El artista Víctor Hugo Bravo presenta la muestra YO BESTIA, en la que a través de varios trabajos objetuales, pinturas, impresiones fotográficas, video e instalación, plantea la desmitificación del rol masculino en la organización filial, familiar y educativa. La exposición se estará abierta en la Sala de Arte Mall Plaza Vespucio perteneciente al Proyecto Museo Sin Muros del Museo Nacional de Bellas Artes, entre el 21 de enero y el 18 de marzo. 

 

En este montaje el artista propone una obra desmitificadora de la organización filial, familiar y educativa dominante, compuesta por el padre y el macho. Estas figuras simbólicamente fuertes se encuentran en su pintura con diversos objetos, proponiendo el desborde ideológico necesario para emprender una  propuesta más dura, salvaje y anómala. Esta manera de inventariar el canon objetual del arte, híbrido y políticamente incorrecto, supone la interpretación de una historia política, criolla y popular llena de acertijos y maledicencias, autoritarismos y reglas pervertidas.

YO BESTIA, indaga en espacios subalternos en la producción del propio artista, estableciendo alianzas entre su plataforma estética argumentada desde las formas de poder, específicamente, las estéticas del maquillaje con el camuflaje militar y los reductos sordos de subjetividad. Abordando la idea de lo monstruoso, construye ambigüedades y equívocos que hacen indefinible ese linde entre lo humano e inhumano, no solamente situado desde la deformidad como exterioridad de lo bestial, sino encontrando distintas maneras, imágenes y formas de argumentación de lo horroroso en lo social.

 

Los elementos visuales se elaboran a partir de factores preceptúales que deconstruyen la mirada de lo cotidiano, para trasladarnos a espacios lúgubres, donde asociaciones textuales, cruces formales y percepciones erráticas inviertan el esquema político social directo de su trabajo, en una encrucijada abyecta fijada fundamentalmente en la ambigüedad de todo sentido. Desde la precariedad de los materiales a la polución de imágenes maltrechas elabora nuevas construcciones de sentido que cultivan el disfraz de un clasicismo desviado, bizarro y barroco en su total. La exposición se construye a partir de varios trabajos objetuales, pinturas, impresiones fotográficas, video e instalación.