‘CORDERO DE LUZ’
‘CORDERO DE LUZ’
Por el poeta chileno Mauricio Otero
almas de aluminio salen de los sueños de esa Rosa Gigante, vagina de niebla que las carreteras conducen al cielo en que me espera la Dama encarnada en mi tallo cristalino: ella la espíritu en roca translúcida en que mis manos se hunden y extraen universos no bautizados por ventura.
Mi presidenta de mis cabellos de mercurio en la dicha del abismo, soy el agua que suelta su sonrisa cuando amanece en la barca y se derrite el mundo de gozo de rodillas en el crimen luminoso.
En esos ríos de huesitos de jilgueros en los que floto a la deriva del canto de sus ojos, oh madrina de la selva de los hilos de oro, pentagrama del origen que el dios que me soplas coronilla, te ablusa el aire en llamas ceráfilas. Yo el diurno mantel de las bengalas donde el venado se desangra por la patria de humo. ¿Tejerás nuestras almas? Do que fuimos el cigarrillo de plata que fumó el Gerente de la Plaza. Levanta nuestras capas de nada y haz temblar la babel de monedas de almas. Asomémonos al precipicio en el centro de la espalda: ciudadanos cayendo vacíos en lo acerado en puntas
El chambelán silba con hormigas en las caras y los reyes devoran el festín antes de la condena: ¿Besarás la mano, siervo? La muerte es majestuosa, guillotina. Libertad cuántos perecerán en tu nombre si no te nombro.
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