ciudad, separándose de ésta, renegando de ella y pisoteando cualquier desliz o coqueteo del pasado.

Amores y desamores de un “escritor maldito” con la ciudad que habita. Hiperrealismo literario. Realidad desdibujada a partir de un lenguaje hiperbólico y adjetivado. Analogías estiradas hasta el máximo de su significación entre los despojos del cuerpo y los despojos de su casa en ruinas. Todo lo anterior puede afirmarse del texto narrativo que toma vida propia a partir de la transcripción de sensaciones y sentimientos que desde su conciencia, Callejas, el escritor, decide comunicar y expeler de su cuerpo y mente adoloridas a través de esa analogía matriz: su casa desbarnizada, en ruindad, con su cuerpo moribundo. Es el selfie fusionado de mundo exterior y mundo interior en obsceno estado de descomposición.

Escáner Cultural nº: 
203

HIKIKOMORI
selección de haikús

“La voluntad lucha y se desalienta ante su propia obra”
D. T. Suzuki



Amanece lloviendo
en las tinieblas
Pájaros cantan

*
Nos separamos
entre violentas luces
hechas cenizas

*
La nueva vida
sopla el fuego
pálido y exhausto

*
Tempestad desatada
entre los mares
ocultas el sol

*
La frontera es
un poema creado
para respirar

*
Mi postal aún
no llega a destino
—se ha perdido


 

“UNA VIDA ENCANTADORA”
Nuevo libro de cuentos futuristas

Alicia Fenieux

La autora nacional considerada un referente en el género de la distopía chilena lanza su sexto libro.


Fulbert es plenamente feliz, el sistema le provee una vida encantadora. Sin embargo, la vida real sigue ahí, acechante, ineludible, y nada podrá evitar los imprevistos del destino. A través de doce cuentos, la autora invita a visitar un futuro donde conviven hologramas y avatares con humanos de carne y hueso, la añoranza con la fascinación por las posibilidades de la ciencia, la realidad objetiva con los mundos ficticios.


Alicia Fenieux, una de las pocas escritoras chilenas dedicada a la literatura de anticipación, se ha ganado un espacio en el ambiente literario local eligiendo como nicho la distopía, subgénero que habla de sociedades superadas por las tecnologías. “El bosque de Kai”, uno de los relatos de esta nueva entrega ya fue distinguido en el Concurso Internacional de Narrativa Ángel Ganivet, realizado en Finlandia.

Invitado

 

 

 

 

NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XX
XVII

Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.

Nicolás Boileau


Por Jesús I. Callejas


EL OTRO

¡Frente a frente! El tipo que avanzaba hacia el edificio y parecía nunca llegar está sentado en la butaca observándome de tal rojiza forma que se me erizan los hilos de los brazos y un ramalazo me sacude el Partenón de vértebras. Me ha provocado un susto del carajo verlo ahí, con su esmoquin negro y manos pálidas sobre los antebrazos del mueble regordete. Emergía del baño en mis viejos pantalones cuando percibí la silueta erguida formando L perfecta y enseguida su mirada antigua, agotada de un amarillo más solar que tísico, su monstruosamente amuecada sonrisa, los aplastados cabellos de sulfuro. Sin mover un músculo, estúpidamente dudoso, intento apelar en impecable sigilo al desenlace de la ventana… Nada, el camino se presenta limpio, aunque con una diferencia: aparenta avanzar en avenidas hacia el edificio con ademanes de breoso oleaje, originando en el sucio diamante de mi pecho las más grotescas taquicardias.

Pestañeo sigiloso tras percibir la mirada clavada sobre ambos ojos a la vez, o sobre mi frente; no lo sé. No puedo descifrar hacia dónde se enfoca. Tras la ventana se percibe ahora la silueta usual caminando en dirección al edificio y la respiración acompasada del hombre apunta a mis párpados. De pronto suelto un grito ronco y espero en guardia. Nada. ¿Un extraño caso de bilocación?, me pregunto tratando de disimular el temor ridículo. Su desconcertante sonrisa se suma a la mirada y al hálito infernal en lo que pierdo el equilibrio y me voy en tropezones yendo a parar contra un estante y aporreándome la pierna derecha. El tipo es como una estatua y al caminar yo de un lado a otro las canicas siguiéndome son lo único que se mueven en su pulcra pero, no obstante, repugnante carrocería ósea que se antoja de metal pulido. Me amparo en el sofá lejano: ¿Quién eres? ¿Demonio…vampiro… robot asesino… bugarrón sideral, extraterrestre? La sonrisa permanece cruelmente tallada en el blanquecino rostro, la mirada pretende anuncio de oasis no festivo.

 

Escáner Cultural nº: 
200