Grande Yto-Lab
Yto Aranda, la médium.
Podía adelantarse
como una tejedora arrepentida.
Como quedándose sin habla.
La historia
repetían las palabras,
escuetas a veces.
Sintetismos de fin de milenio desorbitado.
Pero te escucho y no entiendo nada.
Conecto con una página de porno electrónico.
Siluetas y leopardo.
Aventajada Yto.
Había llamado a la Yto para escribir la columna ayer imagine.
Ese día sonó el teléfono.
Ella se acordó,
a mi se me había olvidado.
Y llegue donde el Salustiano.
Ella llevaba varias horas ahí.
La invite al Venecia de Pío Nono.
Buen lugar para empezar una conversación con la Yto.
Llegue tranquilo, las cosas me salen mejor cuando ando relajado.
Pavo al horno, una porción de papas fritas,
ensalada de tomate y un schop grande. Eso elegí yo,
y ella, ensalada de berros con espinacas y achicoria,
dos raciones de pebre y un vaso de agua sin hielo.
Hay que guardar la línea.
No parezco pero soy pretenciosa.
Tu me imagino que también, por tu ropa,
me dice mirándome casi instintivamente.
La tribu es mucho más grande de lo que creía.
Coincidencias.
¿Porque quieres escribir en el Escáner?
Me preguntó.
Y le respondí:
Quiero contar historias Yto.
Quiero contar historias.
La artesana,
la retratista,
la performer
Intenta seducir una plataforma escrita entre paréntesis,
Los libros en mayúsculas.
Animales sin alas:
como reptiles
y con antenas.
La memoria.
Llevamos varios años suspendidos en tubos de ensayo.
Pero ella era la menor de todas.
La más extraña de las tarántulas.
Escribía siempre sobre el mismo papel.
Con rojos y amarillos invisibles
Hay que maquillar el muñeco
Pintar el cuadro
Documentar el proceso
Comer
Dormir poco.
Yto la mensajera.
Se acostó tarde.
No tenia sueño.
Acababa de terminar de escribirle
en su columna de Escáner
a un amigo en NY,
con letras piramidales.
En la segunda línea perdió el hilo.
Se interesó en Omar
Y vio el libro.
Y vio a Omar.
Se corto la luz.
No había guardado nada de su trabajo.
Pero tenía buena memoria.
Esa mañana camino a pie pelado
Las hojas sueltas, ordenadas.
Varios gatos cantando
Omar cantando.
Admiro a esta mujer pionera y generosa.
Desde este lado de la trinchera
todo parece como sacado
de una película en blanco y negro.
Ese amor enamorado y blanco,
la trementina.
Yto-Lab
Palabras y números.
Secuencias pintadas a mano.
Interferidas.
Atravesadas.
Con dedicación y talento.
Grande Yto-Lab...
........por esas analogías numérico tácticas!
Santiago 3 de mayo de 2007
http://totoyzamudio.blogspot.com
Elogio a la ciber amiga
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