LA CAJA DE PANDORA ABRIÓ SU CALDERA DEL DIABLO EN BESLÁN - LA MUERTE ABRIÓ LAS PUERTAS DE BAGDAD A OCCIDENTE - LA LUNA DE ENFREN
LA CAJA DE PANDORA ABRIÓ SU CALDERA DEL DIABLO EN BESLÁN - LA MUERTE ABRIÓ LAS PUERTAS DE BAGDAD A OCCIDENTE - LA LUNA DE ENFRENTE Y LA ISLA TORTUGA
LA LUNA DE ENFRENTE Y LA ISLA TORTUGA
(El hambre o el menú de la ONU)
Por: Silvia Banfield
Habría que preguntarle a Jorge Luis Borges, si le parece correcta la acción de la Policía Federal de Argentina. Seguro que desde su ciega lápida en Suiza mira Buenos Aires. Es muy difícil que su ciudad eterna, las calles de sus calles, sean olvido en su memoria. Poesía y policía, riman, pero no se parecen. Son como dos tiros contra vía. Paralelas que nunca se juntarán. Un poema, en principio, no tortura a nadie, es una simple advertencia a la imaginación. No pasa de ser una luz roja en el camino. Poesía es un paso en soledad y reversa, con las luces altas en la carretera y bajo la niebla. La policía es un hombro vacío en una ruta que siempre coquetea con el precipicio, el eslabón perdido de lo prohibido. Un gran NO que el poeta se salta, el viejo obstáculo de la piedra en el camino, la perfomance del lugar mal empedrado.
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