ARTE DE-RAÍZ REINVENCIÓN-BÚSQUEDA Consulta-diálogo internacional (Parte 3)
Ehrenberg, Códice aerocriptus
Arte de-Raíz
Reinvención-búsqueda
Consulta-diálogo internacional (Parte 3)
César Horacio Espinosa V.
Para el gran pionero de las
nuevas artes en México,
Felipe Ehrenberg
¿0-0? Las opiniones están encontradas en esta Consulta-Diálogo… En buena dialéctica, ha habido conceptualizaciones que se muestran escépticas sobre una posible revitalización de este ejercicio experimental poético, aunque consideran que es una práctica valiosa por estar ajena a los intereses de la compra-venta… Y aparece un cierto bloque “optimista” que plantea la posibilidad de un reenfoque de raíz del propio ejercicio artístico-literario, reconstrucción desde los cimientos para cobrar una tamizada forma abierta-cerrada de estar presentes sin hacer presencia.
Daniel Daligand, s.t., s.f.
Esta consulta-diálogo alusiva a la vigencia y revitalización de la poesía visual-experimental-expandida, que inicié a finales de mayo pasado, se ha convertido en una práctica periodística mediante su publicación aquí, en Escáner Cultural, como una secuela de entrevistas y breves comentarios míos. Hasta hoy han llegado 75 opiniones de 15 países. Va aquí, pues, otro conjunto de opiniones/mensajes. (Y el temario-cuestionario aparece al final de este reporte.)
La Poesía Visual forma parte del abigarrado conjunto de elaboraciones que surgió dentro-fuera del arte a fines de los años 50 y los 60, el cual también fue refundido y redefinido en el marco de las neovanguardias, el neodadá y la imposición de la escuela/mercado de Nueva York como el centro hegemónico universal (en el mundo dividido de la Guerra Fría). Sus principales disparadores fueron la Poesía Concreta brasileña-europea y la Poesía Visiva italiana, además de otras iniciativas menos reconocidas.
Bíró József, s.t., s.f.
Y sí, sus antecedentes son milenarios desde las raíces de la escritura, aunque en los tiempos históricos data de la época helenística (siglos IV a I a.C.) con la technopaegnia, el caligrama, que perduraría en los siguientes épocas de la humanidad.
Al llegar al siglo XX formó parte de los diversos movimientos de las vanguardias históricas: el simultaneísmo, cercano al cubismo; las “palabras en libertad y la fractura del lenguaje en el futurismo; el zaum o cubofuturismo ruso, a partir de expresiones populares, vernáculas; los poemas pancarta y murales del dadá, el lanzamiento del collage; los caligramas e ideogramas de Apollinaire; el creacionismo y el ultraísmo con Huidobro y Borges; el constructivismo ruso, cercano a los formalistas, y el rigor de la Bahaus.
Paralelamente, se dieron acercamientos, a veces encontrándose y en otras echándose chispas, con la publicidad y los medios de masas, la producción masiva, el consumismo, el art decó, el kitsch, el styling, el arte político, la cultura de masas y el arte desde sus varios cambios de piel, en ocasiones fundiéndose-rechazándose en una síntesis imposible/implacable.
El arte en tiempos de Trump
O sea, la ignominia y lo atroz. Montado sobre flagrantes mentiras y cruentos improperios (que han imantado a las masas de WASP (blanco, anglosajón, protestante), Trump está a punto de acabar con la democracia, ya de por sí plutocrática, en EE.UU.
Pareciera, de entrada, que lo último que debiera preocuparnos sería el energúmeno que arrasa con la cristalería en Estados Unidos. En buen sentido, eso sería lo correcto, pero resulta que si tal risible simulacro de Adolf Hitler triunfa o no, su huella ya quedó grabada a fondo en la potencia predominante y su influencia globalizadora.
Bajo tal clamor de racismo a fondo y autoencerrado entre muros, ya ha penetrado en los designios que conforman el arte y las mentalidades del orbe, al formar parte de la escena igualmente irracional/visceral que moviliza al racismo y la intolerancia con el “brexit” en Inglaterra, las hordas de Le Pen en Francia y los demás movimientos ultras, fascistoides, que brotan en las diversas naciones de la Unión Europea. Son clave y punta de lanza del asalto de las potencias en Siria y la rabia del poder musulmán del ISIS. Ese es nuestro actual reto, sin vuelta de hoja.
A. Agrafiotis, s.t., s.f.
Simplemente, cabría pasar revista a la hegemonía norteamericana desde los años 50: expresionismo abstracto, minimalismo, abstracción postpictórica, pop, conceptual… Literalidad de los objetos y culto a la desmaterialización, cero comentarios e interpretación, despolitización apegada a la filosofía analítica, neopositivista, que exportó al mundo entero… Luego vendría el circo posmodern, pero también surgieron los feminismos, las artes del cuerpo y accionismos, el arte expandido de Beuys, el post-colonial. Final y principio de siglo. Ahora el desafío es la “yihad” trumpiana aria-gringa y sus secuelas vistas como “¡USA contra el mundo!”
Pasemos ahora revista a la Consulta-Diálogo:
SOBRE ESTADOS DE ÁNIMO NEOLÓGICOS Y
UNA QUE OTRA OCURRENCIA MÁS…
Chicago, 1983-84
Felipe Ehrenberg, México
Desde que tengo memoria he ponderado de mil maneras en torno a La Imagen. No en torno a los materiales, los soportes o las técnicas, sino a La Imagen, a secas. Mi curiosidad que es casi infinita, me impulsa a intentar descifrar el universo que habito de manera visual. Mi universo es imperfecto en su contundente totalidad. Me envuelven sus infinitas bellezas pero también me envuelven sus apabullantes injusticias. Como no lo entiendo, busco expresarlo.
Ehrenberg, s.t., s.f.
Para eso no tengo más que mis ojos. Y claro, mis manos, cuyos dedos blanden, por igual, un pincel, un cincel, el botón de la cámara fotográfica, el pad de mi Mac. Siendo como nací, concibo al universo como imagen. Otros lo entienden como palabra, otros como sonido, otros como movimiento. Intrigado por este universo/imagen, he vivido la vida explorando su vasto territorio, en el cual las imágenes se hacen y se transforman.
Quiero precisar. No soy pintor, ni fotógrafo ni escultor ni escritor ni músico. Soy muy simplemente alguien que explora cualquier medio y lo usa para crear, para crear algo, y a través de ese algo intentar comprender cómo y por qué las imágenes, cuando se transforman, nos transforman. Al mostrar mis algos busco entender cómo éstos transforman a mis semejantes. Por eso, tal vez, me describo como neólogo.
