Libros-objetos y revistas ensambladas
Libros-objetos y revistas ensambladas
Nuevas formas para la edición autónoma
Carlos Yusti
Por experiencia he aprendido que publicar es tan complicado como escribir. No obstante después que se ha escrito tanto para la gaveta llega un momento en el cual hay como una urgente necesidad de editar, de publicar lo que se ha escrito sorteando todos los inconvenientes posibles.
Aunque publicar y escribir son actividades separadas la gente tiende a fusionarlas y cree que escribir y publicar son sinónimos, pero todo esto está alejado de nuestra realidad siempre surrealista y aguafiestas, que echa por tierra todas nuestras nubes e ilusiones.
En los puntos críticos que atraviesan todas las sociedades el ingenio en ocasiones se activan para el mal y otras para el arte. Dos alternativas para editar son los libros-objetos y las revistas ensambladas.
El libro-objeto se podría definir como una pieza artística y en cuya elaboración se combina el arte, la literatura, el juego y la experimentación. Utiliza a veces el formato del libro común de lectura y otras crea soportes inusuales en la que se encuentra página sueltas, unidas, cosidas o que se despliegan. Cualquier soporte es adecuado para el libro-objeto (una caja, un sobre, una bolsa, un envase reciclado, etc.). Con el libro-objeto el artista, el escritor, el poeta no sólo escribe el texto, sino que crea el libro a partir de un diseño previo. Como es lógico tiene ciertas características:
1. Su tiraje es limitado, lo que lo convierte a la larga un un objeto extraño que despierta interés.
2. Trabajo nítidamente artesanal y se vale de cualquier técnica gráfica (el collage, el fanzine, el comic, etc.) y de impresión (serigrafía, fotocopiado, etc.)
3. El juego como mecanismo para involucrar al lector.
El libro-objeto le permite cierta libertad a su creador ya que su textos pueden ser escritos a mano, con máquina de escribir, fotocopiados y puede usar fotografías, postales, collages y lo que se ocurra para hacer más atractivo e inesperado al libro.
El libro-objeto no pretende (ni busca) la belleza y la calidad de un libro impreso, ni ese sentido cuidado de los libros artesanales de los escribas egipcios o de los monjes en sus conventos medievales. Es a lo sumo un artefacto literario-artístico que se vale del formato común del libro (como se conoce en la actualidad) y desde esa estructura iniciar una búsqueda estética entre el experimento, el juego y la creatividad sin medida. Con este tipo de libros el escritor puede convertir el discurso literario en sorpresa y emoción.
La revista ensamblada surge en un momento cuando los grupos literarios son sólo historia de hemerotecas o de páginas virtuales en la internet. Surge cuando esas revistas literarias canónicas, de las universidades o las patrocinadas por el estado, sucumben ante el recorte presupuestario.
Como su nombre lo indica es un revista compuesta de parte, especie de frankestein que fusiona distintas disciplinas artísticas para crear un producto literaria y artístico bastante alejado de la revista literaria tradicional.
La revista ensamblada agrupa a escritores, pintores, escultores, poetas, etc. que se unen para crear una publicación. Cada artista realiza su aporte original o impreso dependiendo del número de ejemplares que se pondrá en circulación. Si son 100 números cada artista, cada escritor se compromete con el aporte de igual número de obras, que será el mismo para cada ejemplar. El editor de la revista ensamblada Edition YE, Theo Breuer, ha escrito que este tipo de revista tiene como cuatro pilares fundamentales: «Contacto, colaboración, comunicación y correspondencia».
Sobre los contenidos de una revista ensamblada Jose Luis Campal ha escrito: “En las revistas ensambladas se aceptan materiales de muy diversa índole y procedencia: poemas visuales y discursivos, diagramas, miniobjetos, acetatos, fotomontajes, electrografías, linóleos, manifiestos, estampaciones, poemas-objeto, libros-objeto, sellos de artista, diaporamas, planchas metálicas, videopoesía, transferencias, grabados, collages, serigrafías, materiales envasados, fotografías, pequeñas esculturas, tarjetas en offset, cassettes de arte sonoro, etc.,”
En lo que respecta a los formatos (o contenedores) suelen ser variados de una publicación a otra e incluso de un número a otro de la misma revista ensamblada. En algunas oportunidades seleccionan bolsas plásticas, carpetas, envases de comida para llevar, cajas artesanales, bolsas de papel o cajas de pizzas. Su aparición puede ser trimestral o cuando los colaboradores decidan.
Los tirajes de las revistas ensambladas oscilan entre los 20-30 a 200 ejemplares. Además el número de ejemplares que producen las revistas ensambladas no es proporcional al de autores participantes. El escritor y artista Franklin Fernández ha escrito: “Imagina ensamblar una revista de la nada. Una revista manufacturada, con aspecto de estuche plástico, con un constante juego de movimientos libres e intercambios poéticos y estéticos”.
Cuando se recurren a estas alternativas de escritura creativa lo que se intenta sustentar es que el arte con la diversidad y la pluralidad de las ideas, con su visión siempre crítica y constructiva busca colocar memoria donde otros por decreto busca darle espacio al olvido. Se busca proporcionarle nuevo vigor a las palabras para que los intransigentes de siempre no tengan chance para decretar el silencio.
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