MUERTOS SIN SEPULTURA, LOS CONDENADOS DE SARTRE
MUERTOS SIN SEPULTURA, LOS CONDENADOS DE SARTRE
Por Luz Aceituno
Para algunas personas, la vida es una pesada cadena,
que se arrastra dolorosamente por toda la existencia,
y el peso de ésta ,va dejando profundas heridas en la
mente. Jean Paul Sartre fue uno de estos condenados.
El 21 de junio de 1.905, la capital de Francia, Paris, vió nacer al escritor y filósofo Jean Paul Sartre, y un par de años más tarde presenció la muerte de su padre. Este deceso, marcó profundamente la vida del intelectual, no sólo en el campo emotivo, sino también en el ideológico. A partir de esta fecha, los dos grandes pilares de su educación, su madre católica y su abuelo calvinista, comienzan una pugna religiosa sobre que camino espiritual debía seguir. Este clima de oposición y tensión teológica , en sus años de juventud, se traduce en ateísmo. También su mente se tiñe de una guerra interna, donde la desolación , la angustia y la soledad, marchan una danza fúnebre, que lo acompañaran durante toda su existencia.
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