Para los neólogos, para quienes buscan aprehender con los ojos y traducir el universo, todo –absolutamente todo– se vale, pues a final de cuentas traducir también es crear. Los ortodoxos insisten en que para poder crear es necesario regirse por dogmas. No sólo esto, insisten en imponer sus reglas. Lo cierto es que para explorar no hay reglas. Hay disciplina, hay método, hay tenacidad, hay habilidad, sin duda alguna. Pero no hay reglas a seguir. Eso, precisamente eso, es lo que entiendo por arte.
Aún hoy, no es nada sencillo hablar de lo que alguna vez se llamó –y quizá pueda seguir llamándose– la neográfica, entendida ésta como la que se distingue de técnicas y prácticas tradicionales, como el grabado en madera y metal, la lito- y la serigrafía, la fotografía.
Como todo, la neográfica en sus orígenes fue elemental, consistió en mimeografías y fotocopias. Es increíble, pero en la actualidad ya no hay límites técnicos.
Entre muchas cosas más, lo que la neografía logró hacer, aún sin proponérselo, fue establecer las bases conceptuales para pasar de la creación analógica de imágenes a la creación digital. Al hacer esto, la neográfica fue creando signos, códigos, conjugaciones y declinaciones visuales que se constituyeron en lenguajes de fundamento para entender y expresar al mundo. En pocas palabras, la labor neográfica abrió las compuertas para el torrente de posibilidades visuales que hoy nos sirven para interpretar desde el arte la mutante realidad que nos rodea.
Ehrenberg, mural de tarjetas postales, 1970-72
A la fecha, la neografía ha caminado por senderos en verdad interminables. Ha cambiado mucho la tecnología que usamos para hacer, para ver y para compartir imágenes fotográficas. Lo que nunca cambiará es la manera en que la tecnología transforma a las imágenes (y recuérdese que un pincel también es tecnología), cargándolas de información y significados que se añaden muchas veces a pesar de las intenciones de quienes las toman, de quienes las trasmiten o de quienes las redistribuyen. Por eso tampoco deberá cambiar la intención de quien hace las imágenes y el control que debe mantener sobre ellas para asegurarse que lleguen a quienes están destinadas.
Aunque los orígenes de la travesía de la neografía hayan sido relegados al olvido, vale la pena reiterar que su importancia estriba no tanto en las herramientas y materiales (hardware) sino en los conceptos (software Y CONCIENCIA) que conducen a los neólogos a alejarse de la ortodoxia, a romper terreno, a desobedecer a los necios que insisten que el arte debe permanecer en cómodos pasados para no hablar de la vida presente.
La desobediencia en el arte y seguramente –no nos engañemos– ¡en todo el devenir humano! surge cuando las reglas dejan de ser guías y se convierten en restricciones, en dogmas que inhiben la creación. La poesía visual, hermana de la neografía, reta de manera frontal aquellas definiciones dentro del arte que aceptan sólo procesos y técnicas tradicionales a exclusión de nuevos hallazgos. Solo la desobediencia libertaria y disciplinada nos puede conducir a privilegiar el imperio de la imaginación por sobre la dictadura de la tradición. La única razón que me justifica ser artista es el poder metafórico del arte.
Textículo armado a vuela pluma (pero con cariño) a punta de retacitos hallados en otros textos…
Felipe Ehrenberg, Ahuatepec, 23 de agosto de 2016
Ehrenberg, Tzonpantli, 2015
Martínez, Cielo dadá
Maribel Martínez, Argentina
1. La poesía visual actual como convergencia y cruce multidisciplinar seguirá expandiendo su sentido desde sus bases originarias, si se es capaz como productor o espectador perceptivo, el artista, de poseer una capacidad de apertura fortalecida y con anclaje, en que el mundo se va transformando, acorde al siglo XXI, y el sujeto creativo encarnado en estos posibles cambios e influjos de los transmedia y soportes tecnológicos, no quiebra ese estado áurico ni lo desacraliza, sí, se evidencia un otro nuevo abordaje que como seres temporales necesitamos aceptar. Y nada tiene que ver con un simple consumo de imágenes o instinto voraz con fin viralizador.
¿Por qué? Pues el sujeto artista genuino que desarrolla su hacer en el campo de la poesía visual experimental, confirma con inmensa plenitud su espíritu innovacional, en ese intercruce de imagen y zona textual, mas con una mirada profunda, sensible, casi sagrada y que en muchos de los casos es superadora. En mis poemas visuales, como especificidad, trabajo la foto poesía, impregno y apunto hacia el logro de una poesía visual en un terreno de genuina actualidad, en la utilización de todos los recursos que la tecnología y el mundo de las redes me ofrece, sin despojar los hallazgos en mi obra de un tinte que muchas veces se redirecciona a temas de ritual, lo amoroso, lo cultural o lo auto referencial en un permanente juego de conceptos y soportes varios. El manipuleo y el consumo es un cuerpo vacío, repeticional y hedonista que no se instala más que en el hartazgo.
Martínez, De cruces y perlas de paz…
Y una como artista tiene que conocer el camino hacia la construcción de una Poesía Visual Experimental sin trampas, o engaños. Muchos somos capaces de tomar una diagonal que nos conduce más allá del uso de imágenes y new media, hacia un territorio de certezas y alto respeto a sus orígenes, más con la ideología que el sustrato de la Poesía Visual puede en muchos artistas generar producciones, sin romper la esencia, aunque se recorra la desmaterialización. El mundo avanza, otras miradas y almas nos sumamos sin perder la posibilidad de una buena convivencia con un enfoque más convencional del género poético visual. La mixtura es posible, de allí a perderse de ruta hay una gran distancia.
2. Aun en esta mitad del siglo 21 yo creo con convicción que no todo es banal ni gira en torno a artefactos vacíos. Es la mirada, esa una otra mirada intensa, critica, inteligente y desbordante de arte, la que no validará lo banal o de puro maquillaje a otro estadio. Siempre y en el caso que los elementos constitutivos de lo banal, si, se constituyan en objeto constitutivo la mirada del artista correo. Pues sería su desafío. Sino podríamos entrar en una arrogancia discriminadora, que rechaza los modos accionales diferentes y diversos, en puro espectáculo.
Martínez, Místicamente para ti
Y yo en lo personal, no tengo esa estructura de negar otros modos significativos. Así este sea la circulación reproductiva o de la mediatez. ¿Por qué generar juicios de valor a avances epocales? Siempre en estos géneros o variantes será importante profundizar lo conceptual. Esa es la Venusina matriz del arte correo. Ahora bien, lo especulativo tiene relación con el sujeto ambicioso y desmedido que no opera con el corazón, sino con él a su a supremo del triunfo y ese es otro tema.
