SURREALISMO Y CHAMANISMO. PARTE I
Por Enrique de Santiago
artedeenrique@yahoo.es
Hace muchos siglos, incluso miles de años, los pueblos originarios de este continente cohabitaban en armonía con su entorno.En los anales del poblamiento humano en estos confines del mundo, se fue forjando una comunión sagrada con aquello que resulta ser la supra-realidad, que se constituiría posteriormente en un hallazgo para el hombre occidental, esto debido a su claridad en cuanto a la interpretación de lo que lo rodeaba, la que brillaba en aquellos primeros asentamientos humanos, la que contrastaría posteriormente con la opacidad del hombre “civilizado” que irrumpiría en esas zonas ostentando la cultura de la avaricia y la crueldad.Esta cosmogonía de los pueblos originarios de la zona austral era una suerte de sabiduría transmitida de manera oral en los tiempos en que el milodón (1) compartía el ecosistema con el hombre, y donde este último aspiraba a aprehender en que lo más relevante era cumplir este transitar sobre el planeta en la adquisición de la sabiduría profunda y arcana, para que pudiésemos aspirar al conocimiento de los mundos invisibles.Hoy en cambio, prácticamente quedan muy pocos representantes de estas etnias, algunos extintos en su forma pura (Selk’Nam) y otros en franca disminución en cuanto a número de individuos. El paisaje se llena de ciudades o pueblos transformando el devenir cultural en asentamientos mayores, donde somos presas de la irracionalidad racional positivista, para terminar sumidos en el ocultamiento de lo esencial. Esto se fue dando en occidente a medida que transcurría su historia hasta nuestro presente.
Por todos es conocida la importancia que tuvo, dentro del movimiento artístico internacional, el surgimiento del Movimiento Surrealista en el año 1924, liderado por el poeta André Breton, a partir de la aparición del conocido y muy divulgado “Manifiesto Surrealista”.Años después este movimiento nacido desde la escisión del Dadá, conseguía un vigor y una influencia en el mundo de las artes poco visto en nuestro siglo, ya que es innegable su influencia en el mundo de la expresión plástico-literaria y de las ideas, dejando además su huella en los procesos de transformación socio-culturales.Este último rasgo es poco comentado, ya que se cae en la omisión a la hora de referirse a las acciones del Surrealismo en el quehacer de los procesos sociales, como por ejemplo, la resistencia que hace el movimiento ante la presencia abusiva de la burguesía - con su propia ideología conocida como Capitalismo - la que afecta el desarrollo del devenir del ser humano desde la mirada del avance de la justicia social, sobre todo en su fase de desarrollo desde el siglo XIX en adelante, momento en que las expresiones de dominación por parte del capital se acentúan con vigor, propiciando una mayor contradicción entre las clases sociales, de las cuales sólo reconocemos dos, la dominante y la oprimida.En este sentido se le ha querido dar al Surrealismo sólo una influencia desde lo estético, pero no es así, ya qué, la pintura y la literatura son para los surrealistas solo vehículos para la manifestación de sus ideas y la divulgación de la liberación del inconsciente (del ser profundo), para que así se propicien los cambios esperados para el hombre. Es por esos medios que su propósito final; la transformación del mundo, cobra en este planteamiento su esencialidad. En ese sentido, el movimiento se plantea ante el resto del mundo como un fenómeno esencialmente anti-estético, y anti-moralista (la moral de los dominadores), donde la imagen es solo un medio de expresión de este inconsciente reprimido, la imagen es esto, y no un fin para adornar los museos o servir de objeto decorativo, la obra entonces no es una moneda de cambio dentro de los procesos mercantiles de los grupos de consumo de estas mismas clases sociales a las que se combate. Así es como se expresa en la frase de Breton: “Transformad el mundo, cambiad la vida”, haciendo alusión a Marx y Rimabaud. Esto mismo se refleja en sus palabras, también alusivas a este tópico en “La revolución ante todo y siempre" de 1925. (Declaración de los surrealistas junto a otros grupos de intelectuales, entre ellos los marxistas de la revista Clarté): "No somos utopistas, esta Revolución solo la concebimos bajo su forma social". Aquí claramente, se sitúa al Surrealismo no como un experimento, para remecer solo los estamentos intelectuales, ya qué esta intención va más allá, pues la exploración del inconsciente es un vehículo liberador para el hombre y una vía de solución para todos los problemas que lo aquejan.
