WEB 2.0 Y LA NUEVA GEOGRAFIA
WEB 2.0 Y LA NUEVA GEOGRAFIA
Diego Cerda
Una de las aristas más interesantes de la Web 2.0 es la disponibilidad de información geográfica de fácil manipulación para cualquier internauta. El hecho central de esta nueva realidad es que la geografía misma puede ser anotada libremente, dejando, de una vez, atrás los tiempos en que la geografía era monopolio de especialistas y de poderosas instituciones. Hoy, y desde hace ya tres años, cualquiera puede producir información geográfica independientemente de su experticia o conocimiento de lugar. De hecho las facultades cartográficas de los internautas dan para todo, desde entregar información geográfica más precisa de un lugar, puesto que quien vive ahí sabe mejor lo que vale la pena saberse del lugar, superando la información que puede entregar un mapa oficial, o un mapa turístico; pero también los usuarios pueden ficcionar los lugares, entregar información parcial, o falsa, o simplemente plantear una utopía respecto de un espacio geográfico, como lo ha planteado el artista venezolano Ricardo Benaim.
Existen actualmente varios sitios dónde podemos anotar información geográfica, de hecho gracias a la capacidad de incrustar un mapa en tu blog o página, desde Google Maps, u otras fuentes, no hay que ir muy lejos para tener tu propio mapa y tu propio sistema de anotación. Uno de los proyectos destacados en este universo de la nueva geografía es wikimapia.org, con más de 170.000 inscritos y más de 8 millones de anotaciones. Este portal de mapas invita a los internautas a anotar su información geográfica y hacerla disponible a todos los visitantes, y también ofrece la posibilidad de incrustar el mapa en tu sitio. Se pueden hacer anotaciones incluso si uno no es parte de la comunidad, por ello otorga una gran libertad para significar la geografía, sin embargo esa misma libertad también permite anotaciones de bajo valor que entorpecen las búsquedas.
A esta tendencia participativa y voluntaria de los internautas por mapear la geografía la he llamado geosemántica, con este concepto doy cuenta de la tendencia a validar la información geográfica creada por los mismos a partir del juicio que le otorguen los demás internautas, es decir: las comunidades validan esos mapas, independientemente del grado de objetividad de la información.
La Web 2.0 encuentra en la geografía un poderoso recurso para comunicar, para potenciar el conocimiento mutuo de las personas distantes, quienes ahora pueden relacionarse sobre la base de una nueva conciencia compartida del lugar, basada en las anotaciones y mediante la capacidad óptica de las fotos satelitales para mostrarnos la Tierra.
Esas mismas fotos satelitales que sirvieron a los organismos estratégicos de la defensa de las grandes potencias, ahora es un material disponible masivamente al servicio de la expansión de la conciencia global, gracias al trabajo voluntario de miles y miles de internautas, que participan de la anotación en la geografía de nuestro planeta.
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Diego Cerda S.
Coordinador Académico
Diplomado en Comunicación Digital
Arena Pública, plataforma de opinión de Universidad ARCIS
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