La cuestión de entrar, tarde o temprano, en las modas es inevitable. Será la actitud del artista y su contexto, de producir arte correo desde y hacia el corazón y el pensamiento. Ahora bien, seríamos muy tajantes, crueles y duros al disparar munición pesada a quien recurra al mercado. No somos dioses. Los artistas saben el horizonte de sus vidas. Todo se va transmutando, modificándose, mutando y a veces las reglas y estatutos también. Lo valioso será siempre en el arte correo, si está el hilo dorado del compromiso y la comunicación sin fronteras.
Especialista y Licenciada Maribel Martinez. Artista y teórica multidisciplinar. Poeta visual, artecorreista, instalacionista, fotoperformer y fotografa experimental. Docente e Investigadora universitaria. (Abrazo).
Mayer, Sábado
Mónica Mayer/Víctor Lerma, México
1. No pude contestar por TODAS las artes plásticas o visuales en general, pero sé que sigue habiendo trabajo que me interesa y del que aprendo. A veces es porque está comprometido con causas que me mueven, como el feminismo, causando controversia y sacudiendo conciencias y otras porque a partir de necesidades propias y reales están redefiniendo lo que es arte. Me parece que mientras la poesía visual y experimental expandida y las artes visuales sean producto de investigaciones verdaderas y profundas no peligran.
Mónica Mayer y Víctor Lerma
2. De entrada no estaría de acuerdo que el arte en 2016 cae bajo lo banal. Hay mucho arte banal y propuestas que sólo buscan colocarse en un mercado. Sin embargo, no hay un arte contemporáneo, sino muchos artes contemporáneos y ante la crisis política, económica y ética en el país, hay muchos artistas y trabajadores de la cultura trabajando de manera cercana a activismos, a la resistencia, a las pedagogías, etc. No sé si el arte correo se vaya a retomar, lo cual me parecería muy bien aunque el correo en México es cada vez menos funcional, pero las redes sociales son una estructura similar que se está usando para distribuir el trabajo artístico.
SOBRE LA POESÍA VISUAL-EXPERIMENTAL
Bennett, 2015
John M. Bennett, E.U.A.
La poesía visual-experimental tiene una historia muy muy larga. Tiene, a mi manera de ver, una tradición suya, paralela a la tradición de la poesía establecida/oficial. La poesía visual, es decir, la poesía que da énfasis en lo visual, o lo totémico, o lo talismánico de la lengua escrita, se ha hecho desde los orígenes de la escritura de nuestra especie. Por eso no creo que haya peligro de que los poetas no podrán seguir por esa vena en cuanto sobreviva el ser humano. En rigor, la cuestión fundamental es de que si el ser humano va a poder sobrevivir en absoluto, dada la degradación ambiental que hemos creado sobre la tierra.
Una de las características de esta tradición de la poesía “no-tradicional” es que se ha fomentado al exterior del mundo de las poesías más conocidas, aceptadas, y/o institucionales. Quiere decir esto que es un arte que tiene un valor monetario muy bajo, y por eso es invisible a grandes sectores de la población alfabeta en general. Claro está que hay desventajas en esto, especialmente para el artista que no tenga otra manera de ganarse la vida.
Bennett, s.t., s.f.
Pero al mismo tiempo creo que es una gran bendición. La experimentación y la libertad de expresarse son más posibles y más fuertes en un ambiente donde el artista no tiene que dar gusto a nadie para incrementar sus ventas u otras formas de apoyo, ni tener que dar gusto a los los criterios mortíferos de una institución. Así, para evitar restricciones ideológicas y mantener un criterio libre para la crítica estética, histórica, social, y cultural, el artista tiene que mantenerse a las afueras de las estructuras sociales y estéticas dominantes de su tiempo y lugar. Es esto uno de los papeles más importantes del artista o poeta experimental.
13 de abril de 2016
Thorton, Drawing 5
Alejandro Thorton, Argentina
¿Cómo una práctica tan interdisciplinaria, híbrida en su adn, no logra desde sus hacedores (esto es una apreciación personal y en mi contexto de social/geográfico) ampliar el campo de acción y reflexión en cuanto a su práctica?
Parecería estar en nosotros la falta de hibridación con otros campos (no así entre pares). La poesía visual siempre nos muestra nuevas formas de construir, hacer y sobre todo ver el mundo y ésta pareciera ahora no moverse dentro del límite que se le ha, o le hemos, armado.
En lo particular, por moverme dentro del campo de las artes visuales veo en los últimos años, diez al menos, toda una cantidad de obra y artistas con amplio reconocimiento y ya probada y/o legitimada actividad por parte del establishment, curadores, museos, e incluso ferias de arte (una curiosidad a pensar en otro momento), que hacen/producen/desarrollan un arte ligado a lo conceptual (aparentemente) pero sobre todo ligado a la palabra y su visualidad.
Thorton, Global my ass (2002)
Ni qué hablar con lo que sucede en otros campos aparentemente tan ajenos como el diseño gráfico, la publicidad, por poner ejemplos o todas las nuevas prácticas que tienen que ver con las nuevas tecnologías y prácticas comunicacionales (desde Internet hasta snapchat por poner otro ejemplo). O lo que sucede con artistas, poetas o hacedores de otras lenguas. (Esta pareciera ser otra barrera que se mantiene aun cuando hace ya tiempo las fronteras geográficas parecieran haberse borrado.)
Y qué pasa con esto.
Aparentemente nada, como bien tú dices, mutismo e inercia.
Estimado Cesar, creo una tarea difícil armar un pensamiento refrescante o renovador con respecto a estos temas que se establecen cuando los puntos de vista parecieran no variar (y asumo mi parte en eso). Pensemos en Burroughs, que señalaba hasta qué punto el lenguaje controla, determina y restringe los significados de las cosas “El lenguaje ejerce el control sobre los seres humanos y los encierra en patrones de percepción y pensamiento convencionales”.
En este sentido puedo decir quienes nos dedicamos a esto tenemos suerte. La poesía visual implica una forma de pensar y ver el mundo diferente (y que no es propia sólo de ella). Nos da una intuición ante los convencionalismos. Si escribimos diferente, leeremos diferente y pronto entenderemos al mundo de diferente manera. La Poesía Visual es para mí justamente eso, una suerte de máquina de guerra contra los convencionalismos propios y ajenos, impuestos y/o aceptados.