El ser humano no puede seguir sujeto a las cadenas que lo atan a un sistema que no le permite liberarse, ni ejercitar medios sociales de justicia, es entonces que el Surrealismo y los surrealistas, deben tomar un rol más activo y participativo en el desafío de propiciar tales cambios. Hoy en día el Neo-liberalismo como instrumento superior de dominación del Capitalismo, ha acentuado y perfeccionado y multiplicado sus tentáculos en conjunto con sus medios alienantes, a partir de la saturación de información en los medios de comunicación y de la proliferación de los diversos aparatos coercitivos, los cuales poseen una manera muy sutil de operar, donde no se excluye la cooperación de dichos medios de comunicación como complementarios de estos últimos. De esta manera es como se legítima la represión sistemática con sus niveles dentro de una estructura de red policíaca en las diferentes naciones del orbe, así mismo el omnipresente fantasma de la cesantía ha provocado en los asalariados, un estado de resignación y de auto-marginación en los medios de lucha, que fueron usos y herramientas tradicionales por parte de las clases oprimidas para acceder a nuevas conquistas, las que se dieron de manera natural a fines del siglo XIX y primera mitad del siglo siguiente, me refiero a los sindicatos y organizaciones sociales de base, etc.
Los surrealistas no han estado ajenos a los sucesos relevantes del siglo pasado, ya que en 1927 sus principales dirigentes, incluyéndose al mismo Breton, ingresan a las filas del Partido Comunista Francés, para participar de los proyectos de cambio que este propiciaba para la sociedad toda, pero ya en 1930 las políticas de Joseph Stalin, conducentes a manipular las acciones culturales y falsear las condiciones de libertad, junto a su política del terror en la repúblicas soviéticas, terminaron por decepcionar a los surrealistas. Son los años cuando se instaura el llamado “Realismo socialista” que no deja espacio para la búsqueda de nuevas alternativas de expansión de la libertad y la revolución, es entonces que las diferencias se acentúan, y se produce una irreversible distancia que irá en aumento provocando el alejamiento de los surrealistas de dicho partido político. Entonces la esperanza de nuevas y reales posibilidades de cambio para las masas oprimidas se ven diluidas. Sin embargo, los surrealistas seguirán apoyando todo intento libertario, y por ende su rechazo ante todo asomo de surgimiento de regímenes totalitarios. Así sucede con el fin de la República en España durante la segunda mitad de los años 30, y la condena de los surrealistas a la aparición del terror “franquista”, y en ese sentido, las constantes cercanías de Dalí con las nuevas autoridades de facto, y su servilismo a la burguesía y la monarquía, hacen que sea expulsado del movimiento (1939). Dalí había desarrollado una conducta de ambiciones propias, y reñidas con los principios surrealistas, los que se entienden no como una aplicación de repudio bajo una lectura dogmática de dichos principios, sino que más bien, una aplicación de lo que llamamos sentido común, pues lo que es perjudicial para muchos, lisa y llanamente no es bueno. Dalí había sido seducido por el dinero, la cercanía con el poder, la fama, y todo aquello que huele a conservadurismo, era una conducta reñida con una actitud verdaderamente revolucionaria, y quizás Dalí era solo un artista con un talento, que vio a la pintura como un medio de alcanzar dichos propósitos, pero ciertamente su parte surrealista se esfumó y fue tentado por todo aquello que contenía aspectos en directa oposición al Surrealismo. El haber integrado el movimiento en sus inicios, quizás en él fue un accidente o una maniobra de su ya reconocido oportunismo, no me detendré en hacer un análisis inconducente en ese sentido, lo claro es que el surrealista ya no habitaba en su forma de ser y no podía seguir siendo llamado como tal. No en vano Breton lo rebautizó como “Avida Dollars”.
