“Michael Clayton” es un film intelectualmente desafiante. Al principio presenciamos una serie de eventos y cuando estamos en el clímax aparece una leyenda que dice “4 días antes”. La primera impresión es de fastidio porque pensamos que ya conocemos el final, y sospechamos que los cuatro días antes serán una narración aburrida de cómo se llega al principio. Nada más lejos de la verdad, este es un film que verdaderamente sorprende y que tiene un pulido y fascinante final. El guión esta lleno de vericuetos, a veces algo exagerados, pero tienen la cualidad de despistarnos para luego retomarnos en el desenlace. 

Clayton es un personaje singular: no es abogado, no es policía, no es jefe, es el ser anónimo que lava los trapos sucios de sus importantes clientes, grandes corporaciones que recurren a él para que con sus contactos y su astucia limpie el desastre de la manera más callada posible. Michael es el perro leal, fiel, que año tras año ha hecho caso omiso a su conciencia para ejecutar a la perfección su trabajo. Sin embargo, el panorama cambiará para él cuando uno de los socios principales del bufete para el que trabaja, tiene una crisis de nervios y decide atacar a uno de sus clientes,  Agtek, una importante multinacional agroquímica, que durante seis años ha defendido  hasta que descubre que un producto de dicha compañía ha provocado la intoxicación de cientos de granjeros. El comportamiento de Arthur hará peligrar la estabilidad y los intereses tanto del bufete como de la poderosa multinacional. La misión de Clooney es borrar el incidente, lograr que el loco abogado (un maravilloso Tom Wilkison) entre en razón. El problema radica en que Clayton se debate entre su amistad con Arthur  y su lealtad al bufete, mientras va descubriendo los límites que una arribista empleada de la multinacional (una genial Tilda Swinton) es capaz de romper con tal  de lograr su cometido. De pronto, el empleado que nunca hacía preguntas y ejecutaba su labor a cabalidad se ve enfrentado a un conflicto moral y a una terrorífica realidad.

Tomando como ejemplo los complicados y sugestivos guiones que previamente ha escrito Gilroy, “Michael Clayton” es la consecuencia natural de su talento para inventar historias que cuestionan la moralidad de sus personajes, arrojados a un precipicio donde deben lidiar con sus demonios, donde no existen buenos ni malos, sino complicadas circunstancias a las cuales hay que enfrentar. En este film, el director nos presenta una llamativa historia legal de intriga, muy alejada de los típicos clichés de abogados rectos e idealistas y malvados inescrupulosos. Por el contrario Gilroy entra en un área gris, mucho más creíble pero sin duda más cínica. Con una “indignada visión del mundo”(New York Times), la cinta  es oscura pero vibrante, con personajes al borde del precipicio, que con elenco de lujo hacen que la tensión no afloje y que el film logre sacudir además de entretener.

Vale destacar la actuación de George Clooney, nominado al Oscar 2008 como Mejor Actor, entre otros galardones. Con un performance intenso en su justa medida, donde las expresiones faciales y las miradas dicen mucho, tratándose, sin duda, de una de las actuaciones más destacadas del año. Tony Gilroy también está nominado para Mejor Director y Mejor Guión Original, que siendo el film una ópera prima, es todo un logro. Así mismo Tom Wilkison y Tilda Swinton están nominados como Actores de Reparto y por supuesto la cinta está en la lista de las Mejores Películas de este año. El film, así mismo está nominado en el renglón de Mejor Banda Sonora para un total de siete nominaciones.

Tony Gilroy venía prometiendo como guionista, con su intrincada Eclipse Total, la inteligente El Abogado del Diablo hasta prácticamente refrescar un género gastado con la trilogía de Bourne. Michael Clayton es su guión más maduro y su trabajo en la dirección es inobjetable, demostrando que hablamos de un creativo talentoso, que ya está dejando huella  con sello propio.

Imperdible!

FICHA TÉCNICA DE MICHAEL CLAYTON: