MICHAELA DePRINCE Y SU ESCAPE DE AFRICA
MICHAELA DePRINCE Y SU ESCAPE DE AFRICA
Por Alvaro Oliva
Alvaro_oliva@hotmail.com
Nacida en Sierra Leona,en el año 1995, en un contexto histórico hostil, Michaela DePrince vivió los primeros años de su vida, en uno de los rincones más siniestros de Africa. Antes de llegar a convertirse en la talentosa bailarina que conocemos hoy, esta artista, logró vencer a la muerte prematura, inherente a la población de ese castigado continente.
Michaela quedó huérfana cuando era pequeña, tras la muerte de sus padres, durante la guerra civil (1991-2002).Después de este episodio, fue enviada a un orfanato, a los tres años, donde la ignorancia de la sociedad hicieron que las cuidadoras la consideran un demonio, debido a que sufría una falta de pigmentación, en ciertas partes de la piel.
Durante esa cruda guerra civil, se cometieron atrocidades contra la población civil, en una de éstas, Michaela fue atacada por unos soldados rebeldes. En medio de estas aberraciones, se enamoró de la danza, tras ver en una revista vieja, a una bailarina con tutú. El impacto de esa imagen la hizo renacer y decidió convertirse en esa figura, a pesar de encontrarte en una dimensión alejada del primer mundo.
Por mucho tiempo, escondió esa página de la revista y se aferró a ella, como su gran sueño, sin soltarla. La fantasía de ser esa bailarina, en medio de la marginalidad económica, acrecentada por los fundamentalismos de turno que asolaban a su nación, la mantuvo alerta para mantenerse con vida.
Tras la advertencia de un bombardeo en el orfanato, fue enviada a un campo de refugiados, donde ella y su mejor amiga fueron adoptadas por una mujer estadounidense. De esta forma, se fue a Norteamérica, en 1999, donde su madre adoptiva percibió la obsesión de su hija por el ballet.
Así, Michaela ingresó a la academia de danza “Rock School de Filadelfia”, cuando apenas tenía 5 años.
Sus primos años fueron complicados debido a su timidez y al complejo que le producía su enfermedad, motivo por el cual siempre utilizaba prendas de cuello alto. Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, logró hacer una carrera basada en el trabajo duro y esfuerzo sostenido.
A los 17 años, se graduó en la escuela de ballet “Jacqueline Kennedy Onassis” en el “American Ballet Theatre de Nueva York” y realizó su primera gira con el “Teatro de Danza de Harlem”.
El 19 de Julio del 2012, debutó en el papel de Gulnare, en el estreno, en Sudáfrica de Le Corsaire.
De esta manera, DePrince ha forjado su propio camino, a pesar de las adversidades que la rodearon. Su delicadeza, la ha convertido en todo un personaje de este siglo y nos demuestra que los objetivos pueden ser alcanzados de la mano de la paz y concentración, sin la necesidad de volcarse a la violencia y autocompasión.
Los suaves pasos la hacen girar y nos muestra un surgimiento desde el agua y lodo, tal cual lo hace, una flor de loto.
Que gran ejemplo de
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