PEPI VEGAS. DE LA FIGURACÓN A LA ABSTRACCÓN
Por Francisco Arroyo Ceballos (Artista Plástico / Crítico Independiente)
Si algo caracteriza al gran artista definiéndole como tal es la constante búsqueda, no solo de una línea propia sino también de estilos que le lleven a representar con exactitud el momento creativo, el desarrollo conceptual que se pretende plasmar en el lienzo. La continua indagación, la perpetua introspección va ciertamente complementada por la variación , no sólo temática, sino estructural, en cuanto a formatos, técnicas y modos de representación se refiere.
No hay duda que Pepi Vegas es una pintora en constante búsqueda de estilos y formas, de técnicas , espacios y materias.De la más sinuosa figuración, en la que lo remarcado pasa a un primer plano como base de la estructuración compositiva, pasa a la más pura abstracción en la que fondo-forma son confundidas y la asimilación del espacio se nos antoja abrupta, áspera, llena de materia la cual pulula como queriendo encontrar su espacio en la sociedad actual, una sociedad pobremente influenciada por lo material.
Su trabajo es un escape, una forma de evasión que aísla a Vegas del desarraigo humano, aunque si bien es cierto, hay que decir que sus sentimientos respecto al entorno se nos ofrecen claramente representados en sus telas.
De un cosmos vivo, reluciente, agradable, nos transfiere a uno oscuro, laberíntico, secreto, de visión pesimista.El nexo de unión no hay duda que es el destacable tratamiento de las formas, la sagaz utilización de una simple figura en la representación de un todo formal y, más aún, la sensación que la obra parece dar y que sin duda atrae la atención del espectador, llevándole a una intensa indagación de lo reflejado.
Sin duda una autora que muestra fielmente su realidad, una realidad cotidiana, humana y que varia en sentimiento según momentos vividos.
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