Cuento
LA BONITA (Relato)
Por: Mario Bahamon
¿Será cierto que la suerte de la fea
la bonita la desea?
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Sucesivos cuatrienios de estériles gobiernos tenían a Colombia convertida en un caos.
Inseguridad, corrupción y desempleo caracterizaban esta situación, calamitosa.
Cualquier día eran masacradas familias completas y el gobierno simplemente prometía tomar las medidas del caso. Los campesinos acosados por La Violencia y los préstamos agrarios perdían las fincas y migraban a los centros urbanos para engrosar los cinturones de miseria.
GOLPE DE LUZ
Desde Montería, Córdoba, José Manuel Palacios
"¡Oh lancinante algarabía de los humildes menesteres! Y de los bajos oficios.
¡Oh inacabable necesidad de las manos que ofrecen su trabajo!
¡Oh codicia fatal de las manos que reciben el trabajo!"
El sueño de las escalinatas.
Jorge Zalamea.
Una lanza de luz atravesaba la ventana y le daba directo en la cara. Pascual era un hombre viejo, de rostro ajado y moreno, pero bonachón. Era largo y por todas partes las arrugas le forraban los huesos. Cuando reía mostraba los dientes largos y le subía la alegría a los ojos como un gusano. La luz lo despertó y se sentó sobre la cama. Los pies descalzos sintieron el tacto de la tierra húmeda por el rocío del amanecer. Sentado se estrujó la cara y los ojos para despertarse bien. Se paró despacio, con pasos de viejo, y caminó hasta la mecedora donde tenía la guayabera blanca.
ARTE Y CULTURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
ENSAYOS
Cómo elaborar proyectos. Diseño, ejecución y evaluación y de proyectos sociales y educativos, de Hugo Cerda Gutiérrez (Editorial Magisterio); Ciudades escritas. Literatura y ciudad en la narrativa colombiana, de la profesora y poetisa Luz Mery Giraldo (edición del Convenio Andrés Bello, Mención de Honor en el Concurso de pensamiento latinoamericano, 2000); Crimen y violencia en América Latina, editores Pablo Fajnzylber, Daniel Lederman y Norman Loayza (edición del Banco Mundial y Alfaomega de Colombia); Procesos de investigación. Introducción a la metodología de la investigación y las competencias pedagógicas, de André Ouellet (Edit. Escuela de Administración de Negocios, Bogotá); Competitividad en la agroindustria colombiana: efectos de la apertura, de Mario Ernesto Garzón Gaitán (Centro de Investigaciones de la EAN de Colombia); Breve historia de la literatura del Quindío, del historiador y periodista Héctor Ocampo Marín.
LA BISABUELA LUCIA
Por: Ricardo A. Kleine Samson
- Sabe, hoy estoy recontento...Me escribió Matilda.
- ¡¿Matílda?!..¿Quién es Matilda?.
- La hija de mi bisnieta..
- ..La hija de su bisnieta,..seeeeria, suuuu chosnonieta. Claro chosnonieta.
- Bueno, entonces me escribió mi chosnonieta Matilda..
- ..¿Pero usted es muy joven para tener chosnonieta?
- No soy joven, soy eterno...
- ...Bueno, esta bien...¿Y se llama Matilda?...¿No será Matilde?.
- Como se va a llamar Matilde si es mujer. Matilde es nombre de varón y Matilda de mujer...
NOTAS DE ARTE Y LITERATURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
PREMIO DE TEATRO
La joven colombiana, residente en Madrid, Luz Amelia Peña Tovar, ganó el IX Premio María Teresa León 2001, entre 134 participantes femeninas del mundo hispanoamericano, con su obra de teatro "Un remolino en el río". Recibió estatuilla, un millón de pesetas y la Sociedad de Directores de Escena de España ha publicado su obra junto a los dos finalistas, Carmen Pombero y Lucía Laragione.
NO LO OLVIDEN
Se cumplen diez del fallecimiento del escritor colombiano, Pedro Gómez Valderrama, autor de la novela La otra raya del tigre y otros libros singulares.
VISITA AL ZOOLÓGICO (CUENTO PARA NIÑOS)
Por: Marie Clavel 1998
(Dedicado a Luis Matías y Felipe Andrés)
Por fin mi abuela cumplió lo que nos tenia prometido: llevarnos al zoológico a mí y a mi primo Luis Matías, que es mayor que yo. La "abueli" nos sentenció que si no nos portábamos bien nunca más saldría con nosotros, ante esta afirmación, tratamos de portarnos lo mejor posible.
