POLVO, SUEÑO, LLANTO
POLVO, SUEÑO, LLANTO
Desde Chile: Mauricio Otero
Si el polvo es lo que sueña o es el sueño que ve tras el velo el polvo. O al fin el llanto: una tela de cirios astronòmicos, donde la muerte, muerta, vive en la sonrisa de los linces tabernarios. Dylan no està borracho, sino en permanente resaca, va moliendo crucecitas de escarcha, conchillas. Y ve un niño que arroja pedernales encendidos a un rìo que tal vez no ha existido jamàs. ¿Thomas o el niño? ¿A quiènes importarà? La psicologìa del polvo, en la que son peritas las facultades de la luna, saben que sueño y vida, que dolor y placer, que humo y vino y estrellas se esfuman con el vagoroso caos del sol de otoño, un sol sin amor y largo como las figuras que se extienden en las espaldas de sombras de los que un dìa pensaron que el paraìso existìa y terminaron huyendo de Dios y sus sacerdotes ensangrentados por las balas del evangelio de oro.
Pero tù rìes, tu carcajada se escucha en las bòvedas celestes que ruedan en esferas de cadenas que los soplos de tu amor rompe y las làmparas de tu felicidad burbujan estampidas de pumas trashumantes con bèlicos clavos en las garras.
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