QUIZÁS NO LLEGUE A TUS OJOS
QUIZÁS NO LLEGUE A TUS OJOS
Por: Carlos Fonseca
El joven, enamorado, se acerca a la dama y le sonríe angelicalmente, una lágrima corre en sus ojos. Su cara triste se agudiza y empapa el rostro. La dama, coqueta, le esquiva la mirada. El joven insiste en la atención de sus ojos. Una frase fría de la dama rompe la atmósfera.
Parece que no te duele.
Yo te amo. (contesta con súplica el joven)
Siempre dices lo mismo(desafía la dama ).
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