Que fantástica fue nuestra primera impresión al detenernos frente al elefante, jamas creíamos que fuera tan inmenso, nos parecía mentira tenerlo tan cerca y poderlo observar. El cuerpo era enorme, la piel era gruesa, rugosa y de color gris. Los ojos en proporción eran pequeños y las orejas muy grandes, las patas se veían gruesas y firmes, comentamos con mi primo, que nos hubiera gustado que nos pusiera una pata encima.
EL REVÓLVER
Por: Víctor Montoya
El único recuerdo que guardo de mi adolescencia es el revólver Colt, cromado, calibre 38, que mi tío me dejó como herencia junto a una cartuchera de pecho, cuyas correas daban dos vueltas alrededor de mi cuerpo, por entonces con menos músculos que hoy y con más huesos por las privaciones de la vida.
Con decir que dormía armado, lo digo todo. Por las mañanas, al despertar con los gritos de mi madre, jugaba con el revólver, contemplándolo contra la luz que penetraba por la ventana. Vivía obsesionado por su forma y tamaño, sin comprender cómo un objeto maravilloso podía trocarse en peligroso. Acariciaba la culata, hacía girar el tambor contra la palma y me apuntaba el cañón contra la sien, como quien jugaba a la ruleta rusa.
-¡No te apuntes así, porque eso que tienes en las manos no es juguete! -gritaba mi madre desde más allá de la puerta-. Así se apuntó tu tío y así lo mataron. Un disparo en la cabeza acabó con su vida.
CLASE MAGISTRAL
Por: Enrique Gray
Soy un condenado mujeriego, eso es lo que soy. De nada me han servido las buenas lecturas: Platón, Rousseau, San Agustín. El único que ha logrado ejercer una rara influencia en mi carácter, es el holandés Erasmo, con su Elogio de la locura , vaya usted a saber por qué.
Bordeo los cuarenta y cinco. Contaré esta historia tal como ha ocurrido.
Sucede que cuando trabajo, especialmente cuando escribo, mi pasatiempo favorito, mi cabello asume un papel solidariamente activo: se me cae un mechón rebelde que me obliga a realizar ese ademán de adolescente que consiste en reponer en su sitio al racimo porfiado con frecuentes alisamientos de mano, proceso maquinal que roba escasos minutos pero que da un aspecto muy juvenil e inteligente, dos cualidades difíciles de hermanar hoy. Mi inconsciente se pasa diciendo esto a mi consciente en diálogo animoso: de ahí también por qué no me he cortado el cabello a la moda de astronauta americano, o "Punk", que sería lo más sensato. Pero como ya lo he sugerido, de sensatez poco me hallarán, si me escarban.
EL CAMBIO
Desde Argentina, Daniel Noseda
Anatolia no solo marcaba el ritmo de la casa, sino
también su estado anímico y los posibles cambios que en
tal sentido se gestasen.
Uno debía aparentar optimismo aunque no lo sintiese,
desgano cuando se estaba en plena efervescencia, o
cruzarse de brazos apenas iniciado un trabajo, si es
que el de uno no congeniaba con su espíritu o
contrariaba sus mutaciones.
A veces aparecían estados intermedios que permanecían
por varios días, entonces allí, la soga no apretaba
tanto.
RAIN
Por: Pablo Ponce
Estoy encerrado en esta pieza hace ya tres días. No me sienta muy bien esto de esconderme de las personas, mas aun, si te busca hasta tu propia familia.
Desde la ventana veo la cordillera de la costa, o más bien, un montón de cerros.
Están todos entre grises y morados.
Esta comenzando a llover...
- me duele la cabeza por tanto encierro, nunca me gusto estar así-
Nunca me he dado el trabajo de revisar toda la casa, he venido acá como cinco veces en mi vida, y aunque desde chico suelo ser bastante intruso, no tengo de ver nada.
MONÓLOGO PARA UN SUEÑO...
Patricio de la barrera H.
Santiago de Chile Agosto 2001.
Muchas cosas, se me pasan por la cabeza en este momento; mas, no puedo precisar con exactitud, lo que me inquieta. Debe ser la cesantía, que me tiene paralizado, en este cubo de hielo, congelado, no se hasta cuando; Invernando, en la maraña del sistema capitalista.
¿Realmente despertaré antes del fin?, ¿O la máquina me arrastrará con ella ?
