IDENTARIO DE UN HÉROE PATRIO A falta de tranquilizantes, el monólogo es su mejor hidratante.
IDENTARIO DE UN HÉROE PATRIO
A falta de tranquilizantes, el monólogo es su mejor hidratante.
Por: Carlos Osorio
clom99@gmail.com
Ya son varios los que se aglomeran bajo sus pies, porque se sienten tocados por su vasto lenguaje. Unos; en señal inequívoca de bronca sobre su humanidad que se sigue luciendo sobre el mueble de la tele, para él, la mejor tribuna cercana a la idea monolítica que se requiere en esta etapa, porque al menos permite sintonizarse en cadena nacional. Los otros; los menos, se sienten interpretados por la suavidad de cada palabra y que mantiene a raya el elevado entusiasmo, como que aplaca la ansiedad y no crearles falsas expectativas que hagan colapsar su delirante humanidad. Miguel Ángel utiliza toda su verborrea de ex marino, estrategia que por años ha practicado. Sin duda, tremenda arenga identitaria a modo de dejar bien en claro su rol previamente encomendado por la santísima providencia y, desde luego, por la patria que lo vio nacer y que requiere de su martirio para más tarde que luego...para más luego que tarde.
Y ahí va el segundo embate, como si fuese el mismísimo candidato del cielo. Por cierto, siente que lo es. Y se introduce nuevamente en su clamor:
-¿Acaso ustedes creen que parte de la soberanía radica originalmente en preguntarle al pueblo, con plebiscitos y esas cosas, por quién se animan a la hora de elegir y erigir monumentos y monumentados? ¡No señores, no! Entonces ¿Cuál es el problema en consultarle a lo elegidos, como lo es mi caso? ¡Si soy un caradura por donde me miren, es por eso mi interés en situarme sobre alguna tarima! Y sigue. Que para eso le da cuerda la alocada algarabía. –Y el que nada debe nada teme. Si nada tiene que ver mi primera arenga en relación a la que la autoridad de allá afuera siempre invoca. Porque, también, es lamentable que sea a costas de intoxicar y enfermar al resto, al perraje, de hacerlos aullar y agobiarlos con las contaminadas bondades que proponen. Más ahora con el nuevo héroe de pacotilla que sacaron al ruedo a re-lucirse de la nada misma. Para dejarnos informados de la carestía de verdaderos pro hombres. De no darse cuenta que acá habemos varios. Que no somos muchos, pero somos bien machos. Y nos sacan de nuestras casillas, de nuestro sitial que con tanto esfuerzo construimos día a día. Y nos damos cuenta que, la dizque enérgica postura oficial, para la foto sin duda, de velar por ciertos ciudadanos a los que llama de primera en desmedro de nosotros, a estas alturas, pareciera, no es más que una mala señal, incluso satelital que damos al mundo.
Excelsa oratoria que no da pie atrás, en pos de incrustar toda la condescendencia de un grande, tal como lo haría un patriota con su sable acerado; hasta el corazón mismo de la patria si se pudiese. Será sobre este heroico y libre mercado de próceres hidalgos, casi perfectos, casi nomás, en donde Miguel Angel apelará e intentará poner su cable a tierra. Son, sin más, de ahora en adelante, todas sus gallardías más arrojadas las que permitirán construir de la nada y, desde luego, con los permisos respectivos del psiquiatra a cargo, al héroe de verdad, a la altura idónea, de hierro forjado, con todas las de la ley. Porque simplemente y ya luego de tanta certeza en sus dichos expuestos a sus colegas de pabellón, que algunos ya no tienen caso, si nadie es perfecto, las que lo impulsan a seguir la senda de ver su nombre inscrito en algún bronce inmaculado y, sobre todo, que sus siglas sean coreadas al unísono por todo el mundo. En el fondo, lo que hace, es formar un equipo de tarados para que lo empujen y animen en alcanzar su altura y circunstancias de un modo más rápido.
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