PLAY! 2011
Por Juan José Díaz Infante
Play!
Encuentro Interdisciplinario
Tecnología, Juego y Sonido
El arte de ser maestro es el arte de
ser asistente del descubrimiento.
Mark Van Doren
Play! es un encuentro interdisciplinario que explora las relaciones que se tejen entre los conceptos de juego, tecnología y sonido en el arte.
Como vocablo, Play es un término que define varios conceptos en distintas direcciones. Play puede ser traducido al español como jugar, o como echar a andar un juego, igual que un beisbolista diría "playball". También puede ser la forma en que juega un niño, bordando imaginarios sin que importe el juicio de los demás o el ser observado. El juego es el gran elemento de aprendizaje, quizá aquello que lo permite.
Asimismo Play se traduce como "tocar", como cuando un músico ejecuta un instrumento, o en el contexto de reproducir música pregrabada –“let the music play”-. El término se usa también para describir una jugada de ajedrez o un movimiento estratégico de negocios. Es el botón de la videocasetera o de la cámara de video. Así, Play busca la reinterpretación de la palabra que lo nombra, del juego que su significado pone en movimiento al evocar simultáneamente la tecnología, la interpretación musical, la matemática, la cooperación, el sonido y hasta el beisbol. A partir de esta polisemia, el encuentro propone una reflexión sobre nuestro presente y nuestro futuro a partir de nuestra relación con la tecnología y cómo ésta constituye un problema de lenguaje, lo cual implica detenerse un momento en la metáfora con que a ella nos referimos y las razones últimas para las que ha sido diseñada.
Por ello Play implica un viaje de significados, la construcción de puentes entre una tecnología y otra, entre un lenguaje y otro, entre el hombre y las máquinas con las que dialoga. En última instancia, Play no es sino una invitación a jugar, a aprehender, a imaginar con oídos y ojos distintos.
Esta segunda edición de Play tiene como tema central el descubrimiento, construcción y exploración de Nuevos Instrumentos. Se articula como un momento para reflexionar el instrumento como una extensión de los sentidos y de las capacidades humanas. Desde el primer instrumento musical, la
faringe, la palma de la mano, hasta los dispositivos digitales y teledirigidos.
En torno a esta idea Play! 2011 presenta en exposición tres instalaciones sonoras que exploran justamente la noción de instrumento y sus posibilidades.
China de Roberto Arcaute, Metal Música de Cabezas de Cera, y la muestra del proyecto Satélite Espacial Ulises I, a cargo del Colectivo Espacial Mexicano.
Estas tres manifestaciones intentan, cada una en su caso, cuestionar y ampliar los límites conceptuales del instrumento musical y deconstruir lúdicamente las diferentes maneras de expresar, percibir o codificar una realidad a través de su puesta en juego.
China
Roberto Arcaute
2008
China de Roberto Arcaute, es una instalación sonora que consta de una jaula
gigante llena de canarios que interactúan con dos theremins para producir una pieza sonora aleatoria, infinita, que combina el sonido emitido por los propios canarios, con la modulación de los campos electromagnéticos que provocan los theremins. La pieza deviene un instrumento a mitad entre lo orgánico y lo tecnológico, lo automático y lo natural.
10 canarios
2 theremins
Micrófono
1 jaula metálica
Max MSP
Bocinas
Peligro: Hombres soñando, detalle de la instalación sonora de 7 canales de los instrumentos hechos por Cabezas de Cera
Metal Música
Cabezas de Cera
1997-2008
Metal Música es una instalación musical basada en los instrumentos creados por el grupo Cabezas de Cera. Elaborados por Francisco Sotelo estos siete instrumentos son una muestra de la exploración sonora que Cabezas de Cera ha establecido como una forma de responder a la pregunta por las sonoridades nuevas, capaces de conseguirse en un diálogo entre el uso de nuevos materiales y los canones de la laudería tradicional. La instalación emite en siete canales el sonido de cada uno de los instrumentos, creando una composición configurada especialmente para esta exposición.
Proyecto Satélite Espacial Ulises I, obra en proceso a cargo del Colectivo Espacial Mexicano.