Thorton, 2013
Creo, Cesar, es momento de mirar adelante, al futuro y a las nuevas generaciones que por suerte no respetan nada ni saben de historia, pero están profundamente comprometidas con su quehacer y sus ganas de cambiar el mundo.
(Curiosamente, esto se da en tiempos en que la imagen deja su reinado de años para dejar al texto en primer plano. O alguien tiene dudas de que hoy en el mundo se lee más que antes, diferente pero más.)
Ibirico, s.t., s.f.
Antonio Sáez Ibirico, España
1. La poesía visual va “in crescendo”, paralelamente al desarrollo de las nuevas tecnologías, por lo tanto, no sólo sigue ajustando su base, sino que se beneficia de estos medios utilizando a su favor la diversidad y la abundancia de contenidos poniendo a su servicio, además, la técnica para acrecentar la creatividad y la difusión de la obra en sí.
Ibirico, s.f., s.t.
2. Creo que no es necesario prescindir de la ley del valor… Actualmente, pueden convivir perfectamente tanto las prácticas artísticas especulativas cómo las que no, y en esta última, en la que se sitúa el arte-correo, sigue vigente… ( pero no tan activo como en el periodo que fue de los años 60-90), algo que ya le auguraba yo, hace años, a mi colega Clemente Padín, creo que en cierto sentido nos hemos vuelto muy cómodos por culpa de las redes sociales (por lo menos yo..).
Ibirico, s.t., s.f.
Daligand, s.t., s.f.
Daniel Daligand, Francia
1. De hecho, la poesía visual-experimental es la última realidad, ya que es completamente artificial: el reflejo de nuestra mente y nada más en el tal llamado mundo real que no tiene más realidad. Es la visión interna que tenemos de nuestro mundo y es la única realidad
Daligan, s.t., s.f.
2. Bueno, no entiendo claramente cuál es el problema. Somos libres para crear y distribuir de nuestra producción, que es nuestra visión interior del mundo; podemos rechazar la ley del valor, podemos utilizar todo lo que nos gusta. Si no estamos de acuerdo con el mundo real (la economía, la política, la religión, el poder ...) somos libres de expresar nuestros sentimientos y tratar de hacer historia y cambiar este mundo con nuestra poesía, sea visual o verbal. El academicismo o la ficción popular son nulas. La poesía es la última realidad más allá de la realidad.
Daligand, s.t., s.f.
María Lilian Escobar, Argentina
Pregunta 1. En primer lugar la explosión visual, la imagen como realidad inscrita en una pantalla donde no hay realidad ni imagen, donde no hay sacralización, es el no lugar de todo acto poético y del arte en general.
La poesía no pertenece al ámbito de los mass-media, no es social comunicacional en sentido restringido de lo popular y masivo identitario, jamás se presta a la comprensión o el intercambio sostenidos por el código de la lengua.
Es, por el contrario, social comunicacional en el sentido fundante y creador del lenguaje. La poesía comunica por su naturaleza ontológica a través de la percepción y el pensar meditante, desterrando a los condicionamientos que imponen los nexos lógicos y racionales.
Es por eso que la poesía, llámese o no experimental, fluye y se construye en su propio ámbito, que es el no lugar del mundo, puesto que la poesía es extraña a él. Es ese espacio donde se extravía de él a través de un lenguaje-pensamiento que no persigue fines ni insiste en la determinación de una verdad.
“El instinto más poderoso del hombre es entrar en conflicto con la verdad, y por tanto con lo real”. (Jean Baudrillard, El Crimen Perfecto, Cap. El Pensamiento Radical, Anagrama 1997).
“El mundo tal cual es –que no es en absoluto «el mundo real»– se oculta perpetuamente a la investigación del sentido, provocando la actual catástrofe del aparato de producción del mundo real” (Baudrillard – La Ilusión Radical, Anagrama 1997).
La función comunicativa (acto del Habla) permite hacer cosas con las palabras, es decir, la lengua usada de manera creadora y esto es el devenir, el ser y no ser esto y otra cosa, el estar de aquello que se anuncia y se presenta con su voz y su luz o con su silencio y su sombra.
Allí coexisten componentes lúdicos y estéticos y así con su magia se hacen perceptibles a pura carnadura de quien esté dispuesto a transitarla. La poesía trata de dejar de lado el significado al tomar distancia del contenido estrictamente semántico, privilegiando el espacio que deja el significante, permitiendo que lo gane la cosa en sí. Se trata si se quiere de poemas semiológicos.
Esta poesía de trance enigmática y misteriosa, aproxima a las bondades del arte.
Pregunta 2. Los obstáculos que se mencionan existen, sin embargo no son preponderantes, sino más bien tangenciales a los hechos artísticos. Por eso el arte no forma parte de la matrix, ni del sentido crítico o histórico.
Se trata de un decir ajeno al discurso cotidiano y banal. Decir en que se presta alusión a cada lugar extraño, indeterminable, a cada sitio border, potenciándose en lo fugaz, en lo inconstante e intermitente; decir que no permanecerán siquiera atados a sí mismos y ningún algo o presunto partícipe, emisor o receptor podrá sujetarlo. Esto permite acceder en estos actos rituales a una unidad de espíritu, cuerpo y mente, que quizás proyecte a la completud y a la contemplación.
“Toda nuestra historia habla de ese montaje de la razón, a su vez en trance de desmontarse. Nuestra cultura del sentido se hunde debajo del exceso de sentido, la cultura de la realidad se hunde bajo el exceso de realidad, la cultura de la información se hunde bajo el exceso de información. Amortajamiento del signo y de la realidad en el mismo sudario”. (Jean Baudrillard “El crimen perfecto”, Cap. La Ilusión Radical, pg. 32.)
La ley del valor resulta absolutamente ajena al acontecimiento histórico. El arte no amerita la comparación de las obras en base a un determinado patrón, a criterios y a condiciones que sólo pueden ser genéricos y extraños al ser singular de cada presencia.
Toda posible valuación, si se diese, sólo puede resultar inherente al encuentro de la obra con cada lector o espectador, a una experiencia intransferible, no reducible a alguna ley o principio. De este modo. No es posible hacer una valoración moral de la obra de arte, histórica o estética de la obra de arte. Su “valor” se comprende sólo a partir de una percepción y una contemplación totales, en el corazón de una completa entrega. No se corresponde a ninguna escala, sino a una intensidad meramente íntima, propia, espiritual.
De este modo, esta idea de mensurar con medidas a través de nociones generales, tan arbitrarias como relativas, Es una cuestión que no debe preocuparnos y ni siquiera ocuparnos.
El academicismo podría dar una impronta de acompañamiento a la exploración poético-artística, tomando con seriedad y cabal conciencia el rastro indescifrable de la búsqueda.
