El misterio de la Ilustración. Entrevista a artista ilustradora Patricia Inda
El misterio de la Ilustración.
Entrevista a artista ilustradora Patricia Inda
Por: Ximena Jordán.
Antes de la Ilustración
2009, Centro Cultural Palacio la Moneda, Santiago de Chile. Me encuentro en un término medio de mi carrera, un tanto confuso, no soy “ni de Chile ni de fuera de Chile” pues estoy entre postulaciones y caigo en este Centro Cultural para trabajar. Patricia Inda, la artista ilustradora protagonista de esta entrevista cultural, está en mi misma situación y es en medio del trabajo donde nos encontramos. En el departamento de educación, enseñando a grandes y chicos a mirar y a sentir el arte, para después entenderlo.
Desde el inicio de nuestra relación, Patricia Inda y yo, compartimos visión, sensibilidad y expectativas similares en lo profesional. No nos tomó mucho tiempo llegar a ser buenas compañeras de trabajo. Tampoco nos tomó mucho tiempo llegar a ser amigas en lo personal, no obstante esa es, obviamente, otra historia. Ahora bien, en este tiempo Patricia Inda es Arquitecto de título y profesión, así como educadora del arte de trabajo y vocación. Ya posee el alma apasionada y arriesgada propia de los artistas, sin embargo aún no sabe que su camino concluirá por un lado para volver a empezar en el arte. En el arte "de lleno" y de forma directa, no mediante la educación, gestión y curaduría, como lo hace quien escribe…
Unos cuantos meses más tarde. Patricia Inda vive en Uruguay, país donde por motivos laborales y personales se conecta con la naturaleza de una manera más cotidiana, más profunda y, por qué no decirlo, más dependiente. Vuelve a Chile. Estudia mitología, psicología de la religión y tarot junguiano, con la asesoría de académicos expertos en cada uno de estos temas. No obstante, estas indagaciones complejamente intelectuales no empezaban en este momento, sino que habían partido con bastante anterioridad con estudios de Arquitectura Antigua, de la Kabbalah, de Inteligencia Emocional en los Niños…etc.
¿Dónde desemboca el río de inquietud creativa de Patricia Inda? Gracias a su ser inquieto y a la vida, en la ilustración. ¿Y qué es la ilustración? Arte visual gráfico que es funcional y expresivo al mismo tiempo. Arte, oficio o diseño, según sea el propósito con el cual se crea la obra. Arte, del cual poco sabemos los teóricos "del arte", como yo.
Sabemos poco de ilustración porque los ilustradores dan a conocer su experticia en medios que no son exclusivamente artísticos, tales como periódicos, posters y libros para niños. Sabemos poco de ilustración, porque se confunde con los demás tipos de representaciones gráficas a los cuales la ilustración complementa, tales como la pintura, el diseño y el grabado, entre otros. Excusas, en todo caso. Lo cierto es que deberíamos saber de la especificidad de la ilustración, qué es lo que exclusivamente involucra un oficio artístico de fina manufactura como este. Y aunque la suponemos, no lo sabemos “tanto”. Por eso entrevisté a mi amiga; para saber y para admirar aún más su trabajo visual, el cual ha ido prosperando fructífera e incesantemente desde el bendito momento en que Patricia Inda encontró en la ilustración una profesión en la cual volcar todo tu saber creativo, sensitivo, visual e intelectual.
Patricia Inda, Ilustradora
He aquí las interesantísimas declaraciones, aclaraciones y palabras de Patricia Inda, desde la mente y desde el corazón. Dese el tiempo de leerlas. No se arrepentirá.
¿En qué momento de tu vida personal y profesional comienzas a ilustrar con más frecuencia y pasión, hasta devenir en un nivel profesional como el que gozas en la actualidad?
Siento que ha habido distintas etapas para llegar hasta aquí. Siempre he dibujado y pintado, desde niña, no obstante empecé a ilustrar recién hace 4 años. Y desde que entré en el mundo de la ilustración, me ha costado mucho dejar a un lado el pincel o el lápiz para hacer otras cosas, siempre he sentido la necesidad de darle más espacio y tiempo. Al comienzo lo compatibilicé con otras actividades, pero hace 1 año que estoy dedicándome 100% a ilustrar, y este es un cambio que se siente. Coincidió con una etapa de mi vida personal en que me movía entre Chile y Uruguay, así es que sin un punto fijo entendí que era la única actividad que podía acompañarme de un lugar a otro. Ahora yo soy mi oficina. Cuando decidí dedicar todo mi tiempo a ilustrar, empecé a crecer y a aprender. Ahora estoy feliz porque siento que en poco tiempo he aprendido muchísimo.