En los inicios de la Segunda Guerra Mundial, la amenaza de la dominación Nazi-fascista hace que mucho de los surrealistas europeos viajen a América donde tendrán un contacto más profundo y cercano con sus pares en el nuevo continente, a partir de ahí se nutrirán de el imaginario nuevo que ofrece una cultura ancestral, la que puede revitalizar y dar puntos coincidentes con lo planteado desde el viejo continente y que también tuvo una mirada hacia continentes milenarios como el de Oceanía. El Surrealismo confirma su posición internacionalista y su inspiración en una sabiduría ancestral común, y es cuando las ideas planteadas a partir de una raíz antigua cobran mayor vigor. Es en esos años cuando ve la luz, Arcano 17, una de las obras literarias de mayor luminosidad de Breton. Entonces hay una febril discusión a lo que debe ser en torno al movimiento y surgen opiniones y textos para ir en búsqueda de una afinada política para responder a los años de post guerra.
La Revolución de Mayo del 68, trajo nuevos vientos de transformación para la sociedad y los surrealistas, aunque divididos ante esto sucesos, contó con la participación de aquellos, que sintieron en estos hechos una oportunidad única para desplegar todo su accionar en pos de las transformaciones esperadas. Lo mismo ocurre ese año en la Primavera de Praga, y aquí mismo en Chile con la reforma universitaria y un crecimiento de los movimientos revolucionarios. El compromiso libertario es sine qua non, la savia para que el Surrealismo se mantenga vigente hasta hoy, ya que se convierte en una suerte de linfa del movimiento y esta característica ha sido su constante y su leit motiv, la que genera la resistencia desde otras posiciones que aparentemente se ven aparentemente cercanas, como la de otros grupos de ideologías revolucionarias, pero que a su vez a diferencia del Surrealismo, poseen una línea política más dogmática. Por otra parte era lógico el rechazo de los grupos reaccionarios, donde toda actividad sospechosa de proponer cambios era mirada con ojos inquisidores y palabras de condenación, en ese sentido también hacemos alusión a la labor solapada de un importante sector de la iglesia católica en alentar la permanencia del status quo para así no alterar la forma de conducir la sociedad por parte de los grupos dominantes, completamente afines y recíprocos a los pensamientos dentro de las cúpulas eclesiásticas, leales a la política de supresión y omisión de pensamientos libertarios. En ese sentido, los surrealistas, al sostener sus principios y ser fieles a ellos, despiertan recelos de ambos grupos antagónicos (derecha e izquierda), protagonistas ambos de aquellos años de procesos de cambio y resistencia a los mismos, aunque en este sentido vale decir que ambos sectores presentaban una reedición de las mismas luchas de antaño, con su carga de contenido con tintes de un pasado reconocido y evidente.
El hombre entonces aún se sostenía atado a una mirada sin una revolución profunda del espíritu en más de medio siglo. En esta medianía se situaban los surrealistas flanqueados por los dos bandos en pugna, uno de ellos definitivamente nos miraba con rechazo (la derecha) y el otro (la izquierda tradicional y partidaria), veían con celo a estos otros revolucionarios que hablaban de libertad amor y poesía. Esta influencia decidida a favor de cualquier intento libertario para el hombre es una constante del Surrealismo, y es sabido que este movimiento fue actor principal en el mundo de las ideas y la cultura que va desde principios de la década del 20 hasta nuestros días. Pero además es desconocida su sobrevivencia hasta nuestros tiempos, y que existe una tercera y cuarta oleada de actividad, tales como el grupo Phases y CoBrA y los diversos grupos surrealista, que hasta hoy mantienen su actividad en favor de las luchas constantes que el hombre necesita para conquistar el camino de una revolución permanente.
De esta manera es que se mantiene en alto esta práctica de forma de vida y búsqueda a nivel mundial, pero lo absolutamente desconocido es el resurgimiento del Surrealismo en estos días, con una fuerza imprevista, donde quizás es pertinente decir, que ha surgido con mayor fuerza que la vivida en el primer cuarto del siglo XX. En Europa, Asia, África, y América los grupos surrealistas siempre han estado presentes alentando o animando las acciones hacia estas transformaciones, y su resurgimiento en esta parte del globo, obedece a un “nunca estuvieron ausentes” y evidentemente hoy su presencia es más palpable, debido a los medios nuevos de propagación de información como internet. El motivo de este fenómeno claramente se debe, a la falta de respuestas dadas por la cultura imperante difundida con fuerza a partir de los años 80, y que es ya por todos conocido con la denominación de “globalización” o “cultura globalizada”, donde unilateralmente se ha difundido solo una suerte de cultura, que responde a conductas de consumo basadas en la superficialidad y el individualismo, las que se sustentan en la filosofía del éxito económico propio, dejando de lado la búsqueda del bienestar colectivo, el encuentro con la sabiduría interna, y el cuidado de la biodiversidad que nos sostiene.
