STOP CHILE POESÍA
STOP CHILE POESÍA
Por Rolando Gabrielli
Lanzo una moneda al río Mapocho y sé que no me la devolverá. El río tiene aguas achocolatadas, sucias, no es un espejo. Veo su hilo grueso, pero no estoy allí. Lo siento crujir entre las piedras, su espinazo largo, dormido, herido. Le viene la primavera al río, menos agua, más sombrío. Río sombrero en verano, ardiente, menos cordillerano, lento, de aguas mansas. La moneda va en el aire, siento su silencio. Pienso que la verdad es una esponja que debiera absorber todo. Lanzar en otoño una moneda al río, se puede confundir con una hoja dorada. El tiempo se dobla como un papel de diario y se guarda en el bolsillo trasero. Las noticias no duran nada, cada día menos. El hombre inventó la velocidad en este tiempo, para derrotar su propio calendario. La moneda va hacia el vacío y el río la espera inmutable. No sabe si será cara o cruz el primer contacto del metal con el río. La suerte se rifa asimisma. El río me recuerda un largo sueño que no termina. La despedida en un andén desconocido. El río viaja más en el invierno que en el verano. La moneda no compra más que un segundo, el instante que dejará de serlo. El metal se irá sin sonar en el río. Una moneda que se gasta en el agua. La mano es el último contacto de intercambio para lo que fue creada. Se desprende del mundo que le asignó una función y lugar lugar. Dejará de tintinear en un bolsillo, ser moneda de casino circular en un monedero de bus. Llegará más lejos en el río que en mi bolsillo. La primavera cuenta sus primeras monedas en el brote de sus flores. Huele un nuevo tiempo, ya se puede lanzar una moneda al río. El tiempo, a la vuelta de la esquina, se deja ir en el río. La ciudad es un viejo patio, el lugar común de mis pasos, una calle que me recuerda el abecedario, la deletreo, nombro, escribo en el pizarrón de clases. El Norte, la entrada a Chile, el Sur, un camino hacia el fin del mundo. Mi tiempo real lo ocupó el ombligo de su geografía, Santiago, el espacio vital de la memoria. Somos Sur simplemente. La metáfora de la S, Una Rompiente ruta de mar. Chile se atraviesa fragmentado en el aire de su espacio, copihue roto sangrante, rojo y blanco, la geografía Sur, eslabón perdido unido a América.