Editorial. LOS PRIMEROS PASOS
LOS PRIMEROS PASOS
A Daniela, en cuyo gusto por la vida me sumerjo a diaro
HUMBERTO YANNINI MEJENES
No recuerdo los momentos en los que alcancé la altura a la que niño puede aspirar, emulando a los adultos que no tenían problema alguno en transportarse de un lugar a otro, y de cuya boca salían las palabras que solían ponerle nombre a las cosas. Estos tiempos, que se han perdido por el laberinto infinito de la memoria, hicieron del simple hecho de caminar un mecanismo autónomo, como una lección de física elemental que habrá de acompañarme hasta los últimos halos de vida. No recuerdo tampoco los accidentes propios de la niñez, cuando mis padres iban en mi auxilio y me rescataban del suelo, cuya inacabable extensión me invitaba a explorarlo con mis torpes e incipientes pasos.