EL HOMBRE DE LA BESTIA
EL HOMBRE DE LA BESTIA
Por: Carlos Fonseca
Ésta noche es húmeda, un hombre salpica el lodo con pasos acelerados. Se dirige a su hogar que queda a varios kilómetros de distancia. Lo aplasta el misterio. Su mirada, como veleta en medio de un ciclón, rastrea los callejones que a su paso descubre. Pero empieza a sentir algo más que miedo y soledad, algo que se adentra en su cuerpo y lo hace estremecer, una sensación de espanto y aumenta su paso hasta casi correr, y sus pies inestables y resbaladizos no responden y un sonido extraño crece y se oye muy alto, alto que ensordece. Se detiene en el pavimento, como una estatua de hierro, sin mirar, ni pensar, sin respirar.
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