JUAN DAVID QUINTERO: EL CURADOR CURADO
Exposición "Obituary", MAC. Foto de Herbert Baglione, Bogotá, 2012.
Jorge Restrepo
Más sabe el Diablo por historiador que por Diablo….
Uno de los ejes de Engativá, dinámica localidad de Bogotá que cuenta con 1,3 millones de habitantes y que es modelo de desarrollo integral en Latinoamérica, es el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá. http://www.mac.org.co/ Engativá crece alrededor del barrio que promovió y financió en sus inicios el sacerdote Rafael García Herreros, quien en su sabiduría social recibió la idea de fundar allí un museo de arte contemporáneo.
El curador del Museo, Juan David Quintero, es un historiador que abre las puertas de par en par, generando una continuidad entre la inmensa plazoleta que separa al Museo de la Universidad el Minuto de Dios. Esta plazoleta es a su vez la catalizadora de la vida católica en la iglesia del mismo conglomerado y la fuerza contemporánea y urbana que explota en el Museo.
Juan David no es artista, pero cada foto autobiográfica que publica está ligada también al desafío que significa para él confrontar incluso la religiosidad no reflexiva.
Jorge: Tuve la oportunidad de asistir a la muestra “Abrahabadra”. ¿Cuál fue el aporte de esta muestra al proceso del Museo en 2015?
Juan David: creo que realizar este tipo de muestras que no están en el marco de las galerías y otros espacios museísticos es muy importante. La razón es que todos nosotros tenemos ritos o rituales ya sean profanos o sagrados, que usamos como herramienta para acceder a nuestros deseos, desde los más anodinos y evidentes a los más misteriosos y ocultos. Se evidencian reglas, circunstancias y condiciones para estar en contacto con presencias superiores. La disposición, convicción y disciplina, hacen de los practicantes personajes de encuentros a espaldas de la cotidianidad pero expresados en su día a día en secreto. Lo sagrado y lo profano se confunde en el sincretismo, se resignifica y se acomoda a las necesidades y circunstancias de culturas, grupos e individuos que en sus pasiones y devociones se alimentan de diferentes religiones y/o estilos de vida para atraer lo querido. Lo profano, siendo motivo de censura y señalamiento a lo largo de la historia de la civilización, ha estado arrinconado a lo íntimo, privado, oscuro y misterioso -lo que lo ha dotado de un aura misteriosa que muchos parecieran rechazar, pero en secreto desean-. Por eso el museo se vuelve un puente de conexión para el público curioso que nunca se acerca a este espacio y, la visualización de su agenda expositiva se vuelve mucho más abierta a todos los públicos.
Exposición "La conecta". Alianza Francesa Centro. Foto de Juan David Quintero, Bogotá 2016.
Jorge: El graffiti es dinámico, especialmente en ciudades como Bogotá, en la que ha habido apoyo gubernamental del Distrito para los murales. En Engativá hay una subcultura del Hip-hop, que está presente en cada esquina. Realizaste la muestra “el colgado del grafitero Chanoir”. ¿Qué investigaste y como historiador cuál es tu posición frente al graffiti realizado con fondos públicos en grandes murales en nuestra ciudad?
Juan David: Gracias al contexto en el que se inserta el MAC, la localidad de Engativá, en donde la presencia de los grafiteros es bastante marcada y evidente, pues no sólo hay una mesa de grafiteros, muchos graffitis en las calles y viven muchos grafiteros, sino que también se encuentra la mayor concentración de puntos de distribución de “latas” e insumos para la realización de esta expresión artística, el Museo ha podido escuchar las inquietudes y necesidades de los grafiteros locales. Respecto a los artistas grafiteros de renombre internacional que el Museo invita a participar (Ericailcane, Herbert Baglione) en exposiciones e intervenciones, se ha identificado que el mayor anhelo de los grafiteros locales es escuchar, de voz del artista, su experiencia, trayectoria y los procesos que ha tenido que tener para estar en la escena urbana y al mismo tiempo ser validado y legitimado por los museos, galerías de arte y los coleccionistas, sin tener que realizar oficios distintos al de su arte para sobrevivir.
Con relación a los fondos públicos para la realización de grandes murales, creo que es muy importante y pertinente. Mostrar el trabajo de grafiteros colombianos y extranjeros en el centro de Bogotá, con el fin de recuperar zonas marginales, convirtiéndolas en espacios más coloridos y transitables, como lo hizo Guache con su proyecto Festival Revitalización en el barrio Santafé en 2015, le dan importancia a esta práctica y se dan pistas en relación con la duda de si es “vandalismo o arte”. Mi apoyo al graffiti es completo.
Exposición "Tendencias y estudios del tatuaje", Cristobal Fayad, MAC. Foto de Juan David Quintero, Bogotá 2013.
Jorge: La producción de tatuajes es explosiva. Veo mucha creación, y también el interés del Museo por esta expresión visual, con dos versiones de muestras sobre tatuajes. ¿Cómo se está documentando la historia del tatuaje en Colombia? ¿Cuál es el compromiso del Museo?
Juan David: ufff, existen convenciones, revistas, los mismos estudios de tatuadores documentan su trabajo, se han encargado de dejar un vestigio de cómo se puede leer el tatuaje en una sociedad contemporánea que se ha encargado de criticar y juzgar sin conocer los procesos, es allí cuando entra el Museo con las curadurías que he realizado con la intención de crear un acercamiento y compresión a este proceso milenario y tratar con pinzas los aportes que ha generado el tatuaje en las diferentes épocas de la historia. La tarea del curador es ofrecer una lectura diferente del espacio, un espacio –el Museo- que es para todo un laboratorio de creación de fácil acceso.
Realizado por el Museo. Volante de la muestra - Abel Azcona 2014, MAC, exposición "No Deseado".
Jorge: Al leer sobre artistas latinoamericanos que forjaron su hoja de vida en un periplo de exposiciones en museos latinoamericanos, llegamos a los visitantes del MAC. El año pasado invitaste a Abel Azcona. ¿Tienes una estrategia para recuperar ese flujo de artistas internacionales?
Juan David: creo que el respeto por el otro es muy importante y no mirar por encima de nadie. La relación que tengo tanto con los artistas extranjeros como locales es muy especial, de admiración por su trabajo, respeto y gestión que tiene cada uno con su obra. Creo que es muy importante entablar relaciones humanas para poder trabajar de la mano sin egos ni diferentes historias. Así, he logrado poder mostrar el trabajo de extranjeros en Colombia y darle visualización a sus procesos son de mucho interés como en el caso del español Abel Azcona con la muestra No Deseado.
Juan David Quintero, fotografiado por Iván Shupikov, proyecto "Lá em casa", Sao Paulo, 2014.
De antemano lo felicito por
Gracias por la corrección del
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