DELMIRA AGUSTINI, EL AZUL AROMA DE UNA VELADA EN POESIA
DELMIRA AGUSTINI, EL AZUL AROMA DE UNA VELADA EN POESIA
Desde Chile, Alvaro Oliva

Portando una bujía Delmira caminaba por los nocturnos corredores de su hogar. Una noche habitada por el insomnio, la rodeaba una vez más. Los olores y latidos punzantes la abordaban y estremecían agotándola hasta florecer en medio de la nada.
Víctima de su propia vulnerabilidad, un perfecto error de fábrica, Agustini comenzó a escribir en el papel los versos que cautivaron al modernismo y a los minutos del presente. Nacida en 1888, en Montevideo, esta dama abolió el marco correcto que debía rodear el rostro de una respetable chica de comienzos del siglo XX.