GERARDO VALENZUELA Y EL VALOR DE LA IMAGEN
GERARDO VALENZUELA Y EL VALOR DE LA IMAGEN
Francisco Arroyo
Reconocer un trabajo, sintetizar el estudio del mismo a la vez que desgranarlo es harto complicado más aún si cabe cuando el autor profesa diversas disciplinas y deambula entre ellas como quien necesita diferenciar sentimiento y emociones.
Cada disciplina puede llegar a referenciar un sentido o inclinación, una postura social, diversas motivaciones, un ritmo, incluso una autoevaluación.
Dicho esto podemos indicar que Gerardo Valenzuela es un creador destacado en este sentido por cuando su obra, su forma de expresión, vienen presentadas en líneas tan definidas como puedan ser pintura y escultura.
Todo viene fundamentado por el desarrollo de la imagen, por transmitir de manera más o menos simple un concepto que englobe un conjunto, un posicionamiento, una forma de vida.
El autor recrea en su pintura instantes por descubrir, imágenes que den sentido a un entorno ciertamente genérico pero a la vez individualista en el que el ser humano no tiene más remedio que encontrar su propia salida. Es por ello que sus lienzos muestran lo expectante, el sueño de una noche de verano, lo infinito y lo “no olvidado” dentro siempre de un aura, de un cielo que acapara la figuración designada como base del trabajo y sobre la cual recae toda la fuerza expresiva.
Dicho espacio, dicho cosmos se presenta multitonal ya que el mismo indica no sólo diversidad sino también cierto optimismo en contraposición a un mundo sin sentido, a una degradación progresiva de lo humano cuyas consecuencias en la madre naturaleza acaecen como muy negativas. Un halo positivista con un toque melancólico impregna toda su obra.
En cuanto a la escultura se refiere podemos destacar como signo referencial la simplicidad cercana a lo minimalista con la que la confiere, el interés de Valenzuela por singularizar lo representativo para así centrar la atención del espectador en una sola transmisión de significado, tal vez en un mismo concepto.
Muy destacada en su elaboración, la capacidad del autor por agilizar movimientos y expresiones, para imprimir carácter al trabajo, para constatar la idea de que en lo natural se encuentra el sentido.
En resumen, una obra medida, cuidada, digna de ser admirada y de una calidad constatable.
Francisco Arroyo Ceballos
Director del CIALEC / De la Asoc. Española de Críticos de Arte
Para disfrutar más de la
Aplausos para Gerardo
Excelente el trabajo, el
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