Cuento. LA PLUMA DE ORO
LA PLUMA DE ORO
Por: Jorge E. Cancino
"Rrose selavy
Rose est la vie
Eros c'est la vie "
Marcel Duchamps
Adela Sender con paso seguro y pecho turgente tostado por el sol estival, luciendo una escotada y diminuta solera rojo veneciano con uno de los breteles caído más abajo del hombro derecho, se desplazaba con aire sensual por la Costanera ante los ojos libidinosos de los marinos que custodiaban la zona de "emergencia" según el Bando # emitido por la Superioridad Naval. Pero, los territorios rigurosamente vigilados, jamás inquietaron a la amante del Capitán General.
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