Crónica. La "PERRI / FERIA" de un artista clase b
La "PERRI / FERIA" de un artista clase b
Aprobar o desaprobar moralmente
lo que dice una obra de arte
es algo tan extravagante
como excitarse sexualmente con ella.
Susan Sontag
Desde Chile, Gonzalo León.
Recuerdo una exposición del artista austriaco Herman Nitsch. No es que haya estado en Praga para la ocasión, pero la noticia en internet decía más o menos así: "Greenpeace impidió la inauguración del artista austriaco Herman Nitsch, esta tarde..." La galería no se pudo abrir, y la gente que quedó fuera se manifestaba contraria a la exposición de Nitsch por considerarla "inmoral"; pues la labor del artista -de sobra conocida en Europa- consiste en la caza de animales, el registro de imágenes en video, la extracción de la sangre como materia prima, la creación de cuadros a base de sangre diluida en acrílicos, y finalmente, la exhibición de los videos.
No me imagino a Greenpeace (en Chile, muchos actores de televisión están en sus huestes) manifestándose contra una exposición de Antonio Becerro. Pese a que trabaja con materia muerta, creo que no poseemos -como país- un nivel de desarrollo tal que permita la libre y cotidiana manifestación contra obras de arte (aunque Juan Dávila1 tendría algo que decir). Lo claro es que, si Becerro trabajara con otras materias como el consabido dónde empieza y termina la vida del ser humano, el fundamentalismo católico no tardaría en cerrar todas las puertas a las que un artista tiene derecho.
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