Danza Tribal: las Huellas del Lejano Oriente en Chile

Natalia_Adhara

En las últimas décadas se ha desarrollado un estilo de danza llamado tribal. Deriva de la danza del vientre que todos conocemos, pero privilegia la improvisación grupal y diversidad de estilos. Este tipo de danza se ha popularizado en sectores vanguardistas y últimamente en Chile se puede asistir a eventos de danza tribal o danzas étnicas, en los que se rescatan fragmentos de la identidad cultural de distintas zonas del mundo.

La danza tribal es un estilo de danza del vientre que se desarrolla en California, Estados Unidos, a partir de los años 60. Se inspira en las danzas étnicas del Medio Oriente, África y el Mediterráneo, fusionando los movimientos, estilo y vestuario para crear lo que conocemos como "danza del vientre tribal". La percusión marca el ritmo de esta música y la vestimenta es de carácter heterogéneo al alejarse del vestuario tradicional de la danza del vientre y usar adornos que remiten al estilo tí­pico de distintas etnias.

Gretel Belimova, bailarina tribal, empezó a bailar a los 23 años, cuando decidió comenzar a estudiar danza árabe. Las clases que tomó le gustaron tanto que se volcó de lleno en la danza a partir de ese momento. Hace un par de año comenzó a desarrollar el tribal, mezclando pasos árabes con la expresión de los ojos de la danza hindú y danza bhalinesa en las manos. Actualmente se encuentra dictando un taller para quienes estén interesadas en sumergirse en el mundo de la danza tribal, en el centro cultural Juan Manuel Rojas, ubicado en las Palmeras 3415 (Ñuñoa) los Jueves de 7 a 8:30pm.

La danza tribal se baila en grupos donde las integrantes deben coordinar los movimientos entre sí­ y dar paso a la improvisación: forman "una tribu". El baile siempre ésta enfocado en la improvisación grupal y si se hace un solo las demás hacen de coro. Existe una rama conocida como Fusión de Danza del Vientre Tribal la cual difiere del estilo tribal americano en que en se hace coreografí­a y se improvisa, agrega más estilos y se abre a más posibilidades que el estilo tribal americano y también se puede bailar con un grupo o como solista. La música se puede mezclar con la electrónica.

La música que acompaña al estilo tribal se basa en el uso de percusiones ejecutadas, en lo posible en vivo, con instrumentos orgánicos y con ritmos como masmoudi, falahi y saidi.

La danza tribal puede ser desarrollada con el uso de elementos como crótalos, velos y espadas. Los crótalos además funcionan como acompañamiento musical. Algunas bailarinas que realizan fusión tribal utilizan otros elementos más novedosos y menos clásicos, como la tribu Amanrra con el uso de cuerdas.
De acuerdo a Gretel: "Si yo digo que hago danza tribal significa que son sólo algunos pasos que se seleccionan de la danza árabe que se estilizan, tienen algún parentesco con la danza hindú y eso es netamente tribal. Pero como le agregamos ciertas cosas un poco más expresivas, como cuerdas y otras cosas, le agregamos la palabra fusión."

Las pioneras

En Chile una de las pioneras en danza tribal es Victoria Vázquez, quien junto a Maxine Astorga, comenzaron a investigar el tribal, creando la tribu Banjara. Utiliza joyerí­a mapuche en el vestuario y así­ fusiona parte del folclore chileno para darle una identidad original a su tribu. Sumbat, la tribu liderada por Paola Jara, en cambio, utiliza como base la danza ghawazee (gitanas del Nilo, que vivieron en Egipto) cuyo vestuario es más colorido y llamativo, si bien los pasos de base son los mismos le confieren una identidad totalmente diferente a la que observamos en estilo más sobrio y estilizado de Banjara.

Paola explica que "el tribal que yo hago no es muy estético, no es lindo. Cuando bailas ghawazee no eres sexy ni refinada. Más bien todo lo contrario. Entonces no era fácil encontrar gente que estuviera dispuesta a esto. Y estas amigas mí­as empezaron a experimentar conmigo. Ellas están casi desde el origen, desde que yo empecé a trabajar precisamente este tema, que lo empecé a investigar, ellas me acompañaron en el proceso." Es así­ como a partir de una forma casi espontánea, a través de los ví­nculos personales que Paola genera con sus alumnas, se vio en medio de un grupo al cual sólo le faltaba un nombre para ser formalmente presentado como una tribu, pues trabajaban y bailaban juntas y desarrollaban el estilo ghawazee en sus danzas.

