Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Zonadearte mes de septiembre

3,1416

El sábado 13 de Septiembre en Zonadearte pudimos disfrutar de la  inquietante obra de Jorge Iván Restrepo (Colombia), con sonido de Walter Sauzo (Honduras) Obra  minimal, dinámica e intrigante. 

Obra que nos permitió dejar volar  nuestra imaginación, jugar, reírnos y cuestionarnos. , tomar vino y comer pan, pan  que en la misma tarde del sábado hice para los que asistieran a esta  muestra. Panes redondos con puntos de semillas de girasol. Pensando en soles, en círculos, en lo simple, lo simple. …. Es que durante la semana junto a mi amigo Gabriel Sasiambarrena trabajamos en el montaje, tratando de descifrar códigos y respetar señales.

Esta obra, compleja por momentos nos remonta a nuestra niñez, la miramos y volvemos a mirar y por simple es compleja.

Mojamos nuestras manos en el agua y sigue resultando esta una acción cotidiana, sigue tratándose de simpleza, de sutil.    El sonido acompaña cada punto negro, los del muro y los que están dentro del agua. Caminé en círculos, viendo, viéndola, mis pasos acompañan circulos, siguen el sonido, tomo fotografías, si,  es simple, es dinámica, es compleja. Gracias  Jorge, gracias Walter. Gracias a mi amigo Gabriel, G.A.  

(DELTA DE SIGNIFICADOS SUGESTIVOS) de Donaldo Altamirano*

“Encuentro de una máquina de coser y de un paraguas sobre una mesa de disección”, tal ha sido el punto de partida imaginario que nos dejara establecido Maldoror (esa criatura predilecta de Lautréamont) en un afán por expandir los límites y por ensanchar los umbrales estéticos de nuestra contemporaneidad, más que motivado por la pretensión de definir y cerrar fronteras para nuestros actuales tiempos de febril creatividad, tiempos que por la época del poeta montevideano apenas se vislumbraban.Descendiente legítima de aquella original cópula surrealista entre máquina y paraguas, la presente muestra, “3,1416”, reúne, en un conjunto audiovisual coherente, a un emergente artista de sonido de vanguardia, el hondureño Walter Suazo, y a un artista visual de amplia trayectoria internacional, el colombiano Jorge Restrepo, quienes han conjugado sus capacidades creativas para eslabonar esta propuesta interdisciplinaria. Metáfora meta-artística, movimiento de despliegue conceptual, equilibrio audaz de fuerzas intelectuales mancomunadas, ayuntamiento de dinamismos híbridos, creados para disfrute del ojo, del oído y del cerebro que unifica nuestras percepciones, “3,1416” crea el contexto de una poética polimorfa, cuyas operaciones se procesan al otro lado de las habituales fronteras conceptuales, hermanando en una obra armónica tres secuencias de impresiones disímiles, que convergen hacia su expresión unitaria en un punto de mayor intensidad.En cuanto propuesta visual, las series de lunas negras de Restrepo (que han sido  prefiguradas por cientos de ensayos y de experimentos, limitados al estudio de las relaciones entre sus círculos oscuros, al posible balance o desequilibrio de sus masas físicas, contra el desierto aséptico de unas páginas blancas) nos sugieren un mundo de tecnología extrema, donde los seres y las cosas han sido reducidos a una expresión puntual, la que, no obstante, admite leerse como una serie de signos pertenecientes a una escala melódica desusada y fantástica. Es lo que nos ha demostrado Walter Suazo, al crear la pista sonora que acompaña al trabajo de Restrepo.Esta secuencia sonora de Walter Suazo, que pareciera inspirada por la inusitada y atroz cercanía de los astros, celebra el génesis de unos universos inéditos, donde la puntuación melódica pareciera proceder por rarefacción y condensación, como habría querido Anaxímenes de Mileto. Música de las esferas pitagóricas, evoca congeladas mareas lunares, migraciones siderales, sombras nebulosas sorprendidas en el instante de gestación de múltiples eclipses, manchas melódicas, tachones sonoros impulsados por esos “saltos que experimenta la energía de un corpúsculo en el momento en que absorbe o emite radiación”, como hubiera explicado Max Planck.  Sin embargo, procederá erróneamente quien se limite a examinar ambas propuestas por separado, ya que enlazadas crean un tercer sistema aparte, una nueva atmósfera de significados, una intensa zona de convergencias que apela a los signos que circulan por nuestra linfa secreta, más allá de nuestras meras capacidades audiovisuales, creando así un inusual delta significativo, que alude a un mundo de presencias invisibles y de fuerzas inadvertidas que mueven al conjunto de las cosas, sigilosamente y desde adentro.Sucede así que, para terminar de redondear la referencia metafórica al “signo que representa la relación aproximada entre la circunferencia y el diámetro del círculo”, para volver concreto y palpable este encuentro entre paraguas fantásticos y máquinas feéricas, Jorge Restrepo ha considerado pertinente integrar en su puesta en escena a unos terceros elementos tridimensionales. Consistentes en la instalación de unas cajas de agua, donde flotan a flor del líquido genésico (elemento primigenio de toda secuencia evolutiva) unas esferas negras, sujetas a oscilar y derivar mediante la intervención, a voluntad o a capricho, de los espectadores. Metáfora de otras metáforas, juego plural de reflexiones, donde el artista visual ha encontrado novedosas formas de concreción espacial para los mundos oscuros que evocan sus lunas negras, en eclipse permanente sobre la superficie desierta del papel.     “3,1416”, es pues una criatura que goza, cuando menos, de doble paternidad.

