Anorexia Ideologica
Anorexia ideológica
Carlos Yusti
La juventud es el hambre por los sueños y la utopía. En esa etapa la vida ofrece dos vías: la militancia por un mundo distinto o ese camino insulso de la frivolidad servil.
Con el paso de los años esa hambre no se pierde, sino que se transforma y algunos echan tripa, otros se mantienen en forma a fuerza de gimnasio y cirugías estéticas, pero con ese aire de que han perdido algo vital en el camino. Los frívolos de siempre siguen allí y van de triunfadores por la vida.
Hoy existe una especie de anorexia ideológica. Soñadores y utopistas de antaño siguen vomitando las consignas de siempre. No hay progreso alguno, ni creatividad en ningún sentido y al parecer se vuelve a viejas ideologías libertarias para ver si de una vez por toda tienen algo que ofrecer al colectivo. La teoría en el papel es inamovible como una roca, pero en la realidad se desvanece como un puñado de arena en el viento.
Lo bueno de las utopías es que permiten seguir soñando y aunque la historia nos ha enseñado que a veces esos soñadores irreversibles han convertido los sueños utópicos en pesadillas sangrientas uno sigue apostando del sueño. Ojalá no despertemos nunca, ojalá todo se quede como un sueño y que no venga ningún comisario del partido a despertarnos.
Enviar un comentario nuevo