Victoria llega al tribal tras investigar junto a Maxine sobre las danzas tribales que Caroleena Nericcio con su compañí­a Fatchance estaban desarrollando en Estados Unidos. Tras leer e investigar mucho sobre el origen de las danzas orientales comenzó a desarrollar el concepto de Banjara: "Empezamos a entender cuál era el concepto del tribal, cómo se manejaba, cómo era, en qué se basaba, la teorí­a, la técnica, todo. En base a eso empezamos a desarrollarlo las dos solas porque aquí­ nadie más lo hací­a, y empezamos con esto de los códigos, a agregar nuestras propias llamadas, con el tiempo nos dimos cuenta que el tribal más difí­cil es hacerlo en parejas, es súper avanzado porque hay que estar muy sincronizada y tener algo muy importante que es un código, no es coreografí­a".
Fue así­ como más mujeres comienzan a integrar la tribu Banjara y destacan por ser la primera compañí­a de danza tribal en Chile.

Paola llega a la danza tribal a través de su propia búsqueda, en el intento de ir más allá de lo que todos conocemos como la danza del vientre, a la cual ella prefiere referirse como danza oriental. "Creo que llego al tribal de la misma manera que las mujeres que lo inventaron, que tiene que ver con buscar y llegar a lo que de verdad te identifica. Creo que no es casual que el tribal haya nacido en Estados Unidos, porque en la versión que llegó de la danza oriental a ese paí­s era muy hollywoodizada, era precisamente toda esta cosa de la odalisca y ésa fue la única forma en que se mostró durante mucho tiempo", enfatiza y agrega que "por eso a mí­ me interesa que en ese medio algunas mujeres estadounidenses se hayan atrevido a rebelarse frente a esto, y a ir un poco para atrás y buscar otras cosas que se podí­an hacer en ese contexto, que fue una forma de respetar la cultura pero además fusionarla".

La tribu Amanrra, integrada por Gretel Belimova y Rocí­o Gonzalez, hace Danza Tribal Fusión. Parten de una base árabe a la cual integran pasos tribales y le agregan otras corrientes. "Al poner la palabra fusión quiere decir que fusionamos otros estilos. Entonces agregamos danza hindú o flamenco y trabajando mucho con la parte expresiva", explica Gretel. "Por ejemplo, ahora estamos trabajando en una presentación con elementos. La entrada es con crótalos, el segundo baile es con cuerdas, el tercer baile es un solo y el cuarto es una danza acompañada de música electrónica hindú. Así­ -añade- hacemos de la danza algo más variado".

Crí­ticas

Pero no todos los enfoques realizados a la danza tribal son positivos. También se le han hecho varias crí­ticas centradas que intenta dar una sensación de "autenticidad" que a la larga resultarí­a tan artificial como el estilo que impera en Estados Unidos: refinado, sexy, coreografiado. De acuerdo a estas crí­ticas el tribal intentarí­a recomponer un momento pasado, ideal, y crear una danza nueva que intente expresar ciertos valores morales partiendo de elementos de las danzas de Oriente Medio, y sin embargo guarda poco parecido con una danza folclórica verdadera.

Sin embargo, para Paola la danza tribal es una forma de expresar identidad, y busca alejarse de los cánones tribales desarrollados en Estados Unidos, para diferenciar su identidad de la de las bailarinas estadounidenses. En ese aspecto sí­ ve una evolución destacable en el tribal: "Yo soy chilena, soy latinoamericana y creo que la danza es multicultural y la danza del vientre lo es más aún porque está en África. Entonces me parece que también es nuestro deber y nuestro derecho de tomar lo que tenemos y recogimos de la esencia de la danza oriental, como mujeres contemporáneas y occidentales, ir más allá. Y creo que el tribal es eso. Es rescatar esa esencia y sumar los propios elementos de identidad que yo tengo como mujer latinoamericana y contemporánea del siglo XXI."

Sobre su propio desarrollo del tribal mediante su tribu Sumbat Paola explica que "tiene que ver con una tribu muy antigua, ghawazee, y rescatar una cultura que está tapada hasta hoy en Egipto y que también es tribal. Si Jamila Selimpour o la Caroleena Nericcio vieran bailar a mi tribu dirí­an que no es tribal. Porque el tribal ahora tiene códigos muy estrictos. Yo creo que eso no puede ser. El tribal como estilo es una fantasí­a, una fusión, o sea el tribal no se cuelga de una cultura especí­fica, está muy mezclado, y eso es lo que hace posible que cada tribu tenga su identidad porque se orientan más hacia un lado que a otro. Entonces yo creo que es una contradicción que el tribal se plantee como un estilo tan estructurado y estoy luchando por demostrar eso."