Roland Barthes “halla en el estructuralismo la forma para esa lectura, es decir para la comprensión de los sistemas de signos a través del desciframiento de la armazón interna de las diversas representaciones de la realidad” (Extraído del Diccionario de Pensadores Contemporáneos).
El análisis de los objetos de consumo lleva a Baudrillard a ocuparse de la idea de producción, apostando a que esta produce signos más que mercancías, habiendo perdido el sentido y la racionalidad de la misma: no sabemos para quién ni para qué producimos. Extraído obra anteriormente citada.
La irrealidad moderna es de orden de máxima de esencialidad, de exactitud de verdad. Es la que Baudrillard denomina hiperrealismo, luz que acosa a la seducción a fuerza de visibilidad. En suma es la apuesta por la mutación, multivocidad, movimiento y quietud de los signos más que por su irreductibilidad.
Los signos de la calle 3
Jorge Pérez Vega, México
(…) hasta ahora me propuse dar una breve opinión acerca de si es posible retomar la práctica del Arte-correo y la Poesía visual expandida; no soy dado a teorizar sobre la producción y circulación de imágenes, sin embargo cuando recibo invitaciones a participar en proyectos alternativos lo hago si la temática es interesante sin importar si hay que utilizar un medio o técnica tradicional o avanzado tecnológicamente desde luego este tipo de manifestaciones no están dentro del circuito comercial y más bien es realizar constantemente la Libertad de Expresión.
Pérez Vega, Los signos de la calle 4
Hace un tiempo en 2012, en España la Universidad de Coruña convocó a participar en dos muestras de Arte-correo "La memoria herida" memoria y olvido, con los criterios tradicionales para elaborar y enviar tarjetas postales y tuvo buena respuesta, se recuperó a manera de homenaje esa antigua expresión. Si los elementos son la imagen y el texto con múltiples combinaciones, creo que seguirá vigente la Poesía Visual, sólo hay que dotarla de un importante contenido.
Ambra Polidori, México
(…) debo confesar que no estoy muy al corriente del arte postal, pero estoy convencida que ejemplifica la famosa frase de "less is more".
Como quizás sabrás, yo he hecho algunas postales de carácter social y político, las que se ocupan de las asesinadas en Ciudad Juárez y aquellas sobre lo estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos por el Estado, ambas sin fines de lucro y ofrecidas al público, cuando se han exhibido, totalmente gratis, las cuales se insertan dentro de una obra amplia y polimorfa. Pues este "discreto" medio se ha vuelto para mí en una plataforma de experimentación conceptual y formal vinculada con toda mi obra.
Por una parte, como bien sabes, las fotos (registros documentales en mi caso), los dibujos –cuando los hay–, los mensajes, los sellos y los timbres en el arte postal forman parte del todo y añaden “sentido” perceptivo a la función de transmisión textual del objeto. Incluso los añadidos postales –sellos y estampillas– como documentos fiscales, entran en la composición estética para asumir su función de autentificación oficial.
Por otra parte, “lo bello” es el resultado de lo “justo”, decía el italiano Bruno Munari. Pero la belleza no depende tanto del equilibrio o de la armonía (valores y terminología propios de la historia tradicional del arte), sino del mérito de su forma lógica y de la exactitud en la solución de sus varios componentes. De este modo el arte encuentra su sentido al fundirse en un entorno social real, vivido, con sus condicionamientos y características formales propias. Y sin duda una postal se activa cuando alguien la toma y la circula, sacándola de las estrechas paredes del museo o la galería. La pone a circular para cumplir su objetivo, en mi caso un acto ético (no hay que olvidar que las actitudes devienen forma), exponer a quienes nos gobiernan y sus falsedades. Aunque son sólo granos de arena, a fuerza de ellos se hacen montañas, al menos esa es siempre la esperanza, que trascienda y despierte conciencias. Expongan al gobierno en turno, con todas sus mentiras y falta de trabajo real en beneficio de la sociedad y, otras, declaren nuestras necesidades, dentro de los marcos de ausencia, si es que buscamos un país más justo donde vivir.
Sabemos que el arte postal se presenta como un medio evidente para la experimentación creativa, con su vocación natural de comunicar y difundir y sus propias características formales. "Hay que restaurar la continuidad entre esas formas refinadas e intensas de la experiencia que son las obras de arte, con los actos y los eventos de todos los días", decía el filósofo John Dewey. Y los datos del remitente y del destinatario participan de la obra visualmente y también simbólicamente. Pues los datos del remitente sirven de firma y autentifican la autoría, autoría compartida con el conducto administrativo anónimo y sus añadidos, pero también con el destinatario, protagonista final de la re-creación de la obra, de la postal. En fin, toda una obra expandida...
Ferrando, s.f., s.t.
Bartolomé Ferrando (2), España
(…) a mis respuestas breves, añadiría:
1.- a partir del estudio y de la potencia imaginativa de cada autor
2.-Personalmente me interesa poco lo que se hace hoy en poesía visual y experimental, pues me parece bastante banal, excesivamente representativo, demasiado presuntuoso y falto de imaginación. Yo creo que sería importante reestudiar los escritos teóricos y las prácticas primeras realizadas
Bartolomé
Polkinhorn, s.t., s.f.
Harry Polkinhorn, E.U.A.
1. Dada la intensa saturación de medios visuales a la que todos estamos expuestos, la poesía visual-experimental debe abandonar de una vez por todas el falso objetivo de "que refleja la realidad", la intención de manifestarla en verdad. Por supuesto, la poesía visual y experimental ha hecho esto desde el principio. Es decir, es la teoría la que se pierde, no la propia poesía.
2. Sí, esto es una posibilidad. Es cierto el hecho de que gran parte del arte (incluyendo la poesía visual-experimental) siempre se ha creado fuera de la corriente dominante de la cultura, aunque sólo el que crea dentro de ésta se ha validado económicamente. Sin embargo, el espíritu creativo vive y se mantendrá así a pesar de la máquina destructora que se apropia y monetiza todo lo que cae dentro de su alcance tentacular.
Roblest, s.t., s.f.
Alberto Roblest, México
En torno a la pregunta sobre si la poesía visual está difunta, yo creo que no. Me parece tan viva como nunca, ya sea en forma de grafiti, de video, de código computacional, de mensaje Facebook, de pieza Skype. Lo que pasó es que el pegamento fue remplazado por el Photoshop y el timbre postal por un sitio en la Internet. La poesía visual es imposible que muera, ya que es parte de nuestro ser como hombre que imagina.
