MÁS “TEATRISTA” QUE EL TEATRO
(O CHEJOV AL CUADRADO)

Por Manuela Grau

De vuelta, a las pistas teatrales tras un laaargo tiempo…….
Me reencuentro con el Teatro Mori que crece y se posiciona como un espacio de calidad y de acercamiento del Teatro a un mayor público.
Salas en el mall (¿por qué no en estos tiempos?)
Funciones a $990 (tanto teatro familiar como adulto) en conjunto con la Escuela de Espectadores.
Cupos (15% de sus butacas) para instituciones que trabajan con niños y jóvenes vulnerables.
En fin, un lugar a tener en cuenta para ver buen y diverso teatro.
Más información: www.morifamiliar.cl
www.centromori.cl

Ruleta Rusa
Autor: Mateo Iribarren
Director: Gonzalo Cid
Elenco: Alejandro Trejo, Andrea Freund, Mateo Iribarren, Priscila Figueroa, Andrea Jirón, Valentina Maile.
Teatro Mori Bellavista

Con esta obra la Compañía de Teatro Gestual Chileno celebra sus 10 años de existencia. Para tal acontecimiento se escogió hacer un homenaje al Teatro (con mayúsculas) utilizando como base “Tío Vania” de Antón Chejov, teatro psicológico y de texto por antonomasia. Alejándose del teatro físico propiamente tal o callejero de otros montajes de la compañía, se le encargó a Mateo Iribarren este texto homenaje a Chejov (o al Teatro) pero desde el prisma del humor, la ironía, acercándolo la época actual.

El montaje parte cuando termina la representación de “Tío Vania”. La obra es un fracaso. Enésimo montaje de la compañía del “gran” Mariano Flores (Alejandro Trejo) en plena decadencia, condenado al díscolo e indiferente público escolar. También es decadente la relación entre el director y la actriz principal (Andrea Freund): rencores, pérdida de la pasión, rivalidades etc… En medio de este naufragio hay una búsqueda desesperada de salvar el montaje por parte de otros personajes (la actriz novel, la asistente, la dramaturga) pero todo es patético y burdo. La llegada de un enigmático profesor (Mateo Iribarren) desencadena nuevos conflictos y una trama más que chejoviana. El profesor cuestiona, adula a los integrantes de esta compañía, su trayectoria….pero poco a poco se van develando otras relaciones, otros conflictos (la asistente tendría una relación con el profesor pero también con el director; celos, traiciones…) hasta un paroxismo de “culebrón” que supera al propio melodrama chejoviano.

El texto de Iribarren es inteligente, agudo, rápido y la obra fluye con él. Una reflexión sobre el Teatro o meta-teatro, sobre el ego de los actores.

Un decorado simple pero efectivo en el que los actores se miran en el “espejo” de su camarín que es el público ahí presente; la cuarta pared es falsa…..
Las actuaciones son excelentes (especialmente Iribarren y Trejo) en un tono natural, cercano no impostado que se agradece.

Un logro, también, es que siendo una obra “intelectual”, de referencias literarias llena de guiños a los conocedores de Chejov también puede ser disfrutada por el público lego en la materia pues prima el humor, un texto actual e inteligente.
Un acierto total resultado de un excelente texto, buenas actuaciones y una dirección que fluyó con esta base sólida.
Un espectáculo altamente recomendable.