Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
Share this

Inicio de Usuario

Suscríbete!

Formulario para suscribirse

*Pinche y complete los datos para recibir en su e-mail cada número nuevo de nuestra revista.

EL ÚLTIMO BAILE

(Performance para OrganiRandom) *

Emma Lejarazu

Monja y casada

Virgen y martir

Por Araceli Zuñiga

Basado en ilustraciones y pinturas del siglo XVIII, La Muerte Coronada convida a los vivos a compartir con ella el baile; atreverse a mirarla de frente y tenerla entre los brazos en un ejercicio lúdico de reflexión sobre la vida.

La muerte invitando y provocando al baile.

Durante los tres siglos que duró la colonia española en México, el hacerse retratar fue parte de un ritual que marcaba, aun más, la sociedad de castas constituida por virreyes, virreinas, ilustre parentela aristocrática, así­ como altos prelados y, de manera interesantí­sima, los retratos de las Monjas Coronadas realizados justo en el momento de tomar los votos. Nunca se les volverí­a a ver. Recordemos que en la llamada entonces Nueva España –que nunca fue una extensión más de España, nunca- existí­an, según los datos, más de 25 conventos de todo tipo y clases sociales al inicio. Desde las opulentas damas y damiselas hasta las paupérrimas jóvenes que viví­an en los conventos de la "caridad cristiana" (prácticamente como esclavas y sirvientas de dí­a y de noche, sin descanso alguno), conventos y Casas de Niñas mantenidos gracias a la "generosa" aportación de los hidalgos y de los cortesanos militantes en órdenes tradicionales, e igualmente por los comerciantes que, habiendo hecho fortuna, legaban su patrimonio a las casas o conventos de monjas para la salvación de sus (propias) almas. Conventos llamados de Entrada, para las viudas y sus hijas además de sus servidoras, criadas y hasta esclavas de su propiedad; y para las rechazadas por la sociedad, que primero se les llamó de Las Recogidas. En fin, que durante el siglo XVI, México contaba con 19 conventos; en el XVII, con 17 más y en el XVIII otros 21 cuya formación estaba encaminada a la docencia y a diversos servicios útiles para la cerrada y compleja sociedad en formación. Como el convento de Corpus Christi, ahora sede de las artesaní­as, que se dedicó a las "indias entendidas" como acto justiciero, y para "comprensión de la mujer en general".

De acuerdo con la investigadora universitaria Josefina Muriel€¦"para tener un panorama más amplio y preciso acerca del papel que tuvieron los conventos en la í‰poca Virreinal, es necesario tomar en cuenta que las mujeres sólo tení­an dos opciones de desarrollo social, económico y educativo: el matrimonio y la vida conventual, y muchas de las familias novohispanas buscaban tener entre sus miembros a una monja, lo cual además les daba un estatus distinto, de mayor rango en la escala social".

"Los requisitos para ingresar a un convento eran muy especí­ficos en cuanto al perfil de las aspirantes, que en general, se sustentaba en el hecho de pedirles que fueran descendientes de conquistadores, o en lí­nea directa de por lo menos tres abuelos de origen español".

"Pero las circunstancias y el propio desarrollo de la vida en la Colonia, crearon las condiciones para que esto fuera cambiando con el paso de los siglos y, de este modo, permitir que pudieran ingresar al convento, mediante procesos que duraron varios siglos, y de los que se verí­an beneficiadas, mujeres criollas, mestizas y finalmente indí­genas.

                        

Josefina Muriel comenta también que entre los hechos más relevantes de este proceso, se encuentran los casos de mujeres españolas que viajaban al nuevo mundo en las primeras décadas de la Colonia, acompañadas por sus esposos, pero que durante el viaje en barco enviudaban. Al llegar a América, sus posibilidades de desarrollo eran muy escasas. Por ello, muchas de ellas decidieron fundar conventos para conservar así­ su linaje y el respeto de la sociedad.

Otros de los factores que permitieron el desarrollo de los conventos virreinales, fueron una serie de cambios en el modelo educativo que se dio sobre todo durante el siglo XVIII, con la apertura de los conventos, que empezaron a recibir a mujeres criollas, mestizas e indí­genas; la educación que recibieron, provocó un cambio de mentalidad y de costumbres en toda la sociedad mexicana novohispana.

"Hay casos muy interesantes, aseguró, porque cuando se permitió en los conventos este tipo de situaciones, inclusive se registraron varios alzamientos de las monjas internas, en el estado de Puebla. Cuando esto ocurrí­a, el ejército tení­a que intervenir para calmarlas, porque la situación se habí­a vuelto muy grave debido a que uno de los cambios que se negaban a aceptar, era que sus madres, -ancianas que generalmente estaban en el convento acompañadas por sus criadas y esclavas- no querí­an dejar el lugar. Pero a fin de cuentas, las pudieron contener y las cosas se calmaron".

Otra de las situaciones que permitieron el desarrollo de los conventos, tiene qué ver con la parte económica. En ese sentido, Muriel explicó que para las familias que ingresaban a una de sus hijas en un convento,  les representaba entregar una dote de dos mil pesos, mientras que casarse implicaba un gasto de siete mil --equivalente a unos siete millones de pesos actuales--, por lo que muchas familias optaban por la primera opción.

                                                                                                                                            

Así­ pues, Emma Lejarazu, en esta transgresión y autorí­a propia, sale ataviada con un traje de esqueleto totalmente pintado a mano, una túnica, sí­mbolo de sabidurí­a y una corona de flores -réplica de las que usaban estas "Monjas Coronadas" para tomar los hábitos y que, a su vez, se convertí­a en objeto mortuorio al enterrarlas con ellas-, pero adaptándola en significado para ser el sí­mbolo de la majestuosidad de (y en) La Muerte.