aonikenk
El mundo clama por encontrar algo más allá en esta realidad, y el surrealismo al igual que en periodos de crisis pasadas, resurge como una visión de la búsqueda interior que se ofrece a través de muchas vías, cómo una manera de reconocernos como esencialidad. Allí están entonces, los sueños (lo onírico) lo animista, lo chamánico, el arte de los mediums, la cultura de los videntes, la metafísica, lo lúdico, el absurdo, en fin, la suprarrealidad toda, más real que la realidad y más sabia, pero ocultada para no dar entendimiento ni razón, ni luces de liberación humana y que es auspiciada por aquellos que privaron a todos del conocimiento primigenio y de los sofismos al mundo, esto debido a sus propios y mezquinos intereses. Es por lo tanto importante reconocer todas las partes involucradas en nuestra construcción como seres de esta parte del mundo, y es ahí donde podemos tomar o coger las enseñanzas anteriores, y tomar posesión de la magia que nos circunda, como el animismo que es prácticamente endémico de estas zonas del globo, el espiritismo chamánico poseedor de las llaves hacia los muchos planos astrales, la sapiencia de las intrigantes “machis” (2) del sur de Chile y una vasta zona de Argentina, y por cierto rescatar en la medida de lo que se pueda, parte de la cultura de los selk’nam, alacalufes, yamanas y otros pueblos extintos o ya al borde de su desaparición como etnias, quienes tuvieron y aún tienen una conexión única con el cosmos.
Estos pueblos además nos indican los derroteros a seguir, como la vida en armonía con el entorno, lo que se denomina hoy como economía holística (sustentable), la sabia administración de los medios económicos, de la justicia social, vía para un verdadero desarrollo humano alejado de la falsedad del mal llamado progresismo, ya que el progreso se ve sólo desde un plano tecnológico, práctico, y se difunde desde los altares de aquellos que predican este sistema como la solución de todos los males y donde la vida es un negocio, una oportunidad de elevar cifras en la bolsa de comercio, una vida funcional o útil, pero solo para el mercado. Nosotros en cambio, la vemos desde una perspectiva profunda desde el interior del ser, el mundo del inconsciente, la verdad desplegada sin morales torcidas, ni ataduras que impidan el viaje hacia el conocimiento ignoto. Es aquí donde hago hincapié en que a nuestro lado encontramos las fuentes para nutrir nuestro verdadero desarrollo, y es ahí donde nuestro imaginario se confronta con una mirada presa de un acoso mediático, y con esta otra que nos propone algo “aparentemente nuevo”, ya que a la postre es de una carga de miles de años de conocimiento y desarrollo espiritual. Por lo que nosotros surrealistas enfocamos nuestra mirada a aquellos que nos precedieron, en lo mágico, en el erotismo sublime, en los viajes astrales y la interpretación de los sueños, y volcamos nuestros sentidos para recuperar la cultura que vivía en armonía con su entorno. Pero nuestra diferencia con aquellos movimientos que en algún momento se alzaron en Europa tomando solo algunos rasgos con lo primitivo, es la cercanía y proximidad con lo esencial, en cambio a los primeros como el simbolismo o el cubismo, les llegaban solo algunos remanentes de nuestras culturas antiguas. Por lo que somos testigos de primera fuente y estamos situados en una zona de cambio donde procede el ritual, es decir: “in situ”, para definirlo adecuadamente. Es donde el “Rehue” (3) cobra sentido, y somos vecinos inmediatos de la información que espera por nosotros desde niños, somos espectadores de primer orden en este mundo de códigos vivos y ancestrales, entonces tomo un tren y en horas me sumerjo en las palabras del Guillatún (4), y voy donde los Chamanes deambulan por los valles del país, así también “las animitas” (5) saturan las calles de mi ciudad y los caminos de estas regiones, y en las acciones de los humildes estas especies de “Cenotafios” (6) cumplen el mandato impuesto por siglos de cultura que se transmite de generación en generación. De estos fenómenos llamados animistas, y en particular del trabajo de algunos surrealistas de esta geografía, se podrán palpar en un futuro análisis, pero por ahora solo cabe y hacer mención que los caminos de la surrealidad no están muertos, por el contrario se multiplican, pero hay que hacer ver que en estas latitudes es donde cogemos lo que nos pertenece, y por fin le damos un sentido completo y autentico, donde un nuevo capítulo acerca de la exploración de los mundos desconocidos y oníricos, sea un nuevo y apasionante “Manifiesto” del mundo de la cultura y lo social. En ese sentido, las necesidades y urgencias que surgen, para enfrentar las nuevas manifestaciones de un capitalismo que fagocita a los habitantes de toda latitud, a lo largo y ancho de nuestro siglo que se asoma, son claras, ¡ahora es el tiempo!
