We own the night ( 2007), escrita y dirigida por James Gray, no es la primera incursión de este director en el submundo criminal. En 1994, se llevo el león de Plata en Venecia por su film Little Odessa sobre una familia disfuncional de origen ruso en la cual hay un asesino a sueldo. Luego en el año 2000, siguió en el tema de la corrupción y el crimen con el drama The Yards, su primera colaboración con los actores Joaquin Phoenix y Mark Wahlberg, quienes son los protagonistas y productores de su última cinta. Vale decir que el film destaca con solidas actuaciones, buen ritmo narrativo y una fotografía pictórica.

James Gray parece experto en recrear los mundillos de la corrupción y el crimen, desde su incursión en la pantalla grande en 1994, con el fuerte film Little Odessa dejó a todos impactados por la crudeza para retratar familias disfuncionales implicadas en la mafia. Cuando realizó su siguiente film The Yards, pudimos comprobar que su afición a los ambientes oscuros y las temáticas familiares se repetía pero con una historia completamente distinta ambientada en Queens. Con su último trabajo We own the night (2007) ratifica su estilo oscuro, en una historia desgarradora, contundente, que atrapa de principio a fin.

Ambientada en New York en el año 1988 cuando una potente droga ha invadido las calles, seguida por la más feroz y aterradora oleada criminal que se recuerda. La policía está en desventaja perdiendo efectivos en la lucha contra la mafia que maneja la droga que tiene comprado o intimidado a la mayoría del plantel policial. Bobby Green (Joaquin Phoenix) se ve atrapado en una encrucijada. Es el encargado de una discoteca frecuentada por gansters como Vadim Nezhinski (Alex Veadov), aunque trata de mantenerse apartado y no involucrarse, Bobby tiene un secreto que le cambiará la vida: Su hermano es el teniente de policía Joseph Grusinsky (Mark Wahlberg), que ha seguido los pasos de su padre, el legendario jefe de policía Burt Grusinsky (Robert Duvall). Bobby no se lleva bien con ellos y la relación empeora cuando su padre le advierte que es la guerra y que deberá decidir de qué lado está.

Estamos frente a una película absorbente, pero mejor dirigida que escrita, algunos diálogos son melodramáticos o banales, sin embargo la fuerza de las interpretaciones de sus protagonistas diluye esta debilidad, y refuerza el film en una demostración de buenas actuaciones: por un lado tenemos al intenso Joaquin Phoenix, quien sigue demostrando ser uno de los actores más solventes de su generación, acompañado de un mucho más sobrio Mark Wahlberg, y el siempre correcto Robert Duval.

El film es desafiante, aunque sufre de algunos excesos maniqueistas en su realización, que sin embargo son superados por el excelente ambiente de tensión que crea el director. Impactante y sombría la cinta, con personalidad propia que si bien tarda en entrar en el mero centro de la trama, cuando lo hace atrapa al espectador completamente. Destaca, así mismo, una fotografía pictórica que le otorga a la cinta un clima muy poderoso a nivel visual.

Ante la oleada de película gansteriles, podemos afirmar que James Gray hace un trabajo que resalta entre el montón, que si bien está ambientada en el contexto setentero y callejero, etapa que parece obsesionar al director, resalta con su sello particular. En suma podemos afirmar que este director es una promesa de buen cine y que el próximo año (2009) estrena un film que rompe con el esquema de sus cintas anteriores, ya que es un drama romántico protagonizado nuevamente por Joaquin Phoenix acompañado de Gwyneth Paltrow, que lleva el nombre de “Two Lovers”. Una buena oportunidad para ver si este creativo puede llevar a la pantalla grande algo más que películas de gánsters, con la misma solvencia y calidad.

James Gray si bien no inventa nada en este film, lo convierte en sinónimo de buen séptimo arte, rescatando la esencia del mejor cine clásico de gánsters, pero imprimiéndole un toque particular en el sólido guión y la espectacular realización, acompañado de una poderosa banda sonora e imágenes poéticas que se pegan en la memoria.

Estamos, sin duda, frente a un film poderoso, en el cual destaca la fenomenal actuación de Joaquin Phoenix, quien deja toda su intensidad y la piel en su personaje junto a escenas memorables, con el uso de silencio como arma cinematográfica en ciertas partes claves, una persecución en auto super claustrofóbica y difícil de olvidar entre otros méritos que cosecha esta película.

Imperdible!

FICHA TÉCNICA DE WE OWN THE NIGHT: