Cuento. ENIGMAS DE PEQUEÑA HISTORIA
ENIGMAS DE PEQUEÑA HISTORIA
Por: Javier Rey de Sola
Enigma nº 1: Pérez
A Pérez -muchos lo vieron- le cachetearon a las siete de la tarde del domingo conforme se dirigía al baile de la pérgola. Llevaba su traje marrón de día de fiesta, un clavel en la solapa y el pelo negro engominado sobre su cara ancha que incluía una sonrisa de perdonavidas. Pérez -lo observaron-, al recibir el bofetón, sacó velozmente la mano izquierda del bolsillo, donde jugueteaba con un manojo de catorce llaves, y se dispuso a devolver el golpe. Pero -y aquí también concuerdan los testigos- se contuvo extrañamente, recuperó el ademán y, luciendo de nuevo su sonrisa, siguió andando como si en vez de la afrenta hubiera recibido el saludo de un amigo.
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