¿Cuáles son las diferencias principales que distingues entre la representación pictórica y la ilustración? En otras palabras ¿cuáles serían las particularidades de la ilustración al lado de las demás formas de representación visual?
Creo que el arte en general es un espejo de la realidad, donde algunos reflejos son gustan, nos divierten y otros nos incomodan. En las distintas manifestaciones del arte hay mensajes, más crípticos o más explícitos. Todo nos provoca algo: gusto, atracción, admiración o rechazo.
Las demás formas de representación visual como la pintura pueden ser mucho más libres, abstractas, pueden no tener personajes ni espacios reconocibles, ser manchas, líneas, luces o colores y funcionan igual. El mensaje puede muy cerrado y está bien, se enmarca dentro del estilo y lenguaje del artista, seguramente tiene que ver con lo que quiere provocar.
En la ilustración, particularmente, noto diferencias entre la ilustración infantil, el cómic y la ilustración naturalista. La ilustración infantil y el cómic son una simplificación de la realidad, que implica una distorsión fantástica. Son muy expresivos, pocas líneas contienen mucha información, la exageración de un concepto que puede ser una idea, un estado, una acción o una emoción, en mínimos gestos. Es como ver la realidad en una dimensión paralela, más lúdica y mágica, donde pasan cosas que en la cotidianeidad resultan imposibles, y que pueden ser luminosas u oscuras, divertidas o melancólicas.
Tanto la ilustración infantil como el cómic buscan entregar un mensaje que debe ser claro y que interpele al observador. Distintamente, la ilustración de tipo naturalista busca representar la realidad sin distorsionarla pues tiene que necesariamente reconocerse la especie retratada. Con ésta última yo tengo mucho cuidado, porque a veces sutiles cambios hacen que la especie que quiere ser ilustrada se transforme en otra. En el caso de las aves puede devenir en una subespecie, un juvenil, o la hembra, donde la ceja es un poco más larga o el tono de las plumas del torso son ligeramente más claras, por ponerte un ejemplo. Por eso investigo mucho para hacer las ilustraciones naturalistas de aves; reviso muchas fotografías, fichas técnicas, libros, entro a foros, etc. Y veo que sutiles detalles hacen la diferencia.
Creo que muchas veces la solución a estos dilemas en el oficio están en el para qué o en el para quién son las ilustraciones. Si haces una Loica para un libro infantil, para una publicidad o para un libro de poemas no importará demasiado si haces una Sturnella loyca, una Sturnella bellicosa albipes, o una Sturnella superciliaris, porque todas son Loicas que puedes encontrar en territorio nacional chileno. Sin embargo, si estás ilustrando con objeto de obtener reconocimiento científico, la especie sí debe ser exacta. Ahora, si la ilustración es para una guía de campo, debes ser fiel a los detalles porque el objetivo sigue siendo científico, pero sin incluir taaanta información, porque los dibujos van chiquititos para poder llevarte el libro a terreno. Mi trabajo de ilustración de aves ha sido para amantes y conocedores especializados de las aves, así es que raya en la pintura realista.
Elegante, ingenua, femenina, exagerada…y a la vez, sutil
"A mí me gusta la ilustración porque siento que inspira, que conecta con la belleza, aún cuando el mensaje pueda ser de tristeza, miedo o melancolía. La ilustración me parece elegante, ingenua, femenina y aunque exagerada, sutil. El cómic, en cambio, sería su contraparte masculina: más rotundo, más plano, menos matices de color, más literal. El cómic tiene el texto integrado, funciona casi siempre con viñetas, la ilustración en cambio puede ser muda y expresiva, puedes contar un cuento sin palabras, o si es que hay texto (en el caso de un cuento) las imágenes pueden ir contando una historia paralela, aportando datos que no están escritos"
¿Cuáles son tus motivos favoritos para ilustrar? ¿Hay alguna razón para esta preferencia?