Al gran choque final, que se viene encima; de ése, no se tiene vuelta. Quizás, sea esto lo que me preocupa, sabiendo que nada puedo hacer para evitarlo. Ahora, intento escribir unas lineas para un cuento, o lo que sea. La radio suena de fondo, y yo me suelto, y me quedo. Las ganas no me faltan y sigo en la lucha.
CIUDAD DE FEOS
Por María Teresa Rodríguez Almazán
Hoy amanecí con ganas de hacer algo diferente. Estoy harto de permanecer retrepado en este sitio haciendo guardia ininterrumpidamemente desde 1910; observando lo que sucede a mi alrededor o hasta donde me alcanza la vista, pero hoy la paciencia ha rebasado los límites de mi estoicismo y quiero contemplar aunque sólo sea por un rato algo distinto; que rompa el capullo de tedio que está a punto de sofocarme. Estoy hastiado de ver los mismos accidentes de tráfico, a los consabidos "mordelones" luchando por acabalar el gasto diario; las caóticas manifestaciones de causas perdidas; de oir las "mentadas de madre" y pleitos a la hora pico del congestionamiento vial; de observar los ligues entre jotos y/o mariquitas que abundan afuera de los Sanborn's o los Vips; a las secretarias -casi todas teñidas de rubio- perfumadas con Avon y forradas de poliester que a la salida de las oficinas se van con los jefes a tomar una copa y después a algún hotel de paso para desquitar las horas extras; a los tragafuego, limpiaparabrisas o malabaristas de cada crucero, que entre alto y alto se atascan de chemo o activo; a los vendedores ambulantes ofreciendo los diversos deshechos orientales; a los turistas de rostros insustanciales disparando sus cámaras sin cesar, etc., y, bueno, por algo tengo alas, y no sólo las de la imaginación. Al cabo estoy seguro que la gente ni se imagina que me puedo mover de mi sitio, y además son como autómatas que nunca vuelven la cara hacia el cielo, así que no creo que se den cuenta si me escapo por un rato. Asimismo, mis días de gloria quedaron atrás hace rato y ahora me he convertido en parte de la escenografía citadina, sin relevancia, así que creo tener el derecho para aventurarme y recorrer otros rumbos aunque sólo sea por una vez.
Tiempo de autenticidad a todo pecio
"There is a crack in everything, that's how the light gets in".
Leonard Cohen, en un poema de los últimos tiempos.
ALEF DE REDENCION
Por: Iair Menachem
sufren los que van despertando y descubren
que les robaron el antifaz y la mordaza,
y la máscara de crema de pepinos,
y sienten por primera vez el frío ese
húmedo de pura incertidumbre,
de pura provisoriedad
asolándoles lo que de tanto mostrar
ya creían su rostro.
SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO EN EL CINE
Desde Chiapas, México: Humberto Yannini Mejenes
Imagina un cine en penumbra, con unas butacas tan reconfortables como espaciosas, semivacío. Imagina, además, que nos sentamos en la parte posterior, donde en veinte hileras de butacas a la redonda no hay ni un alma. Sólo hay un vigía que eventualmente hace unas rondas con su lámpara sorda que irremediablemente anuncia su llegada a través de los espaciosos pasillos.
Llegamos cuando la película ha empezado. Nos sentamos e inmediatamente comenzamos a fajar con deleite. La penumbra nos cubre con su manto gris plomizo, lo cual nos permite irnos abrazando cada vez con más pasión.
PARANOIA
Desde España, Miguel Ángel Sánchez Valderrama
Mi amigo el vecino dicen tiene paranoia, dice que ve policías secretos allá donde se encuentre, y que no le parece broma pero dicen otros que tiene paranoia, la última vez que le vi, me topé con él en la puerta del ascensor y subimos juntos, estaba con el cerebro en alerta y espiando con su mirada el más mínimo detalle, aunque sea en el interior de la caja del ascensor, "no se sabe, hasta puede haber o cámaras ocultas o micrófonos". Pregunté que por qué esa obsesión de creerse "vigilado", "controlado",... como la Stasi, Gestapo..., si tiene un historial policial y judicial limpio, no sé si me expresé bien, o sea, que nunca has tenido problemas con la justicia ni has cometido robo o atentado contra la propiedad ajena o privada, o sea, que ya me entiendes, sí, me dijo que me entendía pero que no se sabe "cualquier día me acusa de algo".