Uno de los principales productos del Encuentro Play 2011 es la construcción y lanzamiento de un satélite espacial, diseñado como un instrumento y dispositivo sonoro. Para ello se convocó a 11 artistas mexicanos para que explorarán y diseñaran colectivamente el funcionamiento tecnológico y el contenido sonoro del satélite. El grupo tomó como nombre Colectivo Espacial Mexicano y está integrado por Arcángel Constantini, Ariel Guzik, Arturo Márquez, Cabezas de Cera, Hugo Solís, Iván Puig, Francisco Rivas, Gilberto Esparza, Marcela Armas, Omar Gasca, Ramsés Luna.
El Haiku “La Esfera” que se encuentra en el panel lateral del Ulises, está a cargo de Teresa Bordona, Fernando Castro y Aurora Liébana. La escultura en piedra de “Ulises I” fue hecha por Emilia Bellón, Samuel Lozada y Alma Vargas. La escultura “Capitán y oficial científico” es obra de Emilia Bellón. Los bocetos, ‘“Early Ulises I”, “Detachment”, “Estructura II” y “Órbita I” fueron dibujados por Edgar Cano. Las maquetas en acrílico del satélite están a cargo de Luisa Lichi. La programación y armado del satélite esta a cargo de Juan Galindo y Julio Saldívar . El gráfico y maqueta “ULISES I región 4” fue construido y diseñado por José Manuel Morelos.
Snapshot del colectivo en el shower de celebarción de llegada de las piezas de Ulises a México
La misión propuesta a este Colectivo consiste en partir de la idea de un satélite para producir una pieza artística colectiva que pueda ser puesta en órbita y transmitir señal desde el espacio exterior.
La muestra incluye los bocetos, mapas, textos y diseños que el Colectivo ha desarrollado alrededor de la idea de este instrumento sonoro en órbita alrededor de la Tierra. El satélite funciona como un detonador de las inquietudes y motivaciones más personales de cada uno de los artistas, haciendo entablar un diálogo entre ellas.
Una instalación multimedia permite al visitante comprender el funcionamiento del satélite y las propuestas que el mismo ha detonado en cada uno de los participantes.
ULISES I
El objeto del arte, no es el objeto del arte es el centro de discusión.
Marcel Duchamp
El Ulises I es antes que nada un proyecto de investigación. Más que un objeto técnico, tecnológico, es un objeto de reflexión, un detonador de imaginarios, un vaso comunicante, un soberano pretexto para creer en otra forma posible de codificar las cosas, de creer en otro mundo. Por ello, más que un desarrollo científico es una acción poética, y más que una pieza de arte, es una ópera colectiva.
Maqueta primaria del Ulises I, al tamaño 15 cms de alto, 10 cms de diámetro, cada antena de 15 cms
celdas solares en los costados, se aprecia al centro el Haiku de Teresa Bordona y Fernando Castro.
Animación del Ulises primero en órbita polar a 300 kms de la Tierra, hecha por Hugo Sólis usando materiales proporcionados por la NASA para visualización de este tipo de proyectos.
Sala interactiva donde se pueden apreciar las propuestas de cada uno de los artistas, se han preparado unos samplers de un minuto que cambian con cada órbita del satélite de la animación de la mesa central del cuarto.
La obra que aquí se presenta no es solamente un satélite. El satélite es el
objeto de discusión. La obra es la observación de todas las acciones que nos
llevan al diseño de la misión, al diseño del dispositivo, a la discusión del contenido artístico, a la discusión del concepto mismo del satélite, a la búsqueda de la señal transmitida, al lanzamiento, en fin, a todo aquello que hace de este desarrollo justamente eso: la huella viva de un proceso de cuestionamiento humano, una ópera que es al mismo tiempo un híbrido contemporáneo, y que comienza desde este mismo momento, desde ahora, como esta suma de deseos e intenciones de un colectivo que busca, creando su instrumento, explorar nuevos horizontes.
Exposición montada en la Fonoteca Naciona, se muestran explicaciones, bocetos, ideas, todo el proceso creativo del satélite
Detalle donde se aprecia de izquierda a derecha boceto de Ariel Guzik, partituras de Omar Gasca, bobina de inducción de campo magnético con bocina de Arcángel Constantini
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