Me gusta hacer retratos en versión ilustración, porque me gusta situar a la gente en un mundo paralelo y que se reconozcan. Adornar su realidad, a veces hasta las locaciones pueden ser conocidas, pero están distorsionadas, siempre es más mágico. Tomo aspectos físicos que los definen, a veces ropas, y tomo gustos, inclinaciones, hobbies, emociones, mucho simbolismo y los paso todos por la acuarela. No sabes la alegría que siento cuando las personas que ilustro se ven retratadas y se emocionan al reconocerse, y de ver a sus seres queridos. Siento que es como mostrarles una versión de la realidad que es invisible a los ojos, es como una belleza y una ingenuidad que están en ellos, pero que no reflejan a simple vista. Y yo tengo el feliz encargo de hacerla manifiesta.
Me gusta sintonizar a la gente con la belleza, porque creo que en la belleza hay una armonía que aporta equilibrio, que conmueve, inspira, ordena. Si el arte es un espejo de la realidad, a mi me gusta reflejarles su luz.
Con la ilustración naturalista es lo mismo: mostrar en detalle la belleza de la naturaleza, al punto que conmueva, que la especie retratada “te mire” y te conectes con ella…que ya nunca más te dé lo mismo cruzarte con ese pajarito.
Si pudieras elegir ¿cuál sería el tipo de espectador favorito para tus ilustraciones? ¿Niños, adultos…ambos?
¡Los niños! Incluyendo a los que están en “cuerpo chico” y los que están en “cuerpo de adulto”. Apelo al niño que está en todos. Donde más veo esa respuesta es en el hecho que mis clientes son adultos, pero que ante sus ilustraciones se emocionan como niños. También veo a niños encantados con los dibujos, pero creo que ellos ven la ingenuidad en eso, en mi trabajo y en todos lados, en la realidad en general. Creo el valor mayor es poder conectar con esa parte ingenua y bella de la realidad y de ellos mismos a los que van por la vida como “grandes”.
Siento que en el caso de un cuento sería el tipo de cuento que alucina a padre e hijo por igual, donde los dos se transportan y disfrutan cómplices de esa magia.
Algunos dibujos con alma...y otros, sin.
¿Hay algunos artistas ilustradores que han sido tus mentores? ¿Quiénes son?
Cuando empecé a ilustrar estuve mirando muchas ilustraciones para entender y aprender. Era una época en que no había tantos cursos como ahora y los que había eran carísimos y esporádicos, así es que decidí aprender sola, observando y dibujando, corrigiéndome a mí misma. Para esto de todo lo que vi entre libros y web me daba cuenta que había dibujos como con “alma” y otros sin. Los primeros, eran los que me conmovían y a eso quería apelar yo.
Entre los maestros que me encontré en el camino durante mis inicios, estuvo Claudia Moya, de España. Aprendí mucho mirando su trabajo, lo consulté muchas veces, en momentos distintos durante 3 años. Fue muy simbólica para mí su orientación sin palabras; mirando su trabajo me atreví a distorsionar la realidad y a simplificar, a jugar con la fantasía con visual elegancia. Un día me extrañó que su blog no se actualizara más siendo tan bueno y empecé a buscar más información de ella, por si había cambiado de rubro, o se había empleado en alguna parte, o algo así. Ahí me di cuenta que cuando yo la descubrí acababa de morir y que ese día que yo la buscaba ¡era su cumpleaños! De esas cosas raras y mágicas que tienen los oficios raros y mágicos. Así es que si me preguntas por maestros, la española Claudia Moya fue la primera, y al igual que mis dibujos y los suyos, me mostró una realidad distinta, desde una realidad paralela, sin palabras. Y me enseñó mucho.
Posteriormente, descubrí a Rebecca Dautremer y a Benjamín Lacombe y fue una revolución, con su mirada fotográfica o cinematográfica... elegante, colorida, de un dibujo exquisito: ¡maestros! Lo mismo que conocer el trabajo de Isabel Hojas en Chile, con el libro de Gabriela Mistral, a otro nivel. Después de contemplar esos dibujos sentía ¡que daba lo mismo lo que dijera el texto! Y en la práctica, la única maestra que he tenido “de persona a persona” es Alejandra Acosta. Me ha servido mucho su guía, ella amplió mis recursos técnicos y me enseña a atreverme más.
¿Crees que la ilustración es un arte más bien “de oficio” que de “estudio teórico”?
