ASTOR PIAZZOLLA: EL COMETA DE MUSICA QUE ADORNO LA NOCHE PORTEÑA
Por Alvaro Oliva
Este bandoneonista, pianista, director y compositor argentino consagró su vida a la música en un concierto donde el mundo entero pudo apreciar el tango bajo un particular prisma.
Un simple paseo por la avenida de Mayo o calle Corrientes de Buenos Aires puede traernos a la memoria la calidez de las refinadas composiciones de Piazzolla. Tan sólo basta con apreciar los detalles de cualquier esquina para que "Libertango" haga eco al interior de nuestra cabeza. Existe una complicidad entre la arquitectura del viejo Buenos Aires y las creaciones de Astor, como si desde cualquier ventana o balaustrada se desprendieran sus innovadoras notas musicales que acercaron el tango con la música clásica y el jazz. Habitante de todo el mundo pero unido a su Argentina este músico derramó, aún más, el tango en todo el globo, desde una perspectiva que rompía con el clásico sonido tradicional. Nacido en Mar del Plata, el 11 de Marzo de 1921, pasó su infancia entre Buenos Aires y Nueva York ciudades donde logró un mayor conocimiento de las diversas tendencias musicales mundiales, por lo que su instrucción se nutrió de variados ritmos librándose de un localismo hermético. Comenzó a estudiar música apenas a los 9 años, en Estados Unidos, para después continuar en Buenos Aires y Europa. En 1935, participó como extra en la película "El día que me Quieras" con Carlos Gardel.
Más tarde, integró la orquesta de Anibal Troilo y luego, en 1952, gana una beca del gobierno francés para estudiar con Nadia Boulanger. Tras esta valiosa preparación Astor vuelve, en 1955, y forma el "Octeto Buenos Aires".
Con esta innovadora agrupación integra arreglos atrevidos en una experiencia similar a la jazzística.
La carrera de Piazzolla, especialmente en los 60, fue criticada, ya que se le acusaba de crear un "falso" tango y muchos círculos no se esforzaban por entenderlo. Además, su informal vestimenta y disposición en el escenario hacían despertar más desconfianzas injustificadas y basadas en prejuicios.
Con "Adiós Nonino" y "Muerte de un Ángel" se dio a conocer masivamente y durante su carrera llegó a ofrecer un concierto en el Philarmonic de Nueva York e integró su música en los poemas de Jorge Luis Borges. En su última etapa apareció en conciertos como solista y en general sólo acompañado por la orquesta sinfónica.
Tras su muerte, el 4 de julio de 1992, Piazzolla nos dejó un rico legado que cobra vida una y otra vez en la "Fundación Piazzolla" liderada por su viuda, Laura Escalada. Así, estas melodías del siglo XX nos acompañan hacia el futuro como parte de una fugaz iluminación que ascendió desde América del Sur para deleitar a todo el planeta.
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