EL DÍA QUE LA TIERRA TEMBLÓ Y EL SOL PARECÍA SER DOS SOLES
EL DÍA QUE LA TIERRA TEMBLÓ Y EL SOL PARECÍA SER DOS SOLES
Por Totoy Zamudio ,Chile
Un avión había llegado hace dos semanas con la última prohibición del imperio.
Todos los hombres, a las cinco de la tarde debían inclinarse hacia el oeste,
y orar trece veces.
Sam Flores - cajero de banco
A las dos de la tarde la fila avanzaba entre meditativa y arrogante. Trece metros humanos,
Abraham Guri (el Camisero Judío) y dos viejas y enanas y algo calvas alegaban por la modernidad, por el pelo en la comisura del labio. Mucho pelo. Poco pelo. Que más da.
La nariz perfecta, como ajusticiada por la piedra. Se nota por los movimientos de cadera que en su corazón latía un fuego salvaje y temerario.
Me gustan. Podríamos agarrarlas y someterlas.
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