EL TIEMPO NO PASA SE DETIENE
EL TIEMPO NO PASA SE DETIENE.
¿En que situación se encontraba, en una real? Extraño, esa voz, estaba lejos, eso sabía. Lejos en el conciente, no se sabe del inconciente. Êra lejos. Sin embargo que cerca la escuchaba, tan cerca. Rozando el pasado, transgrediendo el presente.
No alcanza a abrir los ojos, primero el oído, primero el oído.
De pronto entre sueños y medianoche la reconoce. Marc Levinsu amigo americano. Que tiempo, ¿20 años? Entonces…la pausa la voz.
Y el recuerdo de lo real, Nueva York, la calle 16 al oeste. Y el loft
Hay gente en el lugar. Son siluetas, cada una desvanecida en si misma. Va registrando
Los rostros el cotidiano de aquellos días, se preguntan ¿Who killed Kennedy? Y luego pausas largas y reflexiones en abundancia, y el grupo de hombres va rastreando la especulación. Ella en el medio escucha, no siente suyo ese tema, solo sabe que a nadie se le dan tiros por la espalda. Solo eso.
La voz de Marc emite risas y palabras que se alejaran en no sabe que cuantos segundos, lejana en eco presente que se hace hoy y sigue allí, Abre los ojos. Lo ve, lo esta viendo, ve sus gestos en 20 años después, ve su caminar, reconoce su risa. Como por un rayo se sienta en la cama, ella y despeinada. La figura de Marc esta allí real y hablando.
¿Marc que divertido como estas? No hay respuesta, el sigue caminando en ese su cotidiano virtual, habla de que los judíos también murieron en las torres gemelas, entrevista gente árabe, gente antisemita.
Es verdad, hoy ya no es el holocausto. Y si, hoy es el problema israelí árabe-Palestinos masacrados, La incomprensión el terror de la guerra. Las figuras de hombres y mujeres que caen hacia la muerte. El ataque a las torres gemelas, una y otra vez el humo.
11 de septiembre del 2001 y 11 de septiembre de 1973. Dos fechas mezcladas en desastre. Si sabemos, lo sabemos Loa norteamericanos apoyaron el 11 de septiembre del 73. Respalda este hecho, el sentirse bien ¿por tantas victimas inocentes? No, es la venganza, por lo menos no esa.
Y piensa no deja de pensar en aquellas dos fechas de coherencia mortal.
Se olvida, Marc sigue allí, hablando, entrevistando árabes, y alemanescon intento de paz con intento de amor.
Ella en un momento le grita, Marc estoy aquí ¿puedes verme? Es su amigo y sin embargo no responde. No responderá.
La noche anterior estaba viendo una película, se durmió con ella, y la televisión siguió prendida. Y lo que la mujer esta viendo esta mañana de invierno es un documental.
Recuerda al hombre en Nueva York, lo recuerda expresando su sueño, ese de realizar documentales. Y se da cuenta: Marc esta hablando a través de la televisión, protagoniza su propio documental, lo narra. La mujer ve el canal, es HBO. Ve el titulo Protocols of Zion.
Era eso, era una realidad real virtual.
Termina de ver la filmacion, aplaude sola, es un documental que conmueve. Dolor de hermano.
Se levanta busca en Internet a ese amigo que quedo atrapado en la distancia del tiempo.
Y va viendo al colocar su nombre en la web, como ha realizado su decisión, como ya lleva varios documentales con premios en festivales, se entera de tantas cosas.
Le cuesta, encontrar el correo electrónico del hombre.
Cualquier día, allí esta frente a ella, un correo electrónico que podía llevarla a establecer una comunicación mas o menos real. Y le escribe: ¿Marc estas ahí?
Dos días después, recibe la respuesta, What a crazy World, where are you?
Entonces la mujer escribe un correo explicando, contando como había pasado, como le había gritado para que le escuchara. No la televisión no podía responder.
Cercano a la película de Woddy Allen, aquella donde el actor atraviesa la pantalla.
Ese tema ya esta tocado.
Marc le da su teléfono. La mujer lo llama, de verdad escucha la voz. Y conversan.
Y el tiempo no pasa se detiene.
Ver en youtube Filmmaker Marc Levin
Protocols of Zion
Not long after 9/11, New York filmmaker Marc Levin took a taxi driven by an Egyptian, and in the course of their late-night ride, the cabbie made the startling charge that the Jews had been warned not to go to work at the World Trade Center on that fateful day. Provoked by this incredible statement, Levin questioned him on his assertion, to which the driver responded, "It's all written in the book." The book in question was "The Protocols of the Elders of Zion," and that late-night conversation sparked Levin's probing new documentary PROTOCOLS OF ZION.
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