Ambos son importantes, pero si no hay teoría y hay dibujo, sí estás ilustrando. En cambio si hay teoría y no hay dibujo…no. Se aprende haciendo, experimentando, equivocándote. Porque de los “errores” salen cosas nuevas, divertidas, distintas. Hay que tener la capacidad de flexibilizar: ese es el recurso para encontrar la gracia a cualquier imprevisto. Una mancha involuntaria puede aportar atmósfera, textura o puede transformarse en un elemento nuevo.
Si abordas la ilustración que es tan juguetona, desde la teoría, puedes limitarte. Lo más probable es que estés pensando en reglas, colores y técnicas, más que en dejar fluir tu creatividad. Aunque claro que es súper positivo observar el trabajo de otros ilustradores como inspiración, y eso sería en parte estudio teórico, ya que aprendes de las infinitas posibilidades que tiene este lenguaje. Querámoslo o no, los seres humanos aprendemos por imitación: de tanto mirar o escuchar al final creamos nuestra propia versión.
¿Qué es lo que más te gusta, lo que más te intriga y lo que más te desafía del arte que desempeñas?
Me gusta que sea inagotable, que hay muchos lenguajes posibles, miles de historias para contar. Me sorprendo de mí misma, de las cosas que salen y que no pensé previamente, que voy develando a medida que voy haciendo. Al comienzo veo un poco y a medida que plasmo ese poco voy viendo más y más y al final termino sorprendida y divertida de lo que sale. Creo que lo mejor es que lo paso muy bien trabajando y que el resultado para el que lo recibe es igual de feliz.
Por ahora me intrigan técnicas que aún quiero explorar y que me permitirían hacer más y más cosas. ¡Aunque con la acuarela somos “íntimas”!
Lo que más me desafía de la ilustración es que me obliga a sintetizar. Yo dibujé desde chica, pero en otro formato, más realista. La ilustración obliga a construir un relato en pocas líneas y eso siempre es un desafío para mí.
Desde que te dedicas profesionalmente a la ilustración ¿cómo has visto modificada tu percepción del entorno? ¿Te has vuelto inevitablemente más observadora, más sensible, más introvertida...? ¿O quizás ya traías potenciada tus cualidades personales de ilustradora y sólo se vieron estas reforzadas por el desempeño constante del oficio?
Siempre he sido muy observadora, desde niña. Esto para mí era una herramienta para entender la realidad. Entender cómo funcionaban las cosas, los animales y las personas. Y bueno, lo sigue siendo, sólo que ahora lo caricaturizo, lo bueno y lo malo lo pongo en dibujo. Lo bueno así se perpetúa y lo malo se transmuta. Mis primeras ilustraciones son la mayoría autorreferentes, o son autorretratos o son emociones mías, o los animalitos tienen mis zapatos, o el perro del dibujo es mi perra. En fin, ya no dibujo sólo mis mundos, pero puedo ir más lejos si busco en mi algo que me vincula al tema o al lugar que estoy ilustrando, puede ser un detalle, como las flores que apenas se notan en el cuadro, o un pez o la silueta de un pájaro. Trabajo muchos simbolismos en cada ilustración: las cosas que aparecen, la disposición en el espacio, la relación entre las personas, los colores... que tienen que ver con emociones, con cosas conocidas o con su simbolismo espiritual. Y todo eso implica mucha observación y mucha información.
Es inevitable que si estás en un tema, agudices tu percepción en ese tema. Si estoy pensando en un cuadro de un árbol, como ahora, puedo hasta ver conchitas y fósiles y ver partes del árbol, veo su textura en cualquier cosa. Puedo hasta ver la ondulación de las ramas en el pelo de una persona.
Yo creo que los artistas, los arquitectos y los psicólogos son los grandes observadores de la realidad. Para representarla, evocarla, criticarla, corregirla, disfrutarla o sanarla. Y yo pertenezco a este equipo.
Como en todas las artes, imagino es importante la perseverancia, la constancia y la disciplina en un ilustrador. ¿Cuál es el rol de la auto-disciplina del ilustrador? En tu caso particular, ¿tienes alguna hora del día, alguna música o algún ambiente que te ayude a concentrarte y a trabajar más fluidamente en algo tan delicado como una ilustración?
