HOPPER: V. EL ESTILO AMERICANO
HOPPER: V. EL ESTILO AMERICANO
Por Mario Rodríguez Guerras
The American way of art
USA no tiene mitos a los que recurrir ni hijos pródigos a los que perdonar pero, tampoco, los desea porque todos ellos son figuras importadas del extranjero. Lo que los americanos sienten como suyo, y muestran a través de obras como las de Hopper, son los territorios conquistados, la paz establecida y las comodidades que proporciona la prosperidad económica, elementos completamente materialistas pero, a través de ellos, un espíritu sensible puede ser capaz de expresar ideas trascendentales.
La cultura americana se caracteriza por un apego a los fenómenos y un menosprecio de las ideas. Los fenómenos se representan en el contenido; las ideas, en las formas.
Esto es lo que hace Hopper, trasmitir con los medios artísticos americanos un sentimiento universal, y bien poco americano, pues lo único que aprecian los americanos es el valor material, digamos, social, económico y personal de todo, también de los sentimientos de los hombres. Hopper refleja las conquistas de su sociedad en el contenido; y renueva las formas tradicionales con el espíritu nacional.
El estilo americano
Es muy probable que se pueda establecer una relación entre las formas de los estilos de las vanguardias europeas y las que aparecieron en los primeros años del siglo XX en USA. Esto ha de ser así porque la generación de formas obedece a unas causas que son siempre las mismas. En el caso europeo, el desarrollo de las formas artísticas fue creado por el análisis racional de la obra, lo cual llevó a que el arte prácticamente careciera de contenido y a que la única información que proporcionara el arte fuera la propia forma del arte.
En USA, no se produce una conceptualización de las formas del arte, y esta es la diferencia que existe entre el desarrollo artístico en Europa y América. Lo que ocurre en los Estados Unidos es un proceso de racionalización pero de otra índole, de índole social. América está pendiente de su propia existencia y lo que los americanos conceptualizan es esa vida americana.
Por eso, el análisis racional del arte que hace Europa muestra los componentes del arte, mientras que en USA, el arte muestra los elementos de la cultura americana. Europa conceptualiza la forma; América, la información, la realidad representada. Los artistas americanos no fragmentan el mensaje en sus partes, lo que fragmentan es la vida que reflejan.
Por eso, en primer lugar, su pintura es realista, porque continúa con una tradición de ideas que no cuestiona porque no sabe, aunque la modifica, es decir, la hace evolucionar. Y, en segundo lugar, a diferencia de lo que ocurre en Europa, lo que aparece fragmentada es la vida que aparece representada. Este artista muestra los sentimientos, aquel, las labores cotidianas, otro, las construcciones o los edificios industriales o la tecnología que han desarrollado. De tal forma, que esa pintura realista es incapaz de representar la vida, porque no pinta la vida, pinta aspectos de la vida. Los americanos eran tan racionales como los europeos, solo que a ellos nunca les ha interesado el mundo de las ideas y las formas del arte pertenecen al mundo de las ideas. A los americanos les interesa el fenómeno, por ello, lo que les interesa es la información que ofrece el arte. En su creación artística, la información es lo que determina la forma, es decir, la evolución del sentimiento de ser emigrante a tener consciencia de que se es un ciudadano natural es la “idea” que ocupa el pensamiento en América del norte y esa idea debe encontrar una forma adecuada de expresión. Pero esa expresión debe mostrar la misma evolución que ha mostrado la conciencia de sus habitantes, es decir, debe mantener en esencia las formas artísticas existentes para trasformarlas según su propia trasformación. En definitiva, el cambio de sentimiento y el cambio de expresión deben ser coherentes. El emigrante adquiere consciencia de ciudadano natural; y las formas artísticas imitan la evolución del pensamiento en América y no la evolución en Europa.
Europa tiene una existencia y unas formas artísticas propias que se desarrollan paralelamente mostrando una continuidad con su historia. El arte americano parte de unas formas europeas y de una existencia americana. América apenas tiene historia y las formas artísticas no pueden evolucionar con unos condicionamientos europeos que allí se desconocen. El arte evoluciona según una orientación y la orientación se la proporciona la consciencia de pueblo adquirida recientemente y lo hace a través de los conceptos originados por los hechos que han configurado la idiosincrasia americana, sin entrar a valorarla.
El cientifismo llevó en Europa a analizar los elementos de la representación, en USA, a analizar los elementos de lo representado.
En Europa, el estudio de la forma de expresión era la idea que preocupaba a los artistas. Aquí, fue la forma la que demuestra en el arte su influencia sobre el contenido. Los americanos, emparentados con los europeos, muestran formas artísticas diferentes debido a que atienden problemas diferentes pues el arte sigue siendo expresión del sentimiento del hombre y, aunque europeos y americanos posean la misma naturaleza, las circunstancias distintas les provocan distintos sentimientos.
Los americanos recogen el sentimiento de su pueblo y lo representan en sus obras pero la forma de realizarlo es generando el concepto de ese sentimiento. Lo primero, genera la cultura popular y, lo segundo, el arte culto. Los artistas americanos de principios del siglo XX deben conceptualizar la sensibilidad popular para poder representarla como, por su parte, estaba haciendo el pueblo.
Los artistas americanos poseen distintos grados de utilización del conocimiento racional o sensible. Los estilos que hacen referencia a la existencia humana son más sensibles, mientras que los que resultan más conceptuales, son más racionales.
Además, podemos decir que hay una equivalencia entre estilos americanos y europeos en función del principio que les inspira. El sincronismo, el precisionismo, el regionalismo y el realismo (The Ashcan School) se podrían vincular, respectivamente, con el arte abstracto, el cubismo, el surrealismo y el expresionismo debido a que muestran el color, la línea, la existencia y los conflictos interpersonales.
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