Galería BECH presenta su nueva exposición Water Resistance de la artista Claudia González que se inaugurará el próximo viernes 14 de octubre a las 19:30 hrs. La muestra es una instalación escultórica objetual donde se aborda la relación del agua y la electricidad a través del sonido.

 

El agua y la electricidad comparten un espacio de necesidad recíproca que las atrae y repele, una juntura que en el ejercicio cotidiano y ante la presencia de hombre aparenta ser antagónica e imposible, temeraria y peligrosa. Al mismo tiempo constituyen la sustentabilidad de la vida como también la amenaza antojadiza de su descontrol y descuido. Por otro lado, el agua y la electricidad se presentan en la base del desarrollo de la ciencia y la tecnología, siendo un medio y un fin en si mismo el control y cuidado del agua tanto para la producción de energías como también para la conservación de la vida. 

 

Así el control que históricamente ha ejercido el hombre sobre la naturaleza a través de la construcción de diversos artificios basados en los estudios e investigaciones sobre el agua, determina metafóricamente el vínculo establecido por el arte, sus técnicas y la tecnología. Produciéndose una asociación y analogía en los procesos de desarrollo, especialización y transformación de la ciencia. 

 

En este proyecto la operación de articular en un mismo dispositivo el agua y la electricidad constituye un gesto cuya relevancia implica dar forma y carácter poético a sus atributos químicos como sustancia conductiva, sus efectos simbólicos y físicos sobre el ser humano. Si el agua es signo de limpieza, claridad, pureza y purificación, fuente de renovación y vida; es también significante de bienestar con el que el cuerpo humano está proporcionalmente en absoluta dependencia. 

 

El agua como signo de lo natural es abordado desde su dependencia vital pero también es cuestionado a partir de los sistemas de control que se ejercen en ella para administrarla y explotarla como recurso productor de electricidad. En este sentido el mecanismo técnico empleado en Water Resistance da cuenta de ello a partir del sonido en diferentes rangos de frecuencias tonales y atonales, de una manera completamente efímera y cambiante, azarosa entre comillas que expone el agua en su dimensión cíclica, inmaterial y transparente, donde la caída, la corriente y el flujo determinan el patrón rítmico y el espectro sonoro de la obra.

 

Así Water Resistance se instala en medio de esta relación, activando las diferentes posibilidades de significar el agua como materialidad física sonora y como sustancia con propiedades químicas que repercuten al hombre en su interacción con ella. La exposición del agua en contacto con la electricidad en un aparente riesgo, juega un papel fundamental para reflexionar la relación entre naturaleza y artificio como también la triada arte, técnica y tecnología.

 

Ficha técnica: 

 

Water Resistance es una instalación objetual escultórica compuesta por 3 estructuras mecano de color gris, cada una de 92 cm de largo por 63 cm de ancho y 2 m de alto. Iluminadas desde el techo de la sala con una luz cálida y focal.

A la altura de 1 m, se instala en el interior de estas estructuras, un recipiente de acrílico transparente de 62 cm de largo por 91 cm de ancho y 30 cm de alto. 

 

Cada uno de estos recipientes tiene agua en su interior y una bomba que hace recircular el líquido a través de una manguera transparente elevada hasta la altura máxima de la estructura mecano. En la parte superior, la manguera tiene una serie de filtraciones que dejan caer el agua sobre los recipientes de acrílico.

Sobre el nivel del agua se inserta una tapa de acrílico transparente con perforaciones y 120 terminaciones metálicas redondas a través de las cuales fluye el agua y vuelve al recipiente.

 

Bajo los tres recipientes, a los 90 cm de altura de la estructura, se instala una bandeja con 9 circuitos electrónicos, tres para cada módulo con agua. Cada uno de estos circuitos posee  6 parlantes dispuestos en relación a los circuitos. En total se instalan sobre la bandeja 54 parlantes junto a los 9 circuitos.

 

El funcionamiento de estos circuitos es activado con la caída del agua sobre las terminaciones metálicas, las que en contacto con el agua generan un valor de entrada en los circuitos, tal como si fuera un potenciómetro o resistencia variable. El microprocesador del circuito interpreta estos valores y los traduce en señales de audio de diferentes frecuencias.

 

Las frecuencias están divididas en tres tipos de sonidos: atonales, tonales graves y agudos, escuchándose polifónicamente de acuerdo a la velocidad del flujo y de la caída del agua.

 

Las tres bombas de agua tendrán a su vez un temporizador que encenderá y apagará cada 1 minuto y un controlador de velocidad automatizado para controlar la velocidad del motor. 

 

Estas determinaciones tendrán directa influencia en la relación del agua y el sonido, estableciéndose diferentes tonos y patrones sonoros.

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Claudia González (1983), es Licenciada en Bellas Artes con mención en Gráfica, Universidad Arcis (2008) y Candidata a Magíster en Artes Mediales, Universidad de Chile (2011), tiene un Diplomado Lutería electrónica, Pontifica Universidad Católica, (2011). Ha expuesto colectivamente entre otras en: Concurso Latinoamericano Juan Downey 7ªBienal de Video y Nuevos Medios, MAC Quinta Normal (2005); En el lugar, el momento y la circunstancia precisa, Galería Balmaceda 1215, (2006); VIDEA”, Galería Kiosko, Santa Cruz, Bolivia, (2008); Interacción Glitch" Instalación Interactiva, MAVI, MAC Quinta Normal y Sala de Arte Fundación Telefónica. (2008). Muestra de video arte Latinoamérica VideoSur, Boston, Williamsburg, Brooklyn, Nueva York, EE.UU., “Mapa de Ruido” Co Performance Chimbalab en Festival de Arte Sonoro Tsonami, Plaza de La Matriz, Valparaiso; “Proyecto Emisora” (Chimbalab) Exposición Colectiva “Dispositivos Portables”, Museo Nacional del Bellas Artes, Mall Plaza Vespucio.