Difusión

Para generar mayor información Paola funda y dirige la revista chilena de danza árabe Awalim, como medio de contacto entre profesoras y alumnas y para difundir el amplio material que ha llegado a juntar durante años de investigación sobre la cultura oriental.

"Desde que llegan mis alumnas a la primera clase yo entrego un material teórico con bibliografí­a. Ellas por lo menos una vez tienen que exponer algún tema. Además empecé a hacer talleres, a los que va gente que no toma clases regularmente conmigo. Entonces me di cuenta que habí­a mucha carencia de información. Creo que uno no puede monopolizar la información, porque boicotearí­a la danza impidiendo que crezca. Por eso me pareció que habí­a que democratizar la información y entregarla", dice Paola.

Las intenciones de Paola al crear la revista son definidas por ella misma de la siguiente manera: "Por un lado mi interés es difundir esta danza e instalarla como una disciplina profesional y eso es hacia gente que no la practica, que no está en este medio. Por otro lado es llenar este vací­o de carencia de información hacia la gente que la practica. í‰se fue el interés principal".

Además, Paola tiene un interés gremial. "Me parece que la danza oriental en Chile podrí­a estar mucho mejor instalada porque están los recursos, lo que falta es unidad, que la gente se organice. Un medio como Awalim también permite eso. Es un espacio de encuentro para profesoras, donde todas tienen el mismo derecho a estar, conocerse y respetarse. Hay que trabajar en pos de la organización. Además, yo soy bailarina. O sea, no soy una periodista que esté haciendo un negocio con esto, yo soy del medio", explica.

La conclusión parece ser que independiente de las crí­ticas, la pasión y la energí­a que las bailarinas ponen en la danza tribal, y el entusiasmo con el que intentan llevarla a cabo y difundirla les asegura un buen futuro, ya que está creciendo, han surgido nuevas tribus y el estilo se está dando a conocer. Según Gretel si bien el tribal no está siendo muy conocido sí­ ha notado lo llamativo que resulta para las personas:"A la gente a la que le he dado la propuesta le interesa. Entra mucho por la vista, por la vestimenta de las bailarinas, es muy llamativo. Pero sí­ me he dado cuenta que hay un terreno donde no hay cabida para la danza tribal, como eventos más masivos. Entonces hay que focalizar bien hacia dónde va, y que tipo de danza va hacia distintas personas".

Paola piensa que nos encontramos bien encaminados en el desarrollo de la danza tribal en Chile. "Creo que vamos bien porque ya hay algo que nació. Me parece que lo que estamos haciendo con Victoria (Vázquez), es el inicio de algo muy grande. Para mí­ las cosas nacen cuando pasa esto. Nuestra primera muestra y otra que hicimos antes en el Parque Bustamante hablan de que vamos a seguir adelante. De hecho, este año, ya he encontrado dos tribus más. Estoy muy contenta de haberlas encontrado porque creo que esto no es fácil. "

También explica las dificultades de trabajar la danza tribal ya que ésta implica estar pendiente del grupo: "No es plantarte adelante, hacer una coreografí­a, que todas bailen distinto y decirles a las bailarinas que ensayen solas en sus casas. No, acá yo necesito siempre del grupo. Y eso es un desgaste muy grande porque además está otro elemento que es la improvisación. Que es en lo que se basa el tribal. Y eso lo hace aún más difí­cil porque es como reinventar todo. La danza occidental en general ha sido en base a los tiempos, la coreografí­a y las la racionalidad. Esto es trabajar la intuición, entonces es un trabajo constante contra la racionalidad, un trabajo muy largo."

Para finalizar, Paola hace una crí­tica de quienes trabajan el tribal copiando formas ya desarrolladas por bailarinas estadounidenses como la famosa Rachel Brice. "Ella hace tribal pero no es todo el tribal. Es una forma. Y en ese desarrollo que es una fusión, hay elementos de identidad de las mujeres estadounidenses. Nosotras indispen-sablemente tenemos que desarrollar nuestra propia versión. No hay que copiar fórmulas porque eso no hace que la danza crezca. Cuando digo que creo que vamos bien encaminadas es porque cada una está desarrollando su propia historia."