Me preguntas de mi experiencia personal; te diré, hermano, que desde muy joven la poesía he sido mi medio y desde siempre el elemento visual ha estado presente, incluso en los poemas plasmados en papel. Creo que es casi imposible separar la imagen del vocablo y viceversa.
Sólo te digo una cosa, si hubiera más poesía visual en las paredes de este planeta, en lugar de anuncios comerciales y banalidad que los acompaña, seriamos otros; seguramente más sensibles, quizá menos egoístas.
Para ilustrar esto te agrego tres poemas (video-poesía) que pueden ser vistos en Vimeo: "4 paradigmas para el nuevo milenio”, “Haraquiry para Haiku” y “Fragmentos de una chica”.
https://vimeo.com/52329
https://vimeo.com/5233
Antonio del Rivero, México
1. El lenguaje ha muerto. La imagen se ha prostituído. Sólo nos queda la supervivencia cotidiana en la poesía visual.
2. Cuando los sujetos nos hemos convertido en mercancías, productos desechables y la académica sólo busca conservar su cúpula de cristal, necesitamos más acciones performáticas sin importar el medio: la acción es el mensaje.
MÚLTIPLO TCHELLO
Tchello Barros/Joaquim Branco – Brasil
Genéricamente, la poesía visual engloba casi todas las tendencias que abrigan esa denominación, la cual surgirá en los años 60 y se mantendrá durante las dos décadas siguientes; por otra parte, no se trata de un trabajo de grupos poéticos –ya que éstos dejan de aparecer como tales a partir de los años 80, con sus programas, proyectos, metas, características, etc.–, se debe entender este concepto más bien como una utilización de la visualización, pero siempre al margen de la discursividad lineal. Todo este preámbulo fue para presentar a un poeta visual sui géneris: Tchello d’Barros.
Heredero en cierto modo de las vanguardias de que hablé, Tchello se caracteriza por la creatividad multidireccionada y una enorme capacidad para organizar y poner en marcha eventos en el área de la poesía visual, aunque aún poco conocido por el público. Su curriculum es vastísimo, tanto en lo que se refiere a muestras individuales como colectivas. Su trabajo artístico –que es el que nos interesa aquí– presenta nichos diferenciados por la variación de las temáticas, en la mayoría de las veces universales.
En gran parte de sus trabajos se observa el uso de letras y de otros signos aislados para componer una grafía propia, como el emblemático “Capitali$mos” o aquel otro “Causa y consecuencia” en que esa misma palabra se coloca como un pesado bloque sobre la otra, en gris, el proletariado. Son poemas en la línea ideológico-participante, como en “Consúmame” con los nombres de conocidas multinacionales que ponen en fuga al hombre común.
La contingencia humana es el tema bastante mayormente abordado en su obra, como en “inexorable” con los siglos precipitándose en forma de ampolletas, de donde surgen montones de calaveras. O el reloj que marca las horas, todas la misma: infinito. Y más todavía, “Efemérides”, cuyas letras sustituyen en los relojes los números tradicionales de las horas.
No faltan los poemas de sentido lírico, aunque con el inevitable toque crítico: “Sí o no”, o los de enfoque social como “Relaciones”. Hasta los de tono místico o religioso donde también aparecen los ingredientes de humor y consejo. Un buen ejemplo de esto está en “Adoraciones”.
En fin, la obra de Tchello d’Barros se nos presenta como un conjunto que incluye casi siempre la ligereza en su concretización, pero sin esconder el lado impar en la dirección poética: la crítica, el humor y el sentido universal siempre incluido en sus poemas.
Abril 2016
Joaquim Branco (MG)
Morales, Dadaphone
Bernardo Morales, México
1.- La visual debe apelar a la naturaleza transgresora de su lenguaje y a la
fortaleza de su contenido.
2.- Nuestra poesía no tiene precio; se fija en las paredes o se regala de mano en mano como un grito libertario.
Morales, Prozac 20
Jiménez, Disoluciones degrafías
Miguel Jiménez - El Taller de Zenón, España
1.- Ante la avalancha, el alud imparable de imágenes, y su facilidad de producción y publicación, se impone el establecimiento de criterios de calidad y de rigor artístico. Lamentablemente (o no) a la poesía experimental llegamos gentes de todo tipo de formación y desde todas las parcelas del saber o del arte y el “todos somos artistas” es una declaración que a veces se vuelve en contra nuestra.
Un ejemplo. Esta facilidad de producción hace que lleguemos a ver libros enteros publicados en base a las variaciones que el mero (y gozoso) descubrimiento de un filtro de Photoshop permite. Pero este gozo personal nunca debe nublar el criterio del autor sino que debe autosometerse a un estandar de calidad y de rigor artísticos. Dejarse llevar por la aparente facilidad que aportan los medios digitales es un error en el que se está cayendo con demasiada frecuencia.
2. Es desde el año 1999, fecha de creación de El Taller de Zenón, que llevamos intercambiando intensamente arte a través del correo y trabajando en la poesía visual. Este comienzo coincide con nuestra aproximación a la red de Internet, lo que puede dar una idea de la importancia de ésta para la expansión y la divulgación del arte y la imagen. También con la creación de nuestra web que desde el principio ha sido un valioso y abundante escaparate de la producción ajena y de la propia.
Jiménez, El pan
Nuestra postura ha estado siempre, y lo sigue estando, apartada de la teoría o la filosofía en el campo del mailart o en el de la poesía visual. Eso queda para otros mejor dotados para ello y que lo han expresado ya, y lo siguen expresando, de manera clara y acertada la mayoría de las veces, aunque no se haya llegado aún a una definición clara que pueda dar fin a la ya tediosa discusión sobre sus contenidos y sus límites.
Nos consideramos más dotados para la práctica, la creativa diaria, el trabajo en el taller en la forma que sea, respondiendo a convocatorias de mailart y/o poesía visual, participando en revistas, zines, y otras publicaciones, o dándole vueltas al último empeño visual y poético. Gozamos del acto creativo y consideramos que éste engloba todo el proceso, incluso el envío y la recepción por el destinatario, sin cuya participación la obra, como sucede en cualquier obra artística, quedaría incompleta.
El humor, negro, azul o verde, forma parte a menudo de nuestros trabajos y aunque no es muy habitual encontrarlo en la red postal ni en las exposiciones o publicaciones de poesía visual, procuramos suplir esta carencia con nuestras aportaciones de cualquier color.
Respecto a la diferencia mailart-poesia visual, nuestro proyecto principal de intercambio trata de hacer distinción entre la poesia visual y lo que no lo es. Como todo llega por el mismo medio, por correo, todo puede considerarse mailart.