Cópula conceptual que se opera en el vacío profiláctico. Una erótica aséptica de los conceptos enlaza y conjuga estos mundos divergentes que ahora coinciden en un punto, que se funden en un estrecho abrazo y que engendran una nueva actitud hacia el arte, hacia y desde los artistas. Veamos en esta obra conjunta un símbolo contemporáneo, que denota la erosión, la ruptura y la demolición de un muro obstinado que tradicionalmente ha separado a las disciplinas artísticas en compartimientos estancos. En esta obra, de palpitante contemporaneidad, ambos autores, tanto Suazo como Restrepo, se han compenetrado intensamente de la obra del otro artista asociado, ambos han examinado y estudiado con simpatía y respeto la obra del otro, ambos han procedido por afinidad y por afecto, como motores capaces de desatar y de mover a fondo nuestras mayores energías creativas.   

*Donaldo Altamirano,  escritor nicaragüense,  veedor de artes.     

 

“Corte y confesion” - "Son Todas mentiras"

Sábado 27 de septiembre, son las cinco de la tarde, la casa es tomada. Carolina La transforma, la modifica, La habita, los rojos son por momentos blancos, una mujer descalza camina en ella. Una pareja de  novios miran detrás de un vidrio enmarcados en blanco, tapados en arroz solo dejan asomar el cuerpo desde cuello hacia arriba, una especie de manta de arroz los cubre, o quiza una montaña los traga, ¿tragar - se es la consigna?

Un vestido de bautismo deja brotar encajes amarillentos y discos surgen de las paredes para sonar en otra habitación. De una almohada en la que quizás alguna vez soñó esta obra brota sal, la ilumina una pequeña lámpara que está sujeta del aire, endurecida la sal  humeda, se quiebra en una montañita, pequeña, pequeña. De pronto son las nueve  y las mentiras surgen  desde una redonda  mesa,  son dulces, es masa sellada,  son mentiras en mi mano,  la que me llevo a la boca para sentirlas dulce, extraño ¿no? Pero son las mentiras más dulces que pude comerme….

Carolina Montano: Proyecta  realidades con dulces mentiras.

Gracias A Nelda quien hizo posible el montaje y mi conexión con Carolina.

Gracias a Carolina y a su mamá que también se expuso en Zonadearte G.A.   

“Corte y confesion” Objetos, Instalaciones Acción performática “Son todas mentiras”  Mamá.Yo quiero ser de plata. 

Hijo,tendrás  mucho frío. 

Mamá.Yo quiero ser de agua. 

Hijo,tendrás mucho frío. 

Mamá.Bórdame en tu almohada. 

¡Eso sí!¡Ahora mismo! 

Estos versos de la Canción Tonta que el gran Federico (García Lorca) escribió, necesito mencionarlos para decir algo sobre vos y tu almohada. La almohada, sin duda estará. Cuando me contaste que le  pondrías sal en su interior, no me pareció extraño. Los  materiales con los que trabajás son de uso cotidiano, simples, sencillos y las obras tienen el tamaño justo para el viaje... están en permanente tránsito. Tus temas recurrentemente  domésticos y de la vida diaria están en todos los hogares....Y digo “hogares” armados e inventados  por vos en cada sitio.... Digo “hogares” con su habitación para dormir, con cómoda (la de Brigitte) y almohada rellena de sal.

Hiciste tuyo un reclamo que generacionalmente no te pertenece, pero del que, como buena samaritana, te apropiaste. En el Génesis leí el mito de la mujer de Lot. Es el relato acerca de la destrucción de Sodoma y Gomorra y dice que la mujer de Lot, por haber “mirado hacia atrás”, quedó convertida en estatua de sal. La sal significa muchas cosas psicológicas buenas y malas. Puede matar como también preservar. “Cuando el futuro parece sombrío, dice Maurice Nicoll, uno mira hacia atrás y hasta regresa a la infancia”. “¿Cuántas estatuas de sal yacen en el propio cuerpo del tiempo? ”Dice este autor y “¿cuántas estatuas de sal hay caminando por la calle?”.Tal vez, Carolina, el arte, del que hicimos nuestra forma de vida, permita esta unión de pasado y futuro, pero, posibilitando un  “corte” con los amarres paralizantes,  y proclamando  la “confesión” de no querer perpetuarse,  estérilmente, como estatua de sal. 

Marita Guimpel. Rosario, agosto de 2008 

 

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