MESA CENTRO

Extractivísmo y su dimensión cultural ¿Cómo enfrentarnos?

Este 23 y 24 de julio se llevará a cabo la segunda mesa de Convite, Segundo Encuentro de Agentes en Artes visuales, en Galvez Inc, espacio independiente y residencia artística ubicada en Cerro Alegre, Valparaíso. A propósito de esta fecha, Juvenal Barría –moderador de la mesa centro- y Carolina Lara -moderadora de la mesa sur-, se reunieron a conversar en torno a las diferentes aristas y reflexiones que el proyecto plantea. Aquí las miradas de ambos en los días previos a la reunión de agentes que trabajan en la región central del país y un avance de lo que será la siguiente mesa en Concepción.

Carola Lara CL: Juvenal, tú que participaste en Convite I y ahora, como moderador, ya presenciaste la primera sesión de Convite II que fue en el norte, ¿cuál crees que es la importancia de este encuentro?

Juvenal Barría/JB: Así es, participé en Convite I, invitado a la mesa de difusión, como  representante de la V región. De la mesa logre percibir ciertos aspectos que en Convite II se han superado, con esto me refiero a que en la primera instancia existía cierto centralismo marcado en la discusión que se fue atenuando pero que dejaba en evidencia que la realidad capitalina dista bastante de lo que pasa en regiones. En cambio en convite 2 en la mesa norte -donde me toco viajar a Antofagasta-, observé y fui parte de la discusión de la realidad de la macro zona norte junto a agentes de artes visuales de Arica, Iquique, Antofagasta y Copiapó. Dejaron en claro y afirmaron mi idea de que Santiago no es Chile, acá pudimos ver y hacernos conscientes de que en las regiones las artes visuales sobreviven, nos dimos cuenta que cada región tiene problemáticas diferentes, ya sea por su ubicación territorial, así como por las influencias culturales propias del lugar.

CL:¿Qué te pareció la experiencia en Antofagasta?

JB: La experiencia en Antofagasta fue muy agradable, el ambiente cercano y doméstico dio un carácter diferente al encuentro, a diferencia del año pasado en GAM. Es una experiencia enriquecedora tener la posibilidad de conocer agentes de la zona norte y, a su vez, generar vínculos que se ven materializados en proyectos comunes. La forma de trabajo en Antofagasta fue muy amena y cercana, una atmósfera en la que se dan grandes posibilidades de colectivización, pues las problemáticas que nos persiguen son muy similares.  Quede muy contento con el plan de trabajo que surgió en la zona macro norte, donde cada agente se comprometió a generar un trabajo de colaboración y complicidad.

CL: ¿Qué proyectaste para la mesa en Valparaíso? ¿Por qué la planteas desde el título “Extractivismo y dimensión cultural” y de la pregunta acerca de cómo enfrentarnos? ¿Qué procesos fundamentales ha vivido el último tiempo el arte en Valparaíso  (o más bien la zona que abarcas) y que te interesa especialmente abordar?

JB: Lo que pude proyectar en Valparaíso es la posibilidad de hacer visible ciertas prácticas monopólicas de agentes económicos, tener la posibilidad de generar crítica por medio de un encuentro me parece muy valioso, dejar testimonio de lo que está pasando en un sector. En este caso, Valparaíso, donde ya se han generado  históricamente relaciones de asociatividad y colaboración, por las desgracias y catástrofes, hoy se da de forma importante entre diferentes actores del arte, que en su mayoría trabajan fuera del alero de la institucionalidad. Valparaíso es una ciudad donde  existe una escena artística fuerte, pero que a su vez sigue siendo ignorada e invisibilizada  por la institución, ya sea porque no hay compatibilidad en los modelos de gestión o por temas ideológicos también. Cuando hablo de extractivismo en su dimensión cultural, hablo de como los agentes económicos, la gran mayoría vinculadas al área de turismo, se incertan en la ciudad y  se apropian de ideas  e incluso reciben apoyo estatal por generar algo que ya se está haciendo en los espacios autónomos o independientes hace mucho tiempo. Ahí viene la pregunta de por qué esta negación a nuestra existencia? Porque se subvalora el trabajo hecho por los espacios independientes? Porque la institución prefiere apoyar entidades privadas con fines de lucro? Podemos continuar supliendo un rol importante del consejo de la cultura, que va ligado al tema de actividades culturales y generación de audiencias sin ningún tipo de valoración simbólica ni material. ¿Tenemos que seguir el modelo de “Industria Cultural” que exige el estado para ser financiados? ¿es el único camino para tener un pasar digno? Mi idea es ojalá resolver estas inquietudes, y por lo menos, generar cierta estrategias de funcionamiento y dejar en evidencia las precariedades.

