Música Popular


UNA VISITA A LA CARTO: ELOISA CARTONERA,
EL COLECTIVO Y LA CATÁSTROFE
Por Carolina Benavente Morales
Una vez, discutiendo con una curadora danesa sobre la etiqueta "arte latinoamericano",
le dije que solo me interesaba la segunda parte, "latinoamericano".
Si lo que hago es o no arte no me preocupa, sí que sea latinoamericano.
Javier Barilaro
EL VIENTO DEL CONO SUR QUE AUN PERSISTE
Alvaro Oliva
Sandra Mihanovich es un sencillo y cálido espíritu que ha interpretado melodías durante décadas. Sus canciones con delicadas y trabajadas letras nos llevan a un ambiente íntimo, a una habitación de tenues colores donde su voz nos tranquiliza.
Sandra nació el 24 de abril de 1957, hija de de Iván Mihanovich y la periodista argentina Mónica Cahen D‘Anvers.
Cuando finalizó la escuela secundaria, empezó a estudiar música en la UCA donde participó en el coro de cámara. En 1976, comenzó a estudiar teatro en el Conservatorio de Arte Dramático y a cantar en distintos pubs de la ciudad.
En sus presentaciones, en locales nocturnos, llamó la atención por su hermosa voz y conoció a músicos como Alejandro Lerner, Marilina Ross, Celeste Carballo, Horacio Fontova y Rubén Rada. En diciembre de 1981, empezó a grabar "Puerto Pollensa", y a partir del año 1982 empezó a grabar un disco por año.
Se presentó en el estadio “Obras”, el 2 de octubre de 1982, siendo la primera mujer que cantó en ese recinto deportivo. Así, fascinó al público, a través de dos shows.
De esta forma, se hizo conocida masivamente en Sudamérica y posteriormente, en 1986, participó con gran éxito en el "Festival de Viña del Mar" donde ganó la Antorcha de Plata. Con su particular estilo y la delicadeza de sus canciones alcanzó reconocimiento, entre el público chileno.
Por Alvaro Oliva
Este bandoneonista, pianista, director y compositor argentino consagró su vida a la música en un concierto donde el mundo entero pudo apreciar el tango bajo un particular prisma.
Un simple paseo por la avenida de Mayo o calle Corrientes de Buenos Aires puede traernos a la memoria la calidez de las refinadas composiciones de Piazzolla. Tan sólo basta con apreciar los detalles de cualquier esquina para que "Libertango" haga eco al interior de nuestra cabeza. Existe una complicidad entre la arquitectura del viejo Buenos Aires y las creaciones de Astor, como si desde cualquier ventana o balaustrada se desprendieran sus innovadoras notas musicales que acercaron el tango con la música clásica y el jazz. Habitante de todo el mundo pero unido a su Argentina este músico derramó, aún más, el tango en todo el globo, desde una perspectiva que rompía con el clásico sonido tradicional. Nacido en Mar del Plata, el 11 de Marzo de 1921, pasó su infancia entre Buenos Aires y Nueva York ciudades donde logró un mayor conocimiento de las diversas tendencias musicales mundiales, por lo que su instrucción se nutrió de variados ritmos librándose de un localismo hermético. Comenzó a estudiar música apenas a los 9 años, en Estados Unidos, para después continuar en Buenos Aires y Europa. En 1935, participó como extra en la película "El día que me Quieras" con Carlos Gardel.
Más tarde, integró la orquesta de Anibal Troilo y luego, en 1952, gana una beca del gobierno francés para estudiar con Nadia Boulanger. Tras esta valiosa preparación Astor vuelve, en 1955, y forma el "Octeto Buenos Aires".