Hombres selk'nam pintados con tari, dibujos totémicos usados en la danza del Kewánix
Se dice, que toda manifestación de vida proviene de una única fuente o emanación de casualidad, en el cual se circunscribe cada pequeño átomo dentro del universo. Desde las partículas subatómicas hasta las más gigantescas galaxias (las mega galaxias), todos en forma simultánea y precisa desde lo más ínfimo hasta la totalidad inmensa, son el “todo único”, de manera que existe en una no-existencia, que se revela como en una negación para afirmarse, es una dualidad que lo unifica, entonces la materia y el espíritu son parte de un todo interactivo que además se relaciona con un gran piélago que en casi su totalidad es invisible a nuestros sentidos, cito entonces a Breton en sus “Prolegómenos a un tercer manifiesto” en el capítulo llamado “Los grandes transparentes” dice: “El hombre quizá no sea el centro, el punto de mira del universo. Podemos llegar a pensar que por encima del hombre, en la escala animal, existen unos seres cuyo comportamiento parece al hombre tan ajeno al suyo como éste pueda serlo con respecto al de la efímera (7) o al de la ballena.” Hay aquí una sabiduría que se compara con la visión que tenían los pueblos selk’Nam o aoniken por citar algunas etnias extintas. Es la manera de ver lo invisible, lo que sostiene y se sostiene con lo otro invisible, aquello que ni siquiera sospechamos, es lo que da forma al universo y su movimiento, como es el espacio entre los rayos de la rueda que le permiten que gire y pueda ser y tener una función como rueda, provocando en cada giro de su tránsito un “cuanto” que a simple vista se torna imperceptible, lo mismo sucede con el universo, según se manifiesta en la mecánica cuántica, donde hay un lapsus en que se produce una no-existencia breve e imperceptible de la materia. Ese mundo por descubrir es la fuente del verdadero progreso, el camino apropiado para enderezar nuestras conductas individuales y colectivas. Un nuevo paso hacia adelante, o dicho de otra manera: Un retomar los antiguos pasos arrasados hace cinco siglos atrás por la conquista. Los dioses habitaban un mundo antiguo según la mitología del pueblo selk’nam (ona para algunos descendientes de los conquistadores), entonces en estas interpretaciones míticas, la luna es Sho'on tam, "la hija del cielo", y su hermana es la nieve. Su consorte es el Sol, que a su vez es hermano del viento. Nieve es la hermana de nuestro satélite natural, la Luna, que se casó con la hermana de lluvia. Luna (Kreeb) y nieve (Holsp) pertenecen al punto cardinal Sur. Sol (Kreen) y viento (Shenu) son del Oeste. En cambio lluvia (Chalu), mar (Kox) y su hermana la tempestad (O'oke) son del Norte. El Este, lugar de la cordillera o zona montañosa resbaladiza estaba para esta cultura, el "centro del universo y el lugar intrínseco del poder chamánico. Allí en se lugar estaba Pemaulk (palabra, en su forma oral), la más poderosa de todas estas deidades. En la era mítica que se conoce como Ho-Owin, es cuando la fuerza primigenia y creadora formó a la primera raza de seres humanos (similitud con otros mitos universales), los que después se transformarían y se convertirían en todas las fuerzas que rigen los hilos de la naturaleza terrestre, como también a algunos astros y otros cuerpos celestes. Así estas divinidades controlaban los cielos, las montañas y los mares. Estas entidades primera y antiguamente habitaron la tierra y fueron poderosos Chamanes y esa "gente" de la era de Ho-owin después fueron llamados los Hoowin, cuando se originó el mundo actual, tal como la conocemos, desde donde más tarde surgiría sociedad humana. La mayor parte de los hombres y de las mujeres Hoowin fueron transformados en animales, cordilleras, cerros y quebradas, praderas y valles, lagos y lagunas de la Tierra, o sea en lo que se conoce hoy día como la Isla Grande, Tierra del Fuego.
