El destierro y la raíz en el lenguaje de Nury González
“Sueño de una noche de verano” es la exposición que la artista chilena Nury González presenta desde el 30 de noviembre en D21 Galería de Arte.

Fruto de un trabajo realizado durante cuatro veranos, la muestra integra la manualidad, la experimentación con el soporte y la utilización de textos, estrategias que han nutrido su singular poética.

               Nury González cuenta con una  reconocida trayectoria en el ámbito artístico, que ha sabido conjugar exitosamente con la vocación docente. Actualmente, en paralelo a su quehacer creativo, ejerce como académica de Universidad de Chile, donde además ocupa el cargo de Directora del Museo de Arte Popular Americano, MAPA, dependiente de esa casa de estudios. En esa función, es la encargada no sólo de resguardar y difundir las colecciones patrimoniales de Chile y América Latina, sino también de actualizarlas y establecer cruces con el arte contemporáneo. Dicha labor da cuenta de su permanente interés por la producción artesanal -o lo que se entiende como arte popular- y su diálogo con el arte contemporáneo, interés que a lo largo de su carrera se ha traducido en la experimentación con técnicas que trascienden  los lenguajes tradicionales del arte occidental, incursionando, por ejemplo, en oficios como el zurcido y la costura, apropiándose de ellos para producir desplazamientos al ámbito artístico, lo que ha otorgado a su obra un sello distintivo.

  En su exposición “Sueño de una noche de verano”, que estará desde el 30 de noviembre en D21 Galería de Arte, presenta obras realizadas durante cuatro veranos y cuya factura da cuenta de un esmerado y sutil trabajo: son lienzos hechos en fieltro, con letras  y textos.

En esta oportunidad no recurre al zurcido para elaborar los textos, sino que a la complicada confección del fieltro textil realizado sin trama, y cuya manufactura se basa en la presión de capas de lana en bruto hasta formar láminas de lana apelmazadas. Las letras que tienen estos fieltros se realizan con el mismo método, proponiendo una analogía con la pintura en el tratamiento de la capa sobre capa.

   Al ingresar a la primera sala de la galería,  podremos ver siete fieltros blancos con una letra en rojo cada uno, que en su conjunto forman la palabra “exilios”. Junto a ellos, exhibe un video de los mismos fieltros flotando en el agua. Además, en la sala presenta tres fieltros industriales de color rojo, en los que imprimió en serigrafía una imagen de cruce de fronteras y siete pequeños cuadros que enmarcan telas ajadas, deshilachadas y zurcidas.

En la segunda sala presenta otra serie de fieltros grises con textos en blanco, todo realizado con vellón de oveja negra y blanca sin teñir. Junto a los fieltros, elaborados completamente por la artista, se presentan siete pizarritas con textos borroneados.

         “Sueño de una noche de verano” alude a temas recurrentes en su obra, como la memoria y la noción de exilio, la que se explica, de algún modo, por su biografía: Nury González es descendiente de inmigrantes españoles;  ella pertenece a la primera generación nacida en Chile, y la condición de desterrados de su familia materna la ha marcado y la ha llevado a empatizar con la sensación de no pertenencia. La necesidad de buscar raíces y de recuperar la memoria en base a relatos e historias ha sido un asunto que recorre toda la obra de Nury González.

          La exposición “Sueño de una noche de verano” de Nury González se podrá ver desde el 30 de noviembre en D21 Galería de Arte (Nueva de Lyon 19 depto. 21. Providencia)


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