Crónica

En nuestro país, en el siglo XII para ser más especifico, un fraile franciscano llamado Juan Antonio Navarrete escribió una obra, compuesta por 17 volúmenes en folio. Escrita a mano y con una letra compacta de hermoso acabado caligráfico. Obra que jamás mordió la maquinaria de imprenta alguna y cuyo destino final, según voluntad de su autor, era el fuego inexorable. Debido a que extraño azar el fraile Navarrete no cumplió su cometido se desconoce. Quizá no tuvo la entereza necesaria para echar al fuego tantas páginas escritas. También pudo ser que la muerte lo sorprendiera en alguna hora incomoda y repentina.

Fue en el puerto de Palos cuando me tope con el Moro Riquelme
(Rokokiki Buchi Sagredo) alias Kano Chupacabra.
El andaba buscando una tripulación avezada y piramidal.
Para emprender un viaje a los confines de la galaxia.
Mas bien a los confines de chimbarongo
pero queda mas allá de la galaxia del Pato Lucas.