EL OTRO CENTRO CULTURAL MAPOCHO
EL OTRO CENTRO CULTURAL MAPOCHO.
Por Vicky Larraín
Articulo basado en el lanzamiento del libro
Centro Cultural Mapocho "una historia por contar".
Siempre que aparece un nuevo libro se agradece, sin embargo cuando la historia contada allí, enfatiza en unos hechos y no en otros, se produce en los testigos de aquella historia una suerte de marginación en dicha ausencia de fatos y realidades.
Esto es lo que sucedió con varios de los asistentes al lanzamiento en el Museo de la memoria del libro arriba mencionado.
Leyendo el mismo tomo nota de aquellos que lo realizaron dicen más menos y en síntesis: Creemos fundamental esta historia para ser archivada en el Museo de la Memoria. E inmediatamente pienso Si vas a contar estos hechos constémoslo como realmente fueron.
En el libro se enfatiza lo que en esos años se realizo en poblaciones y por el contrario no se cuenta que: Lo que caracterizó a este Centro fue principalmente el movimiento artístico, estético filosófico que los intelectuales y artistas emprenden desde conceptos como el absurdo, la abstracción, el realismo mágico.
Y entonces:
Existió en los 80 un Centro cultural Mapocho, centro alternativo a la dictadura de Pinochet. Allí se estrenaron obras que eran imposibles de mostrar en cualquier lado ya que tocaban el tema de los derechos humanos. "Hechos consumados" de Juan Radrigan, allí Roberto Bravo se sienta al piano y con parlantes a la calle toca Te recuerdo Amanda mientras filas de personas hasta la Alameda y vuelta querían escuchar la versión del pianista. Allí el historiador Leopoldo Castedo historiador de origen español quien llega en el Winnipeg : el barco de la esperanza, nos imparte sus charlas y conferencias, da sus increíbles charlas.
Y la cultura se aglomera en torno a ideas del colectivo, a visiones colectivas. Por mi parte estreno el In memoriam por los degollados chilenos, tambien estreno Balada para el exilio, y se forman estudiantes de mística y utopías.
Para sorpresa de muchos se en el de como las mujeres lucharon en y desde aquel Centro. Y en este libro no se habla de la filosofía existencial, pura existencia de vida, cuya expresión no era ni cercana al realismo socialista de la cual se habla en el manual. Noup.
Viví eso para contarlo: En el Centro Cultural Mapocho ubicado primeramente en Lastarria del año 1981 hasta 1983 año en el cual se traslada a la calle Merced donde trabajamos hasta el año 1986. Durante ese periodo, hubo: Expresiones desde la tendencia abstracta, ya que no quedaba otra que recurrir a los símbolos y signos escénicos para que no nos metieran de una en la cárcel hasta el realismo mágico y el teatro del absurdo a excelentes músicos como Mauricio Rojas.
El estallido de la creación al cual se le hace mención en el prólogo escrito por Mónica Echeverría, una de las directoras del Centro, no fue tal ya que el Estallido fue cada actividad allí creada y realizada estallidos constantes de un ritual urbano. Desde que comienza hasta que el centro finaliza en el año 1989.
Entonces, tanto poetas, como teatristas, músicos, políticos, y ese maravilloso Oscar Stuardo gran dramaturgo o Gregorio Fassler coreógrafo por nombrar algunos entre tantos otros, pusieron a disposición del arte su gran capacidad de síntesis y creatividad.
En este libro recién lanzado ni se toca el tema. No sé porque el documento habla de todo lo que se hacia en poblaciones. Noup eso llego recién en el año 1986. Y si, se trabajaba en poblaciones pero a mi entender de forma paternalista y verticalista. No basta con un: comamos una empanada compañeros: No basta.
Lo que a mi entender realmente sirve es ese arte que trasciende partidos políticos, movimientos sociales como el feminismo, con el cual se puede o no estar de acuerdo. El arte es lo que lo que se moderniza sin consignas de ningún tipo.
Es lo que lleva a la gente a avanzar un poco en lo nuevo. No basta con cantar al compañero. Es preciso como hizo Luis Advis y su gran cantata Santa Maria, fusionar lo popular con lo urbano y contemporáneo.
Sacar el arte de una temática populista.
El Centro Cultural Mapocho de los 80 fue un lanzamiento a nuevos pensamientos, definitivamente sus artistas e intelectuales no SOLO se dedicaron a visitar poblaciones. Y no eran solo mujeres, tambien hombres de coraje como fueron y siguen siendo Gregory Cohen el actor, como Álvaro Hoppe el fotógrafo, como Miguel Stuardo iluminador quien defendió ese lugar como su propia casa, del acoso de la dictadura. En esta sociedad somos todos hombres y mujeres juntas y reunidos. No se nombra a los abogados de la Vicaria de la Solidaridad que llevaban sus ideas a este lugar. El libro el Centro cultural Mapocho "una historia por contar" no esta completo. Ni cercanamente completo. Lo que se cuenta allí es parte de una visión individual de algunas de la personas que lo cuentan. Es un fragmento, la historia no se cuenta en fragmentos. Noup.
Ah y por si fuera poco, la danza casi no se nombra. Como si no existiera. Uff Vamos a escribir la historia completa, si es que vamos a escribir algo.
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Estuve allí y estoy
muy bueno!
Gracias Pretendo restaurar
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