CL: ¿Crees que existan relaciones entre norte, centro y sur? ¿Dónde radicarían?

JB: Por supuesto que existe una gran relación, creo que la más fuerte es como nos afecta el centralismo, considero que ese es el tema fundamental. Cuando hablamos de un país con tanta diversidad de territorios , climas, costumbres no se puede medir con la misma vara a todos, de modo centralizado o con un modelo standard; todas las regiones tienen diferentes problemáticas ya sea de infraestructura, educación artística, fondos. El común denominador de las regiones es esa estructura institucional que nos omite e ignora, lo vemos ahora con la construcción del centro “Nacional” de arte en Cerrillos ¿Alguien nos pregunta alguna opinión? Por eso es importante como sectores marginados de regiones relacionarnos generar una fuerza común. Que nos indique hacia donde avanzar, esto también incluye tratar de evitar el paternalismo del estado, encontrarnos y encontrar la vías para una cierta autonomía. Dejar de mirar ese centro impuesto y ver el nuestro.

DE FRENTE: CAROLINA LARA / ATRÁS:  JUEVENAL BARRÍA                                                                                                                     IMAGEN EXTERIOR ESPACIO GALVEZ INC.

JB: ¿Cuáles serán las directrices  o contenidos que la mesa sur pretende poner en discusión?

CL: Primeramente y porque trabajo desde Concepción, la mirada está puesta desde aquí y en la constatación de un movimiento artístico local visible a nivel nacional, al punto de tejer una suerte de epicentro; un conjunto de artistas y colectivos que se afirman por algún tipo de sistema, donde –sin embargo – no vemos muchos espacios de exhibición, ni apoyos institucionales o privados, ni menos un mercado de arte aunque sea incipiente. Algo similar creo que se está dando en Temuco, Valdivia y Punta Arenas, otros posibles “epicentros” en la zona sur, donde artistas y colectivos han logrado también conformar situaciones significativas para lo que llamamos arte contemporáneo. “Inventando una escena / ¿Visibilización, circulación o inscripción?” es la pregunta para reflexionar sobre esta suerte de escena mínima, movediza, ocurrida en Concepción y que probablemente esté ocurriendo también en estas otras ciudades. Nos conocemos poco, pero sabemos que hay situaciones comunes, como el contar con escuelas de arte universitarias (excepto Punta Arenas), las cuatro ciudades son capitales regionales, el centralismo exacerbado, la emergencia de colectivos e iniciativas autónomas y la relación con el contexto. Se trata de reflexionar sobre lo que nos caracteriza y nos diferencia, y sobre cómo potenciarnos mutuamente. La pregunta eso sí encierra una ironía, ya que sólo en escenas sostenidas por un sistema de arte oficial –agreguemos la incidencia de galerías comerciales, de museos de arte contemporáneo, de publicaciones, de críticos de arte y curadores, de posibilidades de internacionalización– podemos hablar de circulación e inscripción en el arte actual. Estos términos, en los contextos regionales, parecen no tener rendimiento, y deben ser reconsiderados desde otros objetivos y dinámicas.

JB: ¿Cuáles son los modelos o modos de hacer que se destacarán en la plataforma que se desarrollará en la mesa sur,  como un modo de identificar a la mesa tomando en cuenta lo sucedido en la mesa norte?

CL: Creo que de partida la “macro zona sur” se diferencia respecto a la zona norte por la existencia de escuelas de arte universitarias, lo que trae ventajas y desventajas, ciertas particularidades y condicionantes. Las distancias entre las ciudades son menores, por lo tanto hay más nexos de trabajo entre ellas. Con contextos similares, se perciben modelos y modos de hacer comunes y que tienen relación con la autonomía, la autogestión, con lo colectivo y lo asociativo, que conviven al mismo tiempo con la sobrevivencia, la precariedad y la resistencia. ¿Qué emerge de esta problemática conjunción? Vemos una emergencia importante de prácticas que buscan especialmente la relación con el contexto desde el cuerpo, el territorio, el trabajo con comunidades, y la necesidad de generar comunidad dentro del propio medio artístico.

JB: ¿Cuál crees que será el aporte de Convite a la escena artística penquista, tienes algún objetivo o necesidad que te gustaría resolver en ésta instancia?

CL: La reflexión y el conocimiento mutuo entre representantes de cuatro escenas de la zona sur. Esto será sin duda un aporte para todo este macro territorio, y la posibilidad de generar nuevos nexos regionales, nuevos flujos de trabajo que potencien mutuamente a artistas y colectivos; de abrir territorios para construir proyectos comunes; de extender el mapa de circulación de prácticas y obras. Ampliar los propios límites hacia un territorio común creo que es un modo de resistir y crecer frente al centralismo y la ineficacia de las instituciones.

+ INFO:

conviteencuentro.cl