Pero creo que el propio artista debe decidir, aunque sólo sea para facilitar la labor de clasificación, si su trabajo debe llamarse de uno u otro modo. También se da la circunstancia de que en la poesía visual entra todo, se ha convertido en un saco donde cabe todo lo no oficial, todo lo distinto. No es fácil entonces establecer los límites entre uno y otra.
De Gracia, Saciedad de Consumo argentina
Silvio De Gracia, Argentina
1 - En nuestro contexto actual, hipertecnologizado y mediatizado, la palabra y su significación verbal se repliegan y se recubren de opacidad frente a la sobreproducción y circulación de imágenes brillantes, cosméticas y volátiles. El predominio de la visualidad, con su consecuente exacerbación de una lógica de consumo, desnuda los vacíos de sentido que se registran en gran parte de las discursividades diseminadas a través de las tecnologías comunicacionales.
En el campo específico de la creación artística, la hipervisualidad acrítica y banalizante, despreocupada de los significados, es síntoma de un agotamiento y deformación que apuntala prácticas orientadas a administrar y diseñar una supuesta realidad hegemónica. ¿Cómo podría la poesía visual-experimental subvertir esta lógica de manipulación y tráfico excesivo de imágenes que recorre todas las esferas de nuestra experiencia, desarrollando en el proceso formas irreductibles y discordantes frente a la matriz cultural dominante?
Paradójicamente, es posible que en las textualidades electrónicas, que dan cuenta de la creciente virtualización de nuestro mundo, se encuentren nuevos horizontes que todavía no han sido explorados exhaustivamente. La apropiación de Internet y de la hiperdimensionalidad del ciberespacio como medios o soportes para la experimentación artística viene evidenciando impactantes efectos sobre los procesos de producción y recepción de las propuestas poéticas experimentales.
La ciberpoesía o poesía en entornos digitales se desenvuelve y despliega en el dominio de la cibervisualidad, donde se modelan formas específicas e inéditas de la visualidad que transforman los modos tradicionales de ver, fabricar y distribuir imágenes. La cibervisualidad impone al lenguaje poético sus códigos y sus procedimientos, sus estrategias y recursos, y esto hace que las obras producidas en estas condiciones ya no puedan ser juzgadas de acuerdo a categorizaciones tradicionales. Las obras insertas en el campo de la cibervisualidad son dispositivos que, esencialmente, no pueden existir o “aparecer” sin la complicidad del espectador, quien debe asumir un rol activo y participativo manipulando los objetos o imágenes.
De Gracia, s.t., s.f.
Cuando el lector se enfrenta, por ejemplo, a los objetos tridimensionales de la poesía virtual, la materialización del simulacro digital depende de los puntos de vista que se elijan o de las formas en que se manipulen los elementos. Estas modalidades de “lectura”, incluyendo el reemplazo de la sintaxis lineal por la sintaxis hipertextual, incentivan la participación a través de la interactividad y llevan a un impensado proceso de democratización de las prácticas poéticas. Los poemas colaborativos e interactivos son entidades privilegiadas al momento de expandir el dominio y uso del lenguaje poético en modos abiertos y no conclusivos de creación. La interactividad constituye uno de los instrumentos más sustanciales para la experimentación poética digital.
La otra gran posibilidad instrumental es la telepresencia. La poesía performática en Internet aún no ha explorado completamente las potencialidades de la telepresencialidad y de los procesos de desustanciación del cuerpo informático. El incremento vertiginoso del proceso de digitalización y virtualización no sólo en el campo artístico, sino incluso en los modos de vinculación e interacción de nuestra existencia cotidiana, no hace más que reafirmar la necesidad de intensificar la implementación de prácticas poéticas en formatos telepresenciales.
La creación poética en teleperformance implica renovadoras concepciones perceptivas e intelectivas que pueden llegar a visibilizarse en la hibridación y fusión de entornos virtuales y reales, en formas de socialización telecompartida, en la inmediatez, la instantaneidad y la ubicuidad del cuerpo telepresencial, y hasta en la generación de territorios electrónicos habitados por avatares o clones digitales.
De Gracia, Ego
La cibervisualidad es una dimensión de lo visual que no puede controlarse ni sujetarse a los modelos hegemónicos de representación. En ese sentido, funciona como un mecanismo de contrarrepresentación o contradiscurso, que se desarrolla y activa en un espacio permanentemente tele-compartido. El ciberespacio, de acuerdo al pensamiento de Michel de Certeau, puede comprenderse como un espacio social practicado, es decir, un espacio que sólo puede existir en tanto es socialmente significativo, a través de algún tipo de actividad social de los usuarios de la red de ordenadores.
En consecuencia, la ciberpoesía, en cualquiera de sus formas, presupone complementariedad entre emisor y receptor, colaboración, interactividad, y, fundamentalmente, deseo del encuentro con el otro. Todas estas características habilitan para la poesía visual-experimental una visualidad autónoma, divergente, refractaria a los tráficos de imágenes blandas, unívocas y fantasmales con las que se articulan una multiplicidad de discursos vacíos o carentes de textura.
De Gracia, s.t., s.f.
2 – Es innegable que las prácticas artísticas, aún las más alternativas, no pueden librarse de ser encorsetadas en la política de espectacularización y museización que las instituciones artísticas emplean para procesarlas y desactivarlas. Ni siquiera el arte correo, que desde sus inicios se ha reconocido como un arte de los márgenes, un arte que se contrapone a los límites y a los formalismos institucionales, logra sustraerse a estas operaciones que lo transforman y lo desnaturalizan.
Bien sabemos que desde hace algunos años el arte correo viene despertando un interés intenso e impensable en el seno del circuito oficial del arte, lo que ha derivado en un flujo sostenido desde los espacios alternativos hacia importantes galerías y museos. Incluso, las exhibiciones que antes eran casi exclusivamente producidas por los propios artistas, ahora están siendo gestionadas y administradas en forma creciente por instituciones artísticas. Consecuentemente, el tráfico de obras que se identificaba con un afán puramente comunicacional, está siendo desviado por la institución que privilegia el producto, funcionalmente fetichizado y documentado.
Toda práctica artística, una vez incorporada al relato del arte oficial, sufre un impacto desustancializador que la torna obediente a la racionalidad de la institucionalización y sus procedimientos legitimadores. Por otro lado, no existe un solo artista que no evidencie una relación de ambigüedad respecto a los espacios de legitimación del sistema del arte; un vaivén no totalmente asumido entre la atracción y el rechazo que provoca reconocerse bajo el halo “sacralizador” del museo o la galería.
