LA CHANCHA DE LUIS BARRALES
LA CHANCHA DE LUIS BARRALES
Por Javiera Torres Bacigalupe
Sabido es que la adolescencia es un complejo proceso del ser humano. La rebeldía innata muchas veces surge desde el cuestionamiento de todo orden de cosas. Se critica el poder y a quienes lo ejercen pero no sólo por una tradición humana, sino más bien porque los jóvenes empiezan a dar cuenta de que los mayores pueden ser las proyecciones de sus patrones de comportamiento. Surge entonces la oposición al orden establecido. Los jóvenes critican la herencia del hábitat social y el egoísmo humano que los adultos dejan. Es así, como hace algunos años en Chile, las nuevas generaciones, ya sin temor a la opresión, han generado instancias concretas para producir cambios sociales y políticos. A veces, estas instancias son expuestas con la propia vida de los jóvenes.
La Chancha nos habla de eso. Son seis jóvenes rebeldes quienes ante la posibilidad de que la vida se les pase pasivamente, buscan una salida irrevocable. Luis Barrales, dramaturgo y director, hace de su obra un hara-kiri contemporáneo. Barrales plasma un lenguaje lleno de imágenes reconocibles en el tratamiento equivocado de una sociedad oculta. Sin llegar a ser sensacionalista expresa morbo frente a la obscenidad de las relaciones humanas. La obra muestra un paréntesis en el asecho de la propia presa.
Son seis jóvenes que observan sensibles el homicidio que la sociedad le hace a la humanidad y planean su propio asesinato en colectivo. La opción que toman es decidir su muerte, sólo así su vida tendrá sentido. Una estudiante crea “Matémonos juntos”, un sitio web que convoca al suicidio en colectivo y selecciona a otros cinco estudiantes aptos para suicidarse. La cimarra no es sólo es la chancha, sino que la chancha mortal. La chancha es el camino al matadero. Hay que matarse antes de que otros los dañen. Hay que definir un propio veredicto final con condena a muerte.
Fuerte pero con una sublime agresividad, la obra alerta a los despabilados sin evidenciar un mensaje. Barrales logra una denuncia desde el texto hasta la puesta en escena. El mérito de las actuaciones pareciera relacionarse con el potencial interpretativo de cada actor.
Las actuaciones son de Isidora Stevenson (Directora de "H.P. Hans Pozo”) Ariel Levy, María José Bello y Rodrigo Soto ("Mala Conducta" actual teleserie de Chilevisión), además de Juan Pablo Muza y Daniela Aguayo. Todos actores de la compañía Central de Inteligencia Teatral (CIT). Luis Barrales es el séptimo joven, pero éste, de manera suspicaz, prefiere la vida mostrando la muerte, alertando peligro para provocar un cambio y esa es su última palabra. Es ahora cuando el espectador debería actuar y no dejar que la vida “le pase”.
Comentarios
Información sobre actriz
La actriz Daniela Aguayo es