ARTE PARA COMPARTIR
ARTE PARA COMPARTIR
Texto: Carlos Yusti
En la actualidad el hombre contemporáneo tiene un contacto directo con el arte, a diferencia del hombre en épocas pasadas. El arte está en la calle, irrumpe en las plazas, en el metro o en algunos edificios. Ya no es patrimonio exclusivo del Estado ni de mecenas poderosos. Sin embargo, en todo este pujante universo de arte al alcance de todos logran deslizarse obras de dudosa calidad, inigualables bodrios artísticos que a lo largo conforman un atentado a la mirada y el buen gusto.
En la esfera privada el arte, fuera del mero rol decorativo o de plusvalía, posee otras connotaciones menos filisteas. Un cuadro, una escultura o una fotografía proporcionan sensibilidad, sentido y prestancia a los espacios. Una casa sin obras de arte resulta algo monótona, sin vida espiritual. El arte aporta luz y color, cuestión que quiebra la redundancia espacial.