También se nos narra que uno de los Hoowin se convirtió en arco iris, o puente de dioses, encontrando una similitud con el relato bíblico. Tanto en un tiempo antes, como después de la metamorfosis, todos sin excepción, pertenecían a uno de los cuatro cielos (Sho'On), como lo eran pertinentes de esa manera todos los hombres selk'Nam, por transmisión patrilineal. Hay algunas metáforas claves en todo imaginario acerca de la creación, en ese aspecto, ya que la construcción de la cosmovisión es la manera de interpretar lo desconocido. La primera es tautológica: Pues la creación es similar a lo desconocido, a la soledad, a la muerte que se asocia con el principio de la vida (el eterno círculo, similar al ouroboros del hermetismo), pero esta tautología recuerda otra imagen más ancestral, la cual es la inevitable lucha del hombre contra lo ignoto. Es por esta vía, que la metáfora ofrece también un espacio que permite reconstruir la relación del hombre su entorno inmediato, la naturaleza. Acto seguido, es que todo hombre dentro de la creación se parece a una pérdida o extravío, una suerte de abandono, donde todo modo de salvataje, pasa por aproximarse al conocimiento profundo de este ambiente que le rodea, entendiéndose como los cielos, la tierra y los mares, etc. El vacío primigenio es desconocido, así como también lo es la muerte, una vida es un lugar de permanencia obligada, sin posibilidad de escape, así como lo es también uno de exterminio. Es la constante e inevitable forma de la vida enfrentándose con la inevitable muerte. Pero no es este tópico el que nos interesa, sino aquel producido desde adentro del ser, en su relación con aquello que es el no-ser, es decir su relación con la unidad. ¿Dónde están las mujeres que cantaban como los canarios? Había muchas mujeres así. ¿Dónde están ahora? Según nos indicaba la selk’ nam Lola Kiepja en 1966, año de su muerte.
(1) Mamífero extinto hace miles de años y que vivió en la región patagónica (Mylodon robustus) (2) Mujer de la cultura mapuche dedicada a las labores mágicas y medicinales. (3) Figura totémica de la cultura mapuche usado en ceremonias sagradas y que simboliza la conexión con el cosmos. (4) Ceremonia de la cultura mapuche de conexión con el mundo espiritual para pedir por el bienestar, fortalecer la unión de la comunidad o agradecer los beneficios recibidos. (5) lugar de veneración religiosa o mitológica muy extendida en Chile, y en la cultura Aymará. , Principalmente se construye como un templete, ermita o capillita, que recuerda una muerte violenta o trágica. También se establece como sitio de veneración informal de santidades o personajes a los que se atribuye alguna característica extraterrenal. (6) Palabra del griego Kenos (vacío) Tafhos (tumba) Tumba vacía generalmente a las orillas de caminos que se erguían para celebrar la memoria de una o varias personas. Culturalmente se remonta su uso al antiguo Egipto, desde donde se propagó posteriormente a Grecia y Roma. (7) Ephemeroptera. Animal alado invertebrado perteneciente a la clase de los insectos, su vida es breve, y en algunas especies es solo de horas y cuyo estado larvario acuático puede llegar a durar varios años. Después de su metamorfosis eclosiona poseyendo con el propósito de aparearse para morir posteriormente.
Ese mundo por descubrir es la
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