LA VIDA EN EL TEATRO DE CRISTIAN SANHUEZA

Actor Licenciado en Teatro UB, Magíster Gestión Cultural Universidad de Chile ©. Diplomado en Marketing y publicidad para la gestión cultural, seminario, medios y comunicación, Diplomado Pedagogía Teatral (UC)

Emerge desde las aguas claras del salto del Laja, abriéndose paso entre bosques tupidos y oscuros mientras anochece ya que emprende viaje en trenes que van vacíos de silencio. Viene callado con la mirada fija en su propio horizonte, aquel que debemos ir diseñando a lo largo del camino recorrido.

Con decisión y el aire de esa vocación que lo sostiene, aquella que obsesiva se vuelca hacia el teatro, transitara por las calles de Santiago en pensamiento, no mira alrededor, no todavía.

Su familia, gente sencilla del sur de nuestro país, se traslada a la capital, para estar en esa especie de clan que forman, el uno junto al otro. Y los sueños se Irán cumpliendo cada día, trazo a trazo. Si subes un peldaño, subirás los otros, escalera al frente.

Cristian viaja a Argentina junto a su gente donde se dedica a la música, y la voz se escuchara entremedio de salones y cafés, sillones de felpa rojos, alguna cortina media antigua, Sanhueza buscara entre baúles imaginarios de recuerdos y escenarios.

De vuelta a Chile decide estudiar teatro o el teatro lo decide por el. Primero en la Escuela de Teatro Imagen, luego un postitulo en la universidad Bolivariana.

Cuando lo conozco, esta instalado en esa casa antigua, casa que ya no pertenece a este Santiago plagado de edificios que cubren el casi azul de un pedazo de cielo. La casa es extrañeza, causa sorpresa, la palmera que se interna entre edificios, empujando su espacio entre el volumen de cemento a su alrededor. Allí Cristian Sanhueza hace de su oficio un placer. A sus alumnos les impregna la comunicación, dialoga con ellos, sin dejar por esto de ser exigente. Cuando lo entrevisto me traspasa esa suerte de romanticismo que lo acompaña con estas sus palabras:

El Teatro es un sentimiento, es soñar, es vivir, es creer, es hacer, es luchar, es decir, es amar, es sufrir, es gozar, es compartir, es entregar sin esperar recibir, es lo que soy, lo que siempre quise, por lo que discutí con mis padres cuando joven, por lo que la vida me ha permitido hacer y ser y por lo que espero seguir haciendo por siempre.

Me comenta: Un día asistí a un examen de algunos alumnos, tan insuficiente tan sin entusiasmo que tuve que detenerlo. No se lo que hacen en esta profesión les dije, no pertenecen en este espacio. Provoque entonces la crisis, el quiebre. A partir de esas palabras, me pedirán una oportunidad, ensayaran todos los días, para asistir nuevamente a ese examen donde esta vez se nota el esfuerzo realizado. Y así vale la pena.

¿Como comienza este lugar, escuela de creación?, pregunto.

Ah primero se forma la Compañía, con un repertorio que viaja de norte a sur. Luego con el equipo que conforma la Compañía decidimos abrir este espacio, para realizar experiencias vivenciales de creación. Nadie esta solo acá, nos hacemos cargo de tal o cual problema que los estudiantes exponen, les damos esa corriente que viaja rápido para entregar afecto y conocimiento.

Sanhueza remueve las cenizas del sueño olvidado para gestionar espacios donde se realizan festivales de escuelas de teatro, para ofrecer una diversidad de conocimientos y exige.

La formación no pasa solo por el desempeño interpretativo, sino también por un teatro Inteligente, ejecutivo, creativo, capaz de desenvolverse en diversos espacios y escenarios que nuestra sociedad nos ofrece y otros en donde son nuestra responsabilidad como artistas conquistar e intervenir, dice.

Como entrevistadora me paseo por la casa antigua. Veo afiches de obras diversas que van desde el humor al drama, que muchas veces pertenecen a otras escuelas, y otras obras creadas por el director de la escuela, o los alumnos avanzados, puedes ver como este equipo de gente se preocupa de entregar obras para niños, para adultos. En otras palabras mantienen la escuela viva. Veo afiches de colores, que a muchos de “nuestros intelectuales les parecerían inadecuados, ya que el gris el negro y el blanco tan en boga, no se advierten en estos. Sin preguntarle a nadie pueden realizar desde Hamlet hasta una obra de psicodrama, como es la que esta en cartelera hoy y cuyo nombre es

Donde usan una estética colorida, de alfombras rojas, y vestimenta de cabaret.

¿El minimalismo, es lo que se usa? ¿Y quien tiene la ultima palabra? La obra escrita y dirigida por Cristian Sanhueza, entretiene, posee momentos cómicos, otros dramáticos y uno puede observar los como en ese pequeño espacio que abarcan los cinco actores, emergen problemas de nuestra gente.

Porque para vivir en esta sociedad hay que llevar el humor en el bolsillo, porque lo dramático se huele en todos lados y aparece en cualquier momento y esa es la obra.

Este hombre del sur, ha logrado atravesar los obstáculos que nuestra sociedad le presenta al artista independiente, porque como sabemos, o se es oficialista o no se es nada. Eso pretende nuestro estimado sistema liberal. En esta entrevista no es mi animo publicitar nada, si es mi deber hablar de lo importante de la diversidad, del derecho de vivir, si es mi deber resaltar a aquellos artistas, que a través del esfuerzo propio, han logrado tener su espacio, sin mayores contactos, sin trafico de influencias, trafico descarnado en muchas ocasiones.
Porque es vergonzoso como el oficialismo cualquiera que sea apoya a sus conocidos, y solo le entregan fondos a aquellos que entregan la identidad que los refleja.

Lo que en esta compañía- escuela observo, es la simple y difícil tarea de crear en conjunto, sin mayores animosidades. En el "Teatro La Olla" nadie se coloca la marca de los que se podría considerar "la vanguardia" o de los que se auto denominan “intelectuales” No en este lugar, la gente va a aprender lo que es la comunicación, después sabrán de teatro de canto o de lo que se les ocurra. Por tanto lo que en mi rol de buceadora del arte, lo que hago es escribir sobre como un hombre que vino del Sur, logra por ya 12 largos años, mantener su espacio, su lugar. Sin mayor expectativa que ir descubriendo las fases por las cuales el arte se instala.

LA V