Sí, ¡por supuesto! requieres de mucha autodisciplina y de mucha paciencia con los demás también, para que entiendan tu disciplina. Esto, porque no se respeta ni se entiende igual el espacio de alguien que construye casas al de alguien que hace dibujos. Yo trabajo todo el día, cuando estoy en un tema me despierto pensando en eso. Si tengo un cuadro a la mitad cuando despierto voy a mirarlo y no puedo evitar tomar los pinceles, así es que tengo que luchar conmigo misma y marcar un protocolo mínimo antes de empezar cada jornada. Si tengo poco tiempo para sacarlo, suspendo cualquier otra actividad que me quite tiempo y energía. Pero también tienes que matizar, porque si estás en algo creativo, a veces hace bien distraerte un rato, hacer otra cosa, ver gente en la calle, salirte del tema... y entonces cuando vuelves lo puedes ver mejor, con otros ojos, y descubres cosas nuevas. Para eso necesito de vez en cuando salir a la calle, tomar aire y distraerme.
Tengo ciertos rituales que me sirven para trabajar mejor. Cuando voy a empezar algo nuevo primero ordeno todo, llevo todo a cero, limpio, despejo, y con nuevo aire puedo empezar. A veces prendo una vela cuando estoy empezando, sobre todo si me está costando trabajo sentarme a trabajar o concentrarme o para que salga todo bien con el proyecto que comienzo. Antes escuchaba un disco en cada proyecto nuevo, ahora no siempre. A veces me acomoda el silencio, a veces me sirve cualquier cosa que se pueda cantar, sobre todo si estoy nerviosa, eso me distrae la atención de la tensión, sin dejar de avanzar. Mi cerebro racional se entretiene con la letra y el canto y mi cerebro creativo sigue trabajando tranquilo.
Las mejores horas para trabajar para mí son temprano en la mañana, cuando estoy lúcida y descansada, y al final de la tarde, sin perjuicio de que prefiero siempre trabajar con luz de día, ojalá con el sol llegando a mi espacio. Pero la realidad es que trabajo todo el día, de la mañana a la noche. Me cuesta establecer horarios fijos, en eso supongo que tendré que aprender a ordenarme, sin tener que estar tantas horas continuas en mi taller.
Hay otra cosa que me gusta hacer y me sirve mucho, hacer algún bosquejo justo antes de dormir. Como tengo sueño, no lo pienso mucho, hago lo primero que me sale ¡y salen unas síntesis buenísimas! que más lúcida seguro demoraría mucho más en hacer.
¿Cuál es tu sueño/meta como ilustradora? No tiene que ser una meta profesional específica, puede ser algo general o incluso algo muy volado de índole más personal.
Mi proyecto grande más próximo por ahora es lanzar un libro de ilustración naturalista de aves de Chile y publicar alguno de mis cuentos. Pero yo sueño con llegar a mucha más gente aún y llevar la ilustración a la ciudad. Me gustaría pintar murales en lugares donde la gente no se siente bien, como hospitales, hogares de ancianos, hogares de menores. Creo que ese mismo efecto que tiene la ilustración en formato pequeño, en un cuadro o en un cuento en la intimidad de tu casa, puede multiplicarse si se plasma a otra escala y en otro escenario. Y en el caso de que los observadores sean personas que les toca vivir un momento o una situación complicada, puede ayudar a que se sientan mejor. Este sueño no es sólo como ilustradora, es también como arquitecto. La ilustración y el arte en general tienen una función sanadora, necesaria en la ciudad que está llena de espacios enfermos y de gente enferma, esperando que alguien les devuelva el color y la Luz.
Santiago de Chile, Febrero de 2013
Los invito a que sigan la trayectoria artística de Patricia Inda a través de su página en Facebook y a que la contacten cuando requieran el apoyo gráfico o del trabajo artístico de una eximia ilustradora. Asimismo, los motivo a que compartan este artículo y si quieren, lo comenten, para que más ciber-lectores disfruten contemplando los trabajos de Patricia Inda y puedan aprender más del misterioso arte de la ilustración.
Ximena Jordán
Master in Art Curatorship, Melbourne University
Licenciada en Estética PUC
Twitter: @ximenili
Imágenes: gentileza de la artista.
Página Facebook Patricia Inda Ilustraciones: https://www.facebook.com/inda.ilustra
Correo electrónico de Patricia Inda: patricia.inda@yahoo.com
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