                                     

Alumnos y maestros del Instituto de Mercadotecnia y Publicidad bailando con Emma Lejarazu.

¿Qué actividades realizaban en el convento estas Monjas Coronadas? Pues estaban el rezo, la cocina y el estudio, por supuesto, práctica poco conocida y que hasta hace muy poco tiempo se ha tenido acceso a los textos literarios, las obras plásticas y hasta las composiciones musicales que eran enterradas con ellas, a modo de un apretado rollo, en el interior de una botella.

Existe actualmente una sala dedicada a las Monjas Coronadas, ubicada dentro del Museo Nacional del Virreinato, en el Ex Colegio jesuita de Tepotzotlán, Estado de México, donde podemos encontrar más detalles sobre la vida de las mujeres que ingresaron a los claustros durante el periodo virreinal.

Debemos mencionar que, en la elaboración de esta corona de flores de Emma Lejarazu, participó la maestra Katia Perdigón, restauradora del Instituto Nacional de Antropologí­a e Historia (INAH), y las flores con las que fue confeccionada provienen de la Fábrica de Flores Artificiales Enrique Poucho, las cuales son elaboradas totalmente a mano, de seda y lino. Cabe destacar que ésta es la única fábrica que queda en el paí­s que las trabaja. La corona consta de siete rayos que simbolizan los siete pecados capitales, así­ como las siete virtudes que los contrarrestan. 

                                   

Emma Lejarazu coronada.

 Corona de flores elaborada por la Maestra Katia Perdigón del Instituto Nacional de Antropologí­a e Historia.

Las flores también contienen diversos y ricos significados: la amapola simboliza la muerte y la extravagancia, las violetas la humildad, las caléndulas son lágrimas; el botón de plata, poderí­o, la flor de lys, majestuosidad y nobleza, las hojas de laurel, inmortalidad, las rosas, pureza, la camelia, nostalgia, los pensamientos, recuerdos. Se logra así­ una pieza de arte-objeto que da más significado y valor visual al personaje y a la pieza de performance.

¿Te atreves a bailar con ella El Último Baile?

haz click aquí­:  http://www.youtube.com/watch?v=ixpGKJ23gTs

                                      

Coordinadores encargados de "El último baile"  Instituto de Mercadotecnia y Publicidad (IMP)

(*)  Emma Lejarazu. Artista conceptual del performance y del arte objeto.

Entre sus exposiciones colectivas, ha participado en:.

TABLERO- Montaje Plástico de Estrategias Absurdas, Facultad de Medicina C.U.

Ciudad de México, 2004.

SUBCUTÁNEO- Acciones bajo la piel de la ciudad, STC Metro, Estación Pino Suárez, Migración, performance-instalación, 2006.

Y entre las exposiciones individuales, hasta el momento, están:

SIMULACCIONES, "Mi caballo y Yo" Performance, Museo Universitario del Chopo, 2000.

"Ida y Vuelta al más Allá en el Metro" Intervención Urbana,Metro ciudad de México, 2000.

2° Jornada de Nivelación del Oxigeno, "Reputación" Performance, X´Teresa Arte Actual, ciudad de México, 2001.

Ciclo de Performance Tepito en Acción, "De Tripas Corazón" Performance, Galeria Jose Maria Velasco I.N.B.A., ciudad de México, 2002.

Alejandro Jodorowky en Persona, "La Muerte Novia" Performance, Circo Volador, ciudad de México, 2002.

"Las Muertes en el Metro" Intervención Urbana, Metro ciudad de México, 2002

"Carnaval de muertos" Intevención Urbana, Metro ciudad de México, 2003.

"Los esponsales de la Muerte" Performance, Metro ciudad de México, 2004.

"Nuntius Postumus" (Mensajes Postumos), Performance, Metro ciudad de México, 2005.

     Diseño de columna y edición de fotografí­as: Federico Martí­nez Montoya

     Registro visual: Rodolfo Espinosa Zúñiga.

     Coordinación: Araceli Zúñiga y César Espinosa.

Si deseas ponerte en contacto con Emma Lejarazu:

emmalejarazu@yahoo.com.mx

Si deseas ponerte en contacto com Federico Martí­nez Montoya:

martinez_fede@prodigy.net.mx

Si deseas ponerte en contacto con Araceli Zúñiga:

postart@prodigy.net.mx

Araceli Zúñiga Vázquez es investigadora/guionista de radio y televisión educativa (TV-UNAM, Radio UNAM, Radio Educación). Ensayista sobre ciberculturas y vanguardias artí­sticas. Asesora de proyectos transdisciplinarios sobre arte y multimedia. Miembro del consejo editorial de la revista virtual Clon , de la UAM Xochimilco. Miembro del Consejo del Instituto de Semiótica y Cultura de Masas, centro de investigación y análisis crí­tico, A.C., Member of IASS/International Association for Semiotics Studies. Curadora y promotora de videoarte, video independiente y video experimental. Coordinadora de las nueve Bienales Internacionales de Poesí­a Experimental, A.C.

 

Enviar un comentario nuevo

El contenido de este campo se mantiene como privado y no se muestra públicamente.
  • Allowed HTML tags: <a> <em> <strong> <cite> <code> <ul> <ol> <li> <dl> <dt> <dd>

Más información sobre opciones de formato

CAPTCHA
Esta pregunta es para verificar que eres human@, completa el espacio con los signos de la imagen.
1 + 5 =
Solve this simple math problem and enter the result. E.g. for 1+3, enter 4.
By submitting this form, you accept the Mollom privacy policy.