MI EXPERIENCIA CON ESCANER CULTURAL Y UNA RESEÑA SOBRE EL MAIL ART (¿COMPRAR UN SELLO O UN BOCADILLO?)
(¿COMPRAR UN SELLO O UN BOCADILLO?)
Por César Reglero
cesar@boek861.com
Sin embargo debo decir que en un momento dado, esto fue hace unos seis meses, cuando cambió la tecnología-escaner y pasamos a la auto-edición, ya no fui capaz de adaptarme a la misma y ahí se bloqueó mi participación. Sin embargo, como siento admiración por la labor de todos sus corresponsales y, muy especialmente, por la de su directora, Isabel Aranda “Yto”, que ha sido capaz de no rendirse jamás ante las dificultades, y tengo constancia de que en momentos muy delicados de su vida ha sido capaz de proseguir con valentía, porque era consciente de la importancia de esta publicación electrónica, he vuelto a retomar el teclado para escribir un articulo en el que pretendo hacer mención recopilatoria de un tema que siempre ha sido el hilo conductor en mis trabajos para E.C., me refiero al mail art/arte correo.
Los que llevamos muchos años trabajando dentro del arte correo, solemos sentirnos orgullosos de que después de medio siglo de existencia, siga siendo el movimiento de arte mas masivo del que se tiene noticias. Pero a pesar de ello, hay continentes enteros que, prácticamente, no participan en el mismo, así como hay otros en el que sucede todo lo contrario. Este es el tema que he escogido para celebrar este aniversario, por cuanto puede ser útil para plantearse algunas cuestiones que siempre han estado presente en las temáticas de E.C.
Diremos en primer lugar que entre los países con más participantes están los Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Inglaterra y España, un segundo grupo importante esta constituido por Argentina, Bélgica, Brasil, Japon, Canada, Rusia, y Holanda, finalmente nos encontramos con un grupo grande de países que casi siempre incluyen algún participante en las convocatorias, es el caso de Australia, Finlandia, Grecia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Rumania, Serbia, Corea del Sur, Suiza, Turquía, Uruguay, Portugal, Chile, México, Cuba e Irlanda.
A la vista de los países componentes de estos grupos, podemos llegar a la conclusión de que, aparte de la tradición artecorreista de cada país, normalmente, el nivel de renta de cada uno de ellos, determina que la participación sea mayor o menor. Y esto es importante reseñarlo, por cuanto tenemos la idea de que el mail art está al alcance de todo el mundo, y que un sello se lo puede pagar cualquiera, pero esto no es así, a veces hay que elegir entre comprar un sello o un bocadillo, y esto es determinante, para participar o dejar de hacerlo.
Por lo tanto, no es de extrañar que todo un continente, como es el africano, apenas tenga participación en las convocatorias de mail art. Es posible que en algunos países, como aquellos relacionados con el Islam, la religión y su relación con la cultura de la imagen, tengan que ser añadidos al factor económico.
Con estas salvedades, deberíamos preguntarnos sobre el porqué países como China, India, Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, Ucrania, Suecia, Dinamarca, Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Panamá, Nicaragua, etc. Apenas figuran en las redes del arte correo.
Estas son algunas de las reflexiones que quiero dejar en el aire en la celebración de este número 100. El arte correo es un movimiento solidario y altruista, donde prima la comunicación y la creación, por encima de tecnicismo y academicismo, por encima de clases y jerarquías. Es por ello que vale la pena intentar hacer llegar el espíritu que lo envuelve a todos los rincones posible, al menos a aquellos en los que no tengan que decidir entre un sello y un bocadillo.
César Reglero Campos
Noviembre 2007-11-09
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