VITALIDAD EN EL SILENCIO
VITALIDAD EN EL SILENCIO
Por Alvaro Oliva
Escribir con respecto a Helen Keller, desde el año 2013, puede resultar algo perturbador frente a la sociedad hedonista y exitosa, en la cual estamos. Cuando, en el día a día, la negatividad y la ira se apodera de la mayoría de los seres que nos rodean, la vida de este personaje puede resultar un verdadero alivio.
En el panorama actual, descrito en el párrafo anterior, resulta imposible pensar en que exista una consciencia o agradecimiento de poseer nuestros sentidos, en perfecto funcionamiento.
Helen Keller nació en Alabama, Estados Unidos, el 27 de junio de 1880, sin embargo, en febrero de 1882, a los 19 meses de edad, sufrió una extraña fiebre que la medicina de la época no pudo definir con exactitud. Tras este problema de salud la pequeña resultó sorda y ciega.
La incapacidad para comunicarse, hizo que su familia la escondiera y amarrara debido a que rompía objetos, mientras balbuceaba. A pesar de estos hechos, su existencia dio un vuelco con la llegada de la institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y comunicarse.
Con esa paciencia, que se cultiva a través de los años, Helen aprendió a leer, con el alfabeto manual táctil y, más adelante, con el sistema Braille.
Por otra parte, para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que sintiera las vibraciones creadas al comunicarse.
A pesar de estas graves limitaciones Helen fue a la escuela de Cambridge y, en el otoño de 1900, entró en la Universidad de Radcliffe. Durante esos años escribió "La Historia de mi Vida", que fue publicado en 1903 y se convirtió, más adelante, en una obra clásica.
El 28 de junio de 1904, Helen se graduó "Con Honores" de la Universidad de Radcliffe. Helen y Anne iniciaron, en los años siguientes, una gira de charlas y conferencias sobre sus experiencias. Helen contaba su vida y su discurso era interpretado, frase a frase, por Anne Sullivan.
En 1918, Helen, Anne y John (Esposo de Anne), se trasladaron a Forest Hills, en Nueva York. Helen usaba su nueva casa como la sede para obtención de fondos de la Fundación Americana para Ciegos.
No solo recaudaba dinero, también hacía campañas para mejorar la calidad de vida y las condiciones de las personas ciegas.
En 1964, Helen fue galardonada con la “Medalla Presidencial de la Libertad”, y luego fue elegida como la mujer del “Salón de la Fama”, en la Feria Mundial de Nueva York.
Su vida se apagó en el año 1968, mientras dormía la edad de 87 años, no obstante se convirtió en un espíritu que ha trascendido, a través de las décadas y que he conocido en el 2013, en una época oscura y violenta. Las comodidades y avances tecnológicos han deshumanizado a los pobladores de la tierra, sin embargo al mirar hacia los siglos pasados, podemos vislumbrar cierta lucidez, en algunas criaturas.
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