Pero contra toda forma de disciplinamiento y banalización, lo más urgente es recobrar y reivindicar la naturaleza marginal y alternativa de prácticas como el arte correo, creando lo que Hal Foster llama un territorio de “autonomía estratégica”, es decir, un territorio-margen en el interior de lo institucional, que permita el desmantelamiento de todo encuadre restrictivo y la pervivencia de una discursividad crítica, insurgente e insatisfecha que pueda rehuir los guiones estandarizados del consumo y los silenciamientos cómplices de la cultura del espectáculo.
Silvio De Gracia, 6 de agosto de 2016.
Juan Ángel Italiano, Uruguay
respuesta 1
La primer definición es en parte correcta y compartible, ahora bien, la pregunta es innecesaria, se dice porque se sabe que todos los humanos somos “artistas”, o sea, creadores de “objetos” que comunican una experiencia estética, que necesita de esa ecuación “observado - observador “, entonces no hay que preocuparse de una “excesiva producción” ¡caramba! no nos vamos a poner en un plano de comisarios artísticos, que cada cual haga lo que quiera y lo que pueda.
Dicho esto, podemos sin culpa, evaluar cualquier cosa que se exponga a consideración pública. Podemos medir su “grado” de originalidad, de innovación, de técnica, hasta de conocimiento del autor sobre la materia que trate. El adocenamiento de manos se va a ir decantando sólo, todas las piezas que no produzcan información nueva se amontonarán solas en el olvido, por más juicios de valor que puedan escribirse a favor de una obra, nunca, pero nunca va a soportar la evaluación del tiempo.
Que más personas se animen a crear, que más personas se animen a investigar, se animen a criticar y auto criticar va en beneficio de todos. Y respecto a la pregunta específica de ¿Cómo podrá la poesía visual y experimental-expandida seguir conformando su idea y sus hechuras innovativas?, pues bien, experimentando y expandiendo, las personas obviamente, ya que “la poesía visual” no es algo con vida propia (por suerte).
Italiano, La página que mira
respuesta 2
Acá se torna más complejo el responder a tres preguntas que refieren a una “mítica” instalada en el arte correo. La propia “libertad” e “igualdad” que se pregona por parte de quienes se definen como “artecorreístas” (en general, entiéndase así) hace imposible pretender establecer “contratos” o reglas de uso, muy lindas y muy nobles (las que hay), pero que se contradicen en el uso. Hay una gran cantidad de incoherencias al llevar a la práctica el uso de esta herramienta, en la que lo único en lo que podemos ponernos de acuerdo es en que la “obra” debe trasladarse por correo postal.
Acá de lo que hablamos, es de cualquier cosa (cualquiera) que sea enviada usando la mensajería postal. Acá entonces lo que vale es el medio de comunicación, la herramienta que hará posible el “observado – observador” y no el producto. Aquellas primeras indicaciones (o mantras o leyes) que referían al modo de hacer del artecorreísta, muy sencillas, muy “pocas” y prácticas son obviadas con total desparpajo por parte de quienes, sienten el llamado a convocar el uso de esta técnica.
Dentro de las muchas falencias o críticas que podemos señalar, hoy 2016 en el Arte Correo, me parece correcto señalar la paradoja de que en pro de salvaguardar no sé qué derechos, muchas veces se aclara en las convocatorias que no se aceptarán trabajos con X características, echando por tierra aquello de que todo lo recibido se expone, o que no hay jurado o curador.
Italiano, Lluvia
Por otra parte es notable la participación de artecorreistas, cuando la convocatoria se hace desde órganos oficiales o instituciones reconocidas, ya que eso permite esperar un lindo catálogo-libro a vuelta de correo. Y en la otra punta, aquellas convocatorias que exigen un envío real y a cambio te incluyen en una lista en la web, y con suerte una exposición virtual, olvidando el ida y vuelta, implícito en el arte correo.
Inclusive hay que señalar, la casi jocosa parodia de autobombo de artecorreistas pioneros (no todos, aclaro) que están en un continuo autoseñalamiento como los precursores (o la madre del borrego) de una corriente, de la que parecen olvidar que uno de sus mojones primarios era la igualdad entre los pares.
Como se ve, responder a esta segunda sección podría ameritar la confección de un manual (al que nadie le importaría leer), pero resumiendo, todos los vicios señalados hacen a la regla del juego, el A.C. ya perdió eso de “contracultural” tan bonito que tenía, o tal vez parecía tener. Hoy es una disciplina como tantas y como toda herramienta, crece y evoluciona, cambia y se mueve, lo que está muy bien, lo que tiene que ser será y como reza el tango “la fama es puro cuento”
Italiano, El tranvía
http://italiano65.blogspot.com/ http://sonolandon.blogspot.com/ http://www.youtube.com/JuanAngelItaliano http://edicionesdelcementerio.blogspot.com/ eDc visual (videos de la editorial)
DOS PREGUNTAS PARA RETOMAR LAS COSAS:
1. La poesía visual, en conjunto con las artes plásticas en general, enfrenta la crisis de la excesiva producción, manipuleo y consumo de la visualidad, “cuando la imagen ya no puede imaginar lo real puesto que ella es lo real” (Jean Baudrillard); ya no responde a lo sagrado, ni a la “sacralización” mediante el arte (y el aura); ni a la socialización política por vía mediática, y culmina su ruta en la desmaterialización viral tecno-digital. ¿Cómo podrá la poesía visual y experimental-expandida seguir conformando su idea y sus hechuras innovativas?
2. En este 2016, el arte cae tendencialmente bajo el predominio de lo banal y se torna en otro de los artefactos de la “matrix” especulativa vigente; para evitar tal hoyo negro, ¿será posible retomar la práctica del arte-correo de hacer circular los trabajos sin objetivos de lucro y especulación?, ¿podremos acceder al concepto mediante y desde la narrativa popular (De Certeau)?, y también rehusar los excesos de un academismo en explosión (Hans Belting) que ha generado en gran medida galimatías pretensiosos sobre el trabajo artístico, o la pura y simple reproducción destinada a mantener la ideología y el predominio del mercado de arte?
César Horacio Espinosa Vera. Mexicano. Escritor, docente, investigador privado (de arte y poesía), promotor y curador de poesía visual. Creó y fue coorganizador de las Bienales Internacionales de Poesía Visual y Experimental (1985-2009). Autor de libros y ensayos sobre poesía, arte, política cultural y comunicación; uno de ellos -en coautoría con Araceli Zúñiga- La Perra Brava. Arte, crisis y políticas culturales, del cual una selección de textos aparece en Ediciones Especiales de esta revista virtual.
e